Carnaval de Cádiz 2022
¡Hasta luego a un Carnaval de ‘Milagri’!
El Domingo de Piñata afronta el adiós menos doloroso de su historia al celebrarse otro Carnaval el próximo mes de junio
Las despedidas suelen ser tristes y dolorosas. Cádiz vive cada Domingo de Piñata con nostalgia, con la pena de ver pasar un nuevo Carnaval por unas calles impregnadas de alegría. Un sentimiento que este año ha experimentado un giro de 360 grados. La mirada, el ánimo y las ganas de la gente eran diferentes a las de cualquier otro domingo de despedida. Por primera vez en la historia, agrupaciones y aficionados decían adiós a la fiesta en la calle con la sensación de que esto tan sólo ha comenzado a arrancar. La celebración del Carnaval oficial, o llamémosle sucedáneo, fiesta de verano o como queramos para no herir sensibilidades, abre un nuevo horizonte y grandes esperanzas para final de curso.
Con ausencias o sin ellas, la realidad es que Cádiz volverá a llenarse de agrupaciones y aficionados en busca de unas coplas que tras un año de ausencia son aún más adictivas que antes de la pandemia. Las ganas de recuperar la identidad y volver a la normalidad, hacen aún más necesario el regreso de una fiesta que ha vuelto a demostrar en febrero que es capaz de sobrevivir a cualquier obstáculo.
Este último domingo de Carnaval volvió a sacar a la calle a numerosas agrupaciones y a los aficionados, aunque nada tuvo que ver con esos habituales domingos de Piñata en Cádiz, de concentraciones multitudinarias y atascos insufribles. Cádiz amaneció como cualquier otro domingo del año. Con el mercadillo instalado junto a la Plaza de la Libertad y con los paseos matutinos de sus vecinos. Tan sólo el partido trascendental que jugaba el Cádiz frente al Rayo a mediodía en el Carranza, distraía la atención de los hosteleros y de los más madrugadores, que ya hacían cábalas sobre los puntos que hacían falta para salir del descenso.
Precisamente, este partido retrasó la fiesta en las calles de la ciudad, que quedó emplazada a la tarde-noche. En horario matutino, era la chirigota ‘La murga de los protestantes’ la que congregaba a decenas de personas en los alrededores del Mercado Central al grito de «¡Qué bonito está mi Cádiz, qué bonita es mi ciudad». Un cántico que este año ha sido mucho más que en ediciones anteriores o quizás, se ha cantado con más ahínco.
El encuentro con 'Milagri'
Mientras que los integrantes del grupo de David Amaya se lo pasaban en grande en su desfile por Cádiz, gran parte de los grupos aún no había comenzado a llegar al centro.
Pero la gran fiesta llegó con los dos goles del Cádiz ya en el marcador. La euforia asaltó entonces las esquinas de Cádiz, que comenzaron a atestarse de gente. Uno de los momentos del día y quizás de este Carnaval se vivió en la calle Armengual, donde la romancera Ana Magallanes protagonizó un esperado encuentro con la madre del alcalde de Cádiz, ‘Milagri’, pero de la de verdad.
Como contaba la autora días antes en LA VOZ de Cádiz, la verdadera Milagri le había pedido cantar con ella el fin de semana y lo cumplió. Como cualquier otra gaditana, se acercó a la calle Armengual y presenció en directo el romancero sobre su figura. Incluso se subió con la autora en la escalerilla y participó en algunas partes del romance, apuntando algo o riéndose a carcajadas.
«Un cura, un fraile, qué guapo está mi alcalde»; «Ya llegó el verano, ya llegó la fruta y el que no vote a Kichi es un hijo de...» o «Alcalde, siempre contigo», cantaba la madre de Kichi entre risas que, eso sí, no se olvidó de llevar puesta su mascarilla en todo momento.
Sin duda, uno de los grandes momentos que deja este Carnaval de Cádiz, donde incluso la madre del alcalde se lo pasa en grande con una parodia sobre su defensa a ultranza de su hijo y riéndose de sí misma. Toda una filosofía de vida en la capital.
En otras zonas de la ciudad como Santa Cruz , se dio cita una vez más el dúo de ‘Los muerto der Carnavá’, que volvió a armar un auténtico revuelo con uno de los tipos más simpáticos de esta edición, el de Raffaella Carrá.
Y así, con una afluencia de público cada vez mayor a medida que avanzaba la tarde, Cádiz volvió a cerrar un Carnaval de febrero que no dice adiós, sino hasta luego.
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