Herboristería La Milagrosa, bienestar y salud desde lo natural

Rocío González Baena se dedica al mundo de la salud. Desde muy pronto quedó cautivada por el mundo naturista, pues cree que «la vida desde lo natural es la forma de traer salud a tu cuerpo y equilibrio a todos los aspectos de él . Y si eso lo creo y lo quiero para mí, eso es lo que quiero para todos. De modo que mi decisión fue fácil, me gustaría trabajar ayudando a otros a mejorar su calidad de vida a través de lo que a mi me sale natural hacer», afirma.

Montar una herboristeria era el paso lógico para ella , ya que está convencida de que «es el negocio que representa esa forma de vivir. En este sector somos muchos los vocacionados, y creyendo que desde esta alternativa de salud podemos dar un servicio al ciudadano importante. Bueno o al menos esa es mi razón de ser».

Los inicios fueron duros, afirma, «como en todo negocio y aún más para una herboristería. Hay que darse cuenta de que hablamos de bienestar del cuerpo y eso es un tema muy importante para cualquier persona. Por lo tanto ganarse la confianza no es fácil y adquirir crédito y aceptación por parte de la clientela como negocio aún más . Además hay que añadir que como negocio siempre estamos en controversia, y llevamos en esto casi treinta años. Hay una corriente contraria que desacredita nuestro trabajo haciendo muy difícil nuestra existencia. Es como si el patrimonio de dar servicios de salud –o mejor dicho consejos sobre salud– sea patrimonio de un sector o grupo particular que decide si puedes o no estar», lamenta.

González baena cree que «siempre hemos estado de acuerdo que para dar consejos en algún aspecto de la vida, es necesario previamente no sólo estar cualificado en lo que a formación se refiere, sino además tener la suficiente experiencia para poder ofrecerles acertadamente. Es por ello que desde el principio el servicio al cliente en nuestra casa nos infunde el máximo respeto y no nos dejamos de formar o progresar en nuestra cualificación para atender al cliente y conocer en profundidad su realidad cuando él nos la presenta», afirma. 

La motivación del cliente

Al ser cuestionado sobre los motivos por los que sus clientes acuden a Herboristería La Milagrosa, cree que «son preocupaciones menores sobre su salud principalmente, no obstante cada cual entiende esto a su manera. Y es entonces cuando nuestro consejo debe ser más trabajado, pues muchas veces el concepto de salud está disuelto por muchas inclinaciones que si bien en un principio no son malas en si, no contribuyen a equilibrar los aspectos del cuerpo para alcanzar la salud en general. Por ejemplo: adelgazar.Si esta es una obsesión estética difícilmente podremos convencerte de que debemos aprender a comer a cambiar de hábitos etc... o aquellos que tienen en el deporte su «desahogo» de todas las presiones, cómo convencerlos de que necesitan complementar su altos requerimientos al cuerpo y que también descanse un tiempo para recuperarse... quiero decir que el cliente que nos visita a veces no valora la salud como un valor global en su ser sino que se deja llevar por múltiples exigencias que esta sociedad impone. Por tanto es fácil adivinar que resulta complicado compensar con consejos de mostrador a alguien que no tiene tiempo de escuchar y a veces ni ganas de entenderlos».

Añade que «luego están los que acuden rebotados de otros servicios de salud en los que no se han encontrado atendidos como deseaban. De estos son muchos los que tienen una opinión bien formada de que tipo de servicios quieren y necesitan . Y es agradable reconocer que hay una progresión imparable en la sensibilidad sobre lo que lo ‘natural’ puede hacer en tu vida. Eso se traduce en una preocupación por la forma en que nos cuidamos, y vemos como la gente no sólo exige ecológico o no pide bolsa para llevarse los productos, sino que a veces vienen tan informados por Internet que te ponen «al quiero».

Para concluir ofrece un consejo «que es mas fácil de decir que de cumplir: lo natural es el lenguaje que el cuerpo entiende, háblale natural. Desde lo natural el cuerpo responde con salud y plenitud. Para ello necesitamos voluntad de hacerlo posible nosotros mismos primero y luego un buen profesional que nos lleve», finaliza.