INDUSTRIA NAVAL
Hasta 9 millones de euros deja en la Bahía la reparación de un crucero
Navantia remata un año récord en carga de trabajo con la obra este mes de otros cinco barcos en Cádiz y Puerto Real
La reparación de cruceros en el astillero de Cádiz se ha convertido en una fuente de empleo y de ingresos que va a más. Navantia cerrará el año con una cifra histórica tras reparar en la Bahía un total de 16 barcos . El remate final a doce meses de intenso trabajo tendrá lugar a lo largo de noviembre y diciembre con la llegada de cinco nuevos buques. Dos de ellos ya se encuentran en los diques de la factoría de Cádiz. Se trata del ‘Rhasody of the Seas’, de Royal Caribbean, y del ‘Winsurf, de la compañía Wind Star. Ambos cruceros permanecerán doce días para una varada de mantenimiento que empleará a medio millar de personas.
El trabajo se acumula ante una agenda muy apretada de contratos . La presencia de estos dos cruceros en los diques del astillero de la capital ha llevado a Navantia a utilizar también la factoría de Puerto Real como centro de reparaciones. Esta misma semana llegarán también a la Bahía el ‘Thomson Dream’ y el ‘Thomson Celebration’. Unas 400 personas se encargarán durante doce días de la puesta a punto de ambos buques en el dique de Matagorda. La campaña de este año se cerrará el próximo 21 de noviembre con la llegada al astillero de Cádiz del ‘Zenith,’ de Pullmantur , sin embargo, el programa de reparaciones cogerá otra vez impulso en el segundo trimestre de 2017 con nuevos contratos. La compañía ya tiene reservas de dique hasta 2018.
Las obras de mejora de estos buques en el astillero de la capital generan una media de 600 empleos directos con puntas de hasta 2.000 personas en momentos de máxima carga de trabajo. Uno de los mejores ejemplos se ha vivido recientemente con la reforma del ‘Disney Wonder’, que ha permanecido en el dique gaditano durante 40 días para una reforma integral. A la plantilla de Navantia y de la industria auxiliar de la Bahía se sumó también el contingente de trabajadores contratado por el armador del buque, la Disney Cruse Line, para ejecutar la reforma interior. Más de 3.000 personas, además del millar de trabajadores que integraban la tripulación del crucero de la Disney, estuvieron en el astillero durante un mes. La presencia de esta mano de obra provoca una onda expansiva en la economía local que se traduce en fuertes ingresos para bares, restaurantes y hoteles de la provincia.
Gasto medio
El gasto medio de los trabajadores que participan en la reforma de un crucero es de 20 euros diarios, lo que significa que el impacto de una obra de la envergadura del ‘Disney Wonder’ ha dejado unos ingresos de 9 millones de euros en la economía de la ciudad .
El efecto inducido podría ser mucho mayor si las navieras optaran por contratar en Cádiz la totalidad de la mano de obra que necesita la reforma de un crucero en lugar de traerla de otros países. No obstante, Navantia ha extendido sus redes y cada vez son más las empresas gaditanas que actúan en la reparación de un barco. La reforma o modernización de un crucero entraña, por un lado, una obra exterior y, por otro, una actuación interior. Navantia y la industria auxiliar de la Bahía se encargan de lo que conocemos como la ‘marina’, es decir, de los trabajos relacionados con maquinaria, pintura, propulsores, estabilizadores, anclas, cadenas y tanques de combustible, entre otros.
Igualmente, los astilleros gaditanos han desarrollado proyectos especiales que van más allá de los puramente técnico. Este es el caso de la construcción en marzo de 2015 de una estructura especial para albergar en la cubierta del ‘Explorer of the Seas’, de la Royal Caribbean, de una nueva línea de camarotes Vip. Los astilleros gaditanos participaron entonces en el proyecto de ampliación de este crucero.
Más de 2.000 empleos, entre directos e indirectos, ha movido de media la factoría de la capital en 2016
Sin embargo, la transformación de un barco de ocio implica una importante obra interior . Esta parte es de vital importancia para los armadores ya que supone la actualización y mejora de los grandes espacios comunes del barco. Para afrontar estos trabajos en un periodo de tiempo muy corto se requieren empresas altamente especializadas que, habitualmente se mueven en los astilleros alemanes, italianos, finlandeses, americanos y españoles. Los contratos con estas empresas se firman con casi dos años de antelación y son controladas por el propio armador. Una reforma importante supone gestionar más de 1.000 contenedores de nuevo material en un solo mes , por ello es fundamental que armador y las subcontratas estén coordinados.
El tiempo de respuesta en la obra de un crucero es vital. No hay que olvidar que el tiempo que esté varado el barco es dinero que pierde su armador. Un crucero factura un millón de euros diarios cuando navega. Por lo tanto, las grandes compañías y las subcontratas no se pueden permitir el más mínimo fallo en el plazo de terminación de la obra.
Mercado muy competitivo
Navantia ha cumplido siempre de manera escrupulosa con las fechas. De hecho, la Royal Caribbean emitió un informe muy favorable en 2014 de los trabajos practicados con su flota en el astillero de Cádiz desde que comenzó su relación en 2011 con la reforma del ‘Splendour of the Seas’. Este dossier ha servido a los ejecutivos de la compañía Carnival para contratar los servicios de la empresa española.
La reparación de cruceros es un mercado muy competitivo y de muy difícil acceso , donde juegan un papel determinante los astilleros alemanes, italianos, franceses, portugueses y americanos. Sin embargo, Navantia ha logrado meter cabeza en este mercado y fidelizar clientes como Disney, TUI, Thomson, Windstar, Royal Caribbean y las filiales de esta última compañía: Celebrity, Pullmantur y Azamara.
La planta gaditana inició en 2008 los primeros trabajos y desde entonces ha reparado 42 barcos
No ha sido fácil colocar a la planta gaditana en la primera línea de este mercado. Navantia se vio obligada en 2008 a diversificar su actividad en materia de reparaciones tras anunciar la Armada española la cancelación de sus planes de inversión en la renovación de la flota. Hasta ese momento, el Ministerio de Defensa era el principal cliente de la compañía naval, pero la crisis y los ajustes presupuestarios llevaron a la Armada a suspender sus inversiones, lo que obligó a la compañía a buscar otras fuentes de ingresos. De esta forma empezó su incursión en el mercado de la reparación de cruceros. La primera compañía que utilizó los servicios de Navantia fue Iberocruceros, que firmó un contrato en 2009 para la reparación del ‘Grand Voyager’. Desde entonces, unos 42 cruceros han pasado por los astilleros gaditanos para su reparación.
En términos de ocupación, las instalaciones han estado ocupadas durante 196 días este año , de los que 159 han tenido como principal protagonista al dique seco de la factoría.
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