Laboral
Huelga de trabajadores de los ascensores Otis
Los empleados denuncian que llevan sin convenio colectivo desde 2019 y que tienen sobrecarga de trabajo
Los 80 trabajadores de la empresa de ascensores Otis en la provincia de Cádiz están en huelga. Y así llevan más de un mes. El pasado 22 de noviembre hicieron un paro de 24 horas que luego ampliaron hasta el 9 de diciembre porque la empresa no aceptaba sus demandas. Y ahora, tras la negativa de la compañía a sus pretensiones, han ampliado la huelga hasta el próximo 3 de enero .
El secretario del comité de empresa de Otis en Cádiz, Rafael Santos , ha explicado a este periódico que los 3.000 trabajadores de Otis en toda España llevan sin convenio colectivo desde 2019. Además de esta razón, los empleados de dicha empresa de ascensores, que se encargan del mantenimiento de más de 6.000 ascensores en la provincia, aseguran que son otras las que les han llevado a la huelga.
En primer lugar, afirman que sufren una «sobrecarga de trabajo bestial» debido al recorte de trabajadores en los últimos años, ya que, aseguran, la plantilla se ha reducido un 20% en la provincia. Lo que genera una menor «calidad al servicio que se presta, lo que puede dar lugar a que ocurran accidentes tanto a los trabajadores como los usuarios». Tanto es así que en «la última evaluación riesgos psicosociales el resultado fue un 82% de riesgo muy elevado en carga de trabajo». «Se están dando servicios mínimos y los ascensores están sin mantenimiento desde hace un mes», asegura Rafael. Todo ello está generando, dice, que empresas a nivel nacional cancelen los servicios con Otis.
Además, los trabajadores de Otis reclaman una «subida salarial acorde a los beneficios de la empresa» , ya que, afirman, «la empresa el año pasado cerró en 1,4 millones de euros de beneficios libres de impuestos y este año ha ganado el 5,4 % más que en 2020». Y piden que no se les aplique la reforma laboral, ya que existe «un pacto de no aplicación y si se aplica, destrozaría el convenio colectivo».
Por otro lado, manifiestan su intranquilidad por una posible OPA (Oferta Pública de Adquisición) , ya que Otis tiene una parte de las acciones de la empresa y la familia Zardoya, el resto. «Esto crea incertidumbre, ya que si Otis comprase las acciones, podría peligrar nuestro convenio», señalan.
Asimismo, denuncian falta de interés en la negociación por parte de la empresa , que «lleva desde el 3 de diciembre sin sentarse con la parte social, excepto un día que se vieron y la empresa se levantó de la negociación. Incluso la parte social realizó una nueva propuesta a la que la compañía no ha contestado».
El Sindicato de la elevación, «la organización sindical mayoritaria dentro de la compañía (con más de un millar de afiliados) e impulsora de la huelga, lleva dos años intentando conseguir un acuerdo con la empresa sin éxito», destacan.
Crispación entre los empleados
Rafael asegura que existe «mucha crispación entre los trabajadores». Ya que la empresa «pretende que los servicios que los empleados hacíamos antes de forma voluntaria, como los festivos, sean obligatorios. Y que las nuevas incorporaciones tengan el 60% de nómina, una doble escala salarial que desfavorece a la plantilla y crea un mal entorno laboral ».
«Antes de la pandemia la empresa estaba por firmar el convenio. Pero después de la pandemia cambió de posicionamiento y se negó», asegura el secretario del comité de empresa de Otis en Cádiz. «Creemos que la empresa pensaba que el nuevo Gobierno de PSOE y Podemos iba a derogar la reforma laboral , pero no ha sido así» y por eso, ahora, no quieren negociar.
Además, durante la pandemia, dice Rafael, les cambiaron el horario laboral, algo que «quieren seguir haciendo». El covid también les ha afectado. «Además de estar ocho horas dentro de ascensores, tocándolos, vamos de un sitio a otro y somos vehículos de transmisión ». Lo denunciaron a la empresa durante el Estado de Alarma y nadie, afirma, les hizo caso.
Llega la Navidad y estos trabajadores, al estar en huelga, no cobran. Se apañan, «con la paga simplemente, los ahorros, ayudas, tirando con el sueldo de las parejas». E insisten en que quieren llegar a un acuerdo pero sin renunciar a sus derechos.
Este periódico ha intentado sin éxito ponerse en contacto con la empresa Otis para conocer su versión.