SUCESOS
Intento de fuga kamikaze desde Sanlúcar a El Cuervo del conductor de un furgón cargado de hachís
La Policía Nacional sorprende y detiene a cuatro personas que intentaban trasladar una importante cantidad de droga desde la desembocadura del Guadalquivir a Sevilla
El piloto de la furgoneta no dudó en embestir en repetidas ocasiones a los agentes y hacer todo tipo de maniobras temerarias durante más de media hora de una trepidante persecución
Madrugada en Sanlúcar. Hace una semana. Por el entorno de la desembocadura del río, por una de esas zonas oscuras, entre casas y tierras húmedas, se mueven de manera sospechosa varios coches. También alguna moto. Algo se está preparando . Agentes de la Policía Nacional tienen información de que esa noche una banda de narcos va a intentar sacar una partida importante de hachís para trasladarla hasta Sevilla. Acuden al encuentro. A por todas. Esta zona se está poniendo muy complicada y hay que ponerles freno.
La vigilancia es extremadamente compleja. Los que participan en este alijo saben moverse bien , conocen la presión e intentan a toda costa que nada ni nadie frustre sus planes. Hay mucho dinero en juego y, si pierden la mercancía, las explicaciones que van a tener que dar les resultarán mucho más caras. Sin embargo, la persistencia y la pericia de los policías que van tras ellos resulta determinante. Detienen a cuatro e interceptan 45 fardos, 1.600 kilos de hachís, unos tres millones de euros aproximadamente en el mercado.
Pero hasta que se llega a ese final, al momento de engrilletar, la historia es de película . Pero no es ficción, es una realidad, y lo que preocupa muy seriamente es que cada vez es más habitual. Uno de los principales protagonistas es un ciudadano marroquí aunque residente en un pueblo de Málaga. Los dueños de la droga le han contratado para que sea el conductor de la furgoneta donde se trasladarán los fardos desde la desembocadura del río hasta un lugar indeterminado de Sevilla. Los policías comprueban rápidamente por qué ha sido este individuo el elegido.
Es la una de la madrugada y los agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) y de la Unidad de Delitos Especializados y Violentos (UDEV) de la Comisaría de Cádiz identifican varios vehículos que por su forma de circular y situarse están protegiendo a esta furgoneta sospechosa. Comienzan a seguirles como pueden.
La banda cuenta con una decena de coches y motos también con los que forman una caravana para que el furgón no sea interceptado . Sin embargo, los agentes no dejan de seguirles el rastro, además se van sumando efectivos de apoyo. Hay 'puntos' (quienes dan el chivatazo de la presencia policial) por todos lados. No dejan de marcarles. Pero continúan. Algunos de los policías logran colarse en la fila de coches, otros se posicionan en la salida para interceptar el furgón pero el empeño de los 'malos' no conoce límites. Detienen a uno de los vehículos que van en cola y a otro más en uno de los cierres que ponen, pero la acción sigue.
«Como un loco»
Es entonces cuando la furgoneta cambia precipitadamente de rumbo y a toda velocidad se adentra por carreteras comarcales. Hacia Trebujena. No le importa nada . Va en dirección contraria encarándose con otros coches de particulares que tienen que retirarse al arcén e incluso llega a coger por carriles de tierra sin apenas visibilidad. Le hacen todo tipo de señales pero no obedece en ningún momento al alto. Todo lo contrario. Cada vez que se acercan a él, comienza a dar volantazos para intentar echar de la carretera a los policías. Y así durante más de media hora. Llega hasta Lebrija y continúa hasta El Cuervo.
Sin embargo, a un kilómetro es finalmente detenido cuando al intentar embestir a una de las patrullas camufladas se sale de la carretera, teniendo un accidente del que, casi milagrosamente, sale ileso, solo una pequeña herida en la cara. Es M. A., 1,90 de estatura, más de cien kilos de peso . Un «piloto de rally», un «verdadero profesional» de esta forma de conducción completamente temeraria. Él y otros tres de sus supuestos compinches quedan detenidos por pertenecer presuntamente a una organización criminal dedicada al narcotráfico. Otro dos de los arrestados, también de origen marroquí, son de la conocida barriada ceutí de El Príncipe.
La furgoneta, destrozada, tiene que ser abierta por los bomberos. En su interior encuentran lo que se esperaba. Medio centenar de paquetes de hachís que por mucho que se han empeñado no llegarán al destino fijado. Tras ser puestos a disposición judicial todos los detenidos de esta operación, bautizada como 'Portón', han ingresado en prisión .
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