TRIBUNALES
«Ha intentado ensuciar la memoria y el honor de sus hijos pero no ha podido»
La familia de los dos jóvenes asesinados por su padre en Ubrique se siente «resarcida» después de que la Justicia haya hablado sobre este horrible crimen
El condenado por el jurado, Juan Márquez.
Es complicado hablar de sentimientos en un caso como el del doble crimen de Ubrique . De poder llegar a entender la pena de una familia a la que les han arrebatado de una manera atroz y cruel a dos de los suyos cuando justo comenzaban a tener sus propias vidas. Y más difícil se pone todavía cuando quien les asesinó a sangre fría de más de cuarenta puñaladas fue su propio padre, quien, supuestamente, les tenía que cuidar por encima de todo.
Por eso, tras el veredicto que se conocía este lunes y que condena a Juan Márquez como el parricida de Ubrique, los sentimientos son incluso confusos. Es obvio que la alegría no existe cuando ni Laura ni Juan Pablo volverán a ese piso de la calle San Sebastián pero sí cabe una cierta calma o satisfacción.
«Nos sentimos resarcidos en cuanto que la Justicia ha hablado», afirma un tío de los chicos. «Les quitó la vida pero no ha conseguido robarles ni la memoria ni el recuerdo» , añade refiriéndose a que la teoría mantenida por Juan Márquez de que sus hijos se mataron entre ellos ha resultado tan inútil como disparatada.
De los 45 años y medio de condena al perjurio de la exnovia
Después de que el jurado emitiera su veredicto de culpabilidad hacia Juan Márquez Fabero, las partes volvieron a presentar ante la juez sus solicitudes de condena. Así, las acusaciones pidieron 45 años y medio, 20 por el asesinato con alevosía de Juan Pablo, 25 por el asesinato con alevosía y ensañamiento de Laura y seis meses por abandono familiar.
A esta solicitud se adhirió el Ministerio Fiscal. Además el veredicto abre la posibilidad de la condena por perjurio a la expareja del acusado, Fathia, por haber mentido en su declaración al dar una versión contradictoria a lo probado y a lo declarado por ella misma en el juzgado sobre que no vivió en el piso familiar o que nunca habló sobre los hijos del procesado. Por su parte, Juan Márquez lloró por última vez en la Audiencia para decir que se les estaba condenando «a la fuerza».
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