Laboral
La huelga del transporte pone en jaque la semana clave de las compras de Navidad
El paro patronal afecta a unas 700 empresas logísticas de Cádiz, que piden medidas contra la subida del gasóil y de los costes de explotación
La amenaza de huelga del transporte por carretera ha puesto en jaque el desarrollo de las fiestas de Navidad en la provincia . El paro anunciado por la patronal de las empresas logísticas supone un riesgo para uno de los momentos del año de ... mayor distribución de mercancías. La huelga provocaría, con toda seguridad, el desabastecimiento de productos de consumo básicos de la Navidad .
Desde la patronal gaditana se ha puesro de manifiesto que el sector no aguanta más . La subida de los combustibles, el incremento de los costes de explotación de las empresas y la falta de camioneros para hacer frente a la nueva demanda han puesto al límite a un sector económico clave, que demanda ayudas de las administraciones públicas.
El Comité Nacional del Transporte ha anunciado la convocatoria de un paro de tres días, entre el 20 y el 22 de diciembre , en protesta por el «abandono» que afirman sufrir por parte del Gobierno. Los transportistas recuerdan que durante la pandemia su trabajo ha sido fundamental para mantener el abastecimiento y piden más apoyo por parte del Ejecutivo, ahora que el sector pasa por dificultades, con el repunte del precio del gasoil. La huelga podría provocar la falta de suministros justo en el momento del año en que se mueven más mercancías. Una de sus conseciencias sería el desabastecimiento puntual y, sobre todo, el retraso a la hora de recibir los pedidos.
Pérdidas mensuales
Salvador Marchante es el presidente de los transportistas gaditanos. Tiene una empresa de distribución por carretera con una flota de seis camiones. Lamenta que en estos momentos solo tenga en circulación solo dos de los cuatro trailers y explica que la subida del combustible le está generando pérdidas de 3.000 euros mensuales , «ya que, de momento, el incremento del gasoil no lo hemos repercutido al cliente a la espera de que baje su precio y poder estabilizarnos». Marchante transporta ahora componentes de automoción desde el centro de España hasta Algeciras, donde se embarca la mercancía con destino a Tánger.
El paro convocado entre el 20 y el 22 de diciembre amenaza las compras navideñas de última hora
El precio de la gasolina y del gasóleo se ha disparado en toda Europa por la apreciación del petróleo en el último año. La cotización del barril de Brent, de referencia en la UE, ha aumentado un 53% en lo que va de año, llevando al combustible a rozar máximos históricos en la mayoría de países europeos. Pese a ello, el aumento no ha sido homogéneo y ha afectado a algunos países más que otros. Y entre ellos está España, donde el precio de la gasolina y del gasóleo se han incrementado un 26,2% y un 27,6% en lo que va de año , por encima de la media de la UE y por encima de otros países vecinos como Francia, Holanda, Italia o Portugal.
Margen para negociar
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez , ha asegurado esta semana que el Gobierno aún «tiene margen» para llegar a un acuerdo con los transportistas que evite la huelga que ha convocado el Comité Nacional de Transportes por Carretera (CNTC). Sánchez aseguró que el Gobierno entiende las «dificultades que el sector está afrontando» por el alza de los precios de los combustibles —la principal reivindicación del sector—, aunque avisó de que otras demandas como lla «complicada» relación que tienen los transportistas con los cargadores se salen de su ámbito de actuación, según aseguró durante su intervención en un encuentro organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum.
Salvador Marchante, por su parte, ha adevertido que el tiempo corre en contra del Gobierno y las consecuencias de un paro pueden ser muy graves. En este sentido, el presidente de la patronal de Cádiz incide en que otra piedra en el zapato de las empresas logísticas será la implantación de peajes en las autovías del Estado. Todo apunta a que el dictamen estará listo en 2022 para que sea efectivo entre 2023 y 2024.
Los camioneros soportan una subida del gasóleo del 26,2% que, por ahora, no han repercutido en el cliente
¿Por qué ha decido el Comité Nacional del Transporte por Carretera plantarse en los días de más trabajo del año? Alude al «abandono» del Gobierno de un sector, «que resultó ser esencial durante los meses más duros de la pandemia». La puntilla para adoptar la drástica medida ha sido la «actual situación de descontrol político y económico, con subidas desorbitadas de precios de suministros básicos como el gasóleo o la luz». Sin embargo, las reivindicaciones van más allá y se concretran en un paquete reivindicativo presentado en febrero de 2020, justo antes del estallido de la pandemia.
Apuntan, además, a que la normativa actual que regula el sector favorece que los clientes se aprovechen de una posición de dominio, lo que deriva en que los profesionales del sector sufran un «trato degradante e inhumano en las condiciones en las que realizan su trabajo». Por eso faltan conductores profesionales , dicen. Ese mismo problema se produce en los Estados Unidos, donde los sueldos alcanzan ya los 90.000 euros anuales. Los camioneros se oponen a la tarificación de infraestructuras y al desvío obligatorio de vehículos pesados hacia vías de peaje. Reclaman, además, modificar la ley de contrato de transporte, derogando la posibilidad del pacto en contrario en plazos de pago; aplicación de la cláusula de revisión del precio del combustible y operaciones de carga y descarga.
Retrasos en los pedidos
El Ministerio presentará a las patronales en los próximos días un paquete de medidas para atajar la crisis del transporte de mercancías por carretera. Sobre esa hoja de ruta se negociará y de ella dependerá el futuro de la huelga. Si la ministra convence a los empresarios, el parón se desconvocará. Si fracasa, la huelga de los camioneros pillará a España con las compras de última hora de la Navidad. La fecha del paro, según las patronales, no la han elegido de forma simbólica. Quisieron dar tiempo al Ministerio para negociar posibles medidas.
En esta partida, sin embargo, el Ministerio juega contra un rival que acumula años de reivindicaciones sin resolver. Los transportistas piden que la normativa incluya, además, la prohibición de que, en el transporte de carga completa, la carga y la descarga la realice el conductor del vehículo. Reclaman la coordinación de las actividades de transporte y la reducción del tiempo previsto para la paralización, y su pago efectivo por parte de los cargadores.
Faltan camioneros
Además, se oponen a la modificación de la normativa de pesos y dimensiones de los vehículos de transporte de mercancías «en tanto que no se alcancen condiciones de equilibrio, contractual y económico, en las relaciones mercantiles entre transportistas y sus clientes».
Las empresas de transporte por carretera se enfrentan también a otro problema añadido como es la falta de profesionales: no hay camioneros . Las empresas buscan conductores y no los encuentran con facilidad, ya que necesitan una formación y unas capacitaciones particulares. Y es caro adquirirlas. El caso es que si hay un paro en España del 40% entre jóvenes, este gremio podría curar parte de la herida. El sector necesita solo en España 15.000 conductores para el transporte por carretera, según los expertos. La patronal precisa solo en Cádiz 400 camioneros .
El sector se encuentra en la provincia con un problema añadido como es la falta de vocaciones
En la provincia hay censadas unas 700 empresas dedicadas al transporte por carretera, lo que significa unos 1.400 camiones de gran tonelaje. Unas 8.000 personas se dedicaban a este trabajo hasta que en los últimos cinco años se ha vendido abajo de manera gradual. El sector que peor lo está pasando es el de transporte de mercancías internacional , «ya que los antiguos camioneros de los países del Este han vuelto a sus casas y los españoles no quieren permanecer tanto tiempo fuera de sus domicilios». La falta de personal capaz de conducir vehículos pesados amenaza ya el abastecimiento de tiendas y superficies comerciales en algunos países de nuestro entorno. No es un problema español, ni siquiera europeo, sino global. La falta de vocaciones sigue asolando este sector cada vez más necesario en todo el mundo en un tiempo en el que la distribución es clave en el sistema global.
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