Bahía de Cádiz
La imagen de conflicto en el sector del metal amenaza a nuevos contratos en la Bahía de Cádiz
La coordinadora que organiza las movilizaciones actúa a través de asambleas populares en la puerta del astillero de Puerto Real
Varias empresas auxiliares temen que las acciones radicales que se llevan a cabo impidan cumplir con los plazos de entrega de algunas obras
Los trabajadores del metal deciden interrumpir el paro indefinido

Las movilizaciones que vive el sector de la industria auxiliar naval de la Bahía desde la pasada semana se han ido de las manos. La imagen de conflictividad que exporta la industria gaditana tras una década de paz social se ha convertido en el peor aliado para la firma de nuevos contratos . La Coordinadora de Trabajadores del Metal es un movimiento que ha surgido en demanda de carga de trabajo para la industria de Cádiz y que se ha hecho ahora especialmente fuerte con motivo de la culminación de los tres contratos que tiene entre manos el astillero de Puerto Real . El final de estas obras, todas ellas del sector eólico, ha traído como consecuencia inmediata la terminación también del contrato por obras y servicios de cientos de trabajadores del sector del metal, es decir, la relación laboral de un trabajador temporal dura el mismo tiempo que dura la ejecución de la obra y su continuidad depende de la entrada de nueva carga de trabajo.
La puerta de acceso reservada a las plantillas de la industria auxiliar en el astillero de Puerto Real se ha convertido en el escenario de las asambleas populares de esta coordinadora, que guarda vinculación con la denominada Confluencia Sindical Bahía de Cádiz, que agrupa a los sindicatos CGT, SAT, USTEA, CNT, CTA, CPM y Autonomía Obrera. De hecho, los sindicatos mayoritarios,CC OO y UGT, se han desmarcado de sus acciones y reclaman una mesa de negociación para debatir el futuro industrial de la Bahía y la carga de trabajo. Distintas fuentes sindicales consultadas por LA VOZ coinciden en señalar que un tema tan serio como es el futuro industrial y los compromisos que recoge el plan industrial de Navantia no se pueden debatir de esta forma.
Esta coordinadora, con sus acciones, ha paralizado buena parte de la actividad en Navantia y ha convocado una huelga para el próximo 27 de agosto , sin embargo, sus decisiones, que se toman a través de un proceso asambleario en la puerta del astillero, han puesto en jaque a varias empresas del sector, que temen no poder cumplir con los plazos de entrega de algunas de las obras debido a la paralización de la actividad.
La factoría de Puerto Real culminará antes de final de año de manera escalonada t res proyectos offshore que han sido el relevo de la carga de trabajo que dejó la construcción los cuatro petroleros de la serie Suezmax para el grupo Ibaizabal . Se trata de la construcción de una subestación eléctrica para la empresa noruega Equino Energy , que servirá para dar cobertura al complejo petrolífero de Johan Sverdrup, en el Mar del Norte. El segundo contrato que finaliza ahora es la construcción de las 20 ‘upper’ jackets para el parque eólico Moray Firth Offshore East , en Escocia. El tercero es la obra de una de las cinco jackets flotantes que se construyen para Equinor . El grueso de esta obra se ha llevado a cabo en el astillero gallego de Fene (A Coruña). La empresa pública se adjudicó esta obra junto a Windar. Las cinco unidades están destinadas al campo Kinkardine, situado a 15 kilómetros de Aberdeen (Reino Unido). La dirección de Navantia desvío a Puerto Real la obra de una de ellas para poder cumplir con los plazos de entrega.
Los tres tienen fecha de caducidad y, por tanto, de salida de trabajadores temporales de la industria auxiliar y también de cese de actividad en los talleres de cabecera del astillero puertorrealeño, que ya aguardan la llegada de un nuevo encargo para seguir con la producción. De hecho, cabe recordar que el Gobierno de la nación anunció por sorpresa a finales del pasado julio la obra del séptimo BAM de apoyo a submarinos y confirmo que la obra se llevará a cabo en la planta de Puerto Real. Está previsto que la obra de este nuevo barco para la Armada española se inicie en ocho meses.
Sin embargo, el temor que existe ahora es, precisamente, con otros clientes de Navantia que ven como la conflictividad laboral que exporta la Bahía es contraproducente para sus intereses de cara a al adjudicación de nuevos contratos. Así, Iberdrola , tras cerrar un acuerdo con Navantia-Ferrol y Siemens, para la construcción de 62 jackets para el nuevo complejo eólico-marino en aguas de la bretaña francesa, en Saint Bireuc, sigue adelante con otros proyectos offshore como es la ampliación del parque eólico East Anglia, en el Mar del Norte, donde Navantia puja como proveedor de sus infraestructuras. Igualmente, el Gobierno saudí sigue en conversaciones con Navantia para un nuevo contrato naval que consiste en la construcción de dos buques anfibios similares al 'Castilla' y al 'Galicia' de la Armada española.
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