CRISIS DEL CORONAVIRUS
Inmigrantes irregulares marroquíes intentan salir de España por la crisis del coronavirus
Además estas últimas semanas se ha frenado en seco la llegada de pateras a las costas de Cádiz por el férreo control de fronteras en Marruecos
La inoperatividad de las mafias que trafican con personas, el temporal y el comienzo del Ramadán también afectan a este descenso en el flujo migratorio
Jugarse la vida para no encontrar lo esperado, la salida, no es rentable. La pandemia por coronavirus que está afectando a todo el mundo, ha frenado en seco en estas últimas semanas la llegada de inmigrantes de forma irregular en pateras a España . Las noticias sobre los complicados momentos que se están dando en nuestro país llegan también a la otra orilla a través de la prensa local, televisiones... e incluso por familiares que ya cruzaron la frontera y que están viviendo también en territorio nacional esta difícil situación. Es más, según ha podido saber este periódico de fuentes consultadas, en la frontera de Ceuta con Marruecos se están agolpando muchos inmigrantes que quieren hacer ahora el viaje de vuelta y regresar a Marruecos por temor a contagiarse de Covid y también por la incertidumbre económica acerca de qué consecuencias tendrá este inédito parón. Y más para alguien que lucha por buscarse la vida desde cero.
Desde que se decretara el Estado de Alarma el desembarco de pateras en las costas de Cádiz ha parado. También los rescates . Al menos, de momento. Así lo confirman los datos recogidos por el balance trimestral que elabora el Ministerio del Interior que rebaja a la mitad la cifra de estas llegadas. De 1 de enero al 15 de abril, los extranjeros que intentaron alcanzar la costa española por vía marítima eludiendo los controles legales han sido 3.002, mientras que en el mismo periodo de 2019 lo intentaron 5.475. Esto sucede en una época, principio de la primavera, cuando, normalmente, suele comenzar el goteo en las llegadas que no para hasta octubre o noviembre.
Las razones, según explican algunas fuentes a LA VOZ, son varias. En primer lugar, la pandemia y el férreo control que las autoridades marroquíes han adoptado sobre el confinamiento de su población y la circulación en las fronteras. Un cerrojazo que el país alauita activó el pasado 13 de marzo y que incluso, en algunos casos no ha permitido el retorno de sus nacionales que trabajan en Ceuta o Melilla a pesar de los esfuerzos que se han hecho desde el Gobierno español.
En Marruecos el coronavirus también ha afectado a buena parte de su población por lo que las medidas para evitar la propagación de nuevos contagios están siendo muy estrictas. A esta situación además se añade el comienzo del Ramadán , el mes sagrado, en el que, como explicaba el Ministerio del Interior marroquí, se prohíben los «viajes nocturnos» desde las siete hasta las cinco de la mañana. «Los servicios de seguridad garantizarán la implementación de procedimientos de control estrictos contra cualquier persona que esté en la calle pública», anunciaba a su población.
Pero además de estos dos condicionantes hay otro que en una práctica ilícita es primordial como es tener o no la logística necesaria para poder realizar estos viajes. En este sentido, las mafias que se dedican a captar y organizar las rutas que cruzan el Estrecho están más inactivas. Las dificultades que están encontrando y los riesgos que corren con un Gobierno ahora al parecer más inflexible, no les compensa. Hay quien apunta que están volcándose más en otros 'negocios' como el narcotráfico que no ha parado en ningún momento desde que comenzó el Estado de Alarma.
Y, además de estos factores, hay otro que siempre está presente cuando se habla de navegar. Y este es el mar. La meteorología con lluvia, viento y fuertes corrientes tampoco ha favorecido estas últimas semanas a que quien quiera intentarlo se arriesgue y termine pagando por ello el precio más caro que existe: la vida.
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