Día Internacional del Guía Turístico
Los guías turísticos oficiales denuncian el «descontrol» de los Free Tours en Cádiz
Los guías oficiales critican el crecimiento desmesurado de este tipo de empresas, que se sitúan en torno a un 80% frente al 20% que cuenta con acreditación
Se identifican con camisetas o paraguas de colores llamativos. Micrófono y altavoz en mano, estos polémicos ‘Free Tours’ campan a sus anchas por las calles de la ciudad. Se han convertido en un sector mayoritario en la capital gaditana y son una opción elegida cada vez por un mayor número de turistas.
Un fenómeno que surgió hace poco más de cinco años en la capital gaditana y que pese a las críticas de los guías oficiales no ha conseguido regularizarse en este plazo de tiempo y, a día de hoy, se ha convertido en un auténtico problema para un sector que se encuentra a la expectativa y que cuenta con la acreditación oficial.
Los guías turísticos de Cádiz cifran en torno a un 80% el número de este tipo de guías frente al 20% que supone el sector de guías oficiales, que cuentan con los requisitos que exige la administración autonómica para conceder este permiso. Unos requisitos cada vez más exigentes y que ha provocado que cada vez sean más los que se dedican a enseñar Cádiz a cambio de una simple propina.
Tan sólo hay que buscar en ‘Google’ para encontrarse un largo listado de empresas, la mayoría de fuera de Cádiz, que ofrecen, numerosas propuestas de rutas por la ciudad.
«Visitas gratuitas para conocer Cádiz de verdad», promociona uno de los trabajadores de estas empresas de’Free Tours’ que espera frente al Ayuntamiento de Cádiz a un nutrido grupo de turistas que han contratado sus servicios. Y es que la demanda de estos ‘Free Tours’ crece al mismo ritmo que lo hace el número de visitantes que llega a una capital que está de moda.
«Ahora mismo es un descontrol, especialmente en los meses de temporada alta, cuando se amontonan en barrios de calles estrechas como El Pópulo y ni siquiera podemos pasar. En verano, las calles estaban atestadas de gente y utilizan micrófonos a todo volumen, lo que provoca molestias a los vecinos, claro», apunta uno de los pocos guías oficiales que existen en Cádiz, Jesús Carrillo .
Asegura que desde hace años están intentando buscar soluciones a un problema que, a su juicio, supone dos graves inconvenientes para el sector oficial: la competencia desleal y el intrusismo laboral.
«Es una auténtica falta de conocimiento sobre las consecuencias de este tipo de turismo o una preocupante falta de empatía hacia este sector. Además de esta competencia desleal, se ha normalizado de una forma brutal el intrusismo laboral, creyendo o haciendo creer así que cualquiera es guía turístico profesional», denunció el experto, a la vez que puso de relieve la importancia que tiene para la ciudad contar con un sector preparado y que cuente con la formación necesaria.
«Nosotros actuamos como embajadores de la ciudad para los visitantes por lo que nuestra labor es fundamental para el día a día y la economía de la ciudad ya que dependerá de lo que mostremos, cómo lo mostremos y los lugares que recomendemos en nuestros recorridos. Por ello se pone constantemente de manifiesto la importancia de que el guía turístico esté debidamente habilitado, formado e informado. Y esa habilitación no te la otorga evidentemente un paraguas, una tarjeta con tu nombre o un logotipo sino un carné y estudios. Vivir de las limosnas de otros es algo que está muy lejos de esa libertad y modernidad que se ofrece», añade Carrillo.
Por este motivo, desde la Asociación de Guías y Empresas Turísticas han pedido ayuda en numerosas ocasiones a las administraciones para que regularicen este servicio, al igual que han hecho otras ciudades europeas como Florencia y otras capitales andaluzas como Granada.
De hecho, aseguraron que el Ayuntamiento de Cádiz firmó un acuerdo con la Junta de Andalucía para ofrecer unas garantías al sector, algo que a día de hoy apuntan que no se está cumpliendo. Incluso ponen de relieve que los estudiantes del Grado de Turismo están haciendo prácticas en este tipo de empresas.
Jesús Carrillo critica que incluso la policía ha mirado para otro lado cuando durante la pandemia del coronavirus estas empresas han superado los aforos permitidos para las visitas turísticas. «Hemos sido testigos de cómo los compañeros llamaban y avisaban de grupos de hasta 50 personas a las puertas del mismo Ayuntamiento y ni siquiera se ha actuado. Imagínate cómo se ponen las calles del barrio del Pópulo cuando coinciden dos o tres grupos así. Esto provoca también que los vecinos acaben poniéndose en contra de los turistas y de los guías, ya que ellos no saben distinguir quiénes son oficiales y quiénes no», apostilló el profesional.
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