ARMADA ESPAÑOLA

De la guerra del Golfo a la operación 'Atalanta', la fragata 'Reina Sofía' cumple 30 años

Este buque de la Armada, con base en Rota, celebra sus tres décadas desplegado en el océano Índico

Foto de familia de la dotación de la 'Reina Sofía' en su aniversario

Verónica Sánchez

Desplegada en la operación 'Atalanta' de lucha contra la piratería en el océano Índico, patrullando sus aguas, así ha celebrado la fragata 'Reina Sofía' sus 30 años de servicio a la Armada. «De la manera que mejor sabe» , dicen desde el buque.

La Reina Sofía partió de su casa, la base Naval de Rota, hace un mes, el día 2 de octubre para participar en esta misión y su regreso está previsto para finales de febrero de 2021 , tras cinco meses de navegación. En esta operación de la Unión Europea, la fragata española ayuda a disuadir, prevenir y reprimir la piratería, supervisar la actividad pesquera frente a las costas de Somalia, así como proteger a los buques del Programa Mundial de Alimentos (WFP), de la Misión Africana en Somalia (AMISOM) y otros buques vulnerables que transitan por la zona.

Es el último despliegue de un buque que ha navegado más de 600.000 millas náuticas, lo que equivale a más de una vuelta al mundo por cada uno de sus 30 años de vida . Durante sus numerosos periplos por los mares y océanos del mundo, ha visitado los principales puertos de la geografía española así como una gran cantidad en otros continentes como África, Asia, América y la propia Europa. En total, la 'Reina Sofía' lleva 198 puertos visitados.

Guerras, misiones y ejercicios

Detallan desde el buque que «estas tres décadas en la mar, le han permitido integrarse regularmente en las Fuerzas Navales Permanentes de la OTAN tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico así como participar también en agrupaciones navales como EUROMARFOR y EUNAVFOR. Con ellas, ha participado en numerosas operaciones reales y ejercicios de carácter nacional y multinacional a lo largo del mundo: guerra del Golfo, Tapón, Linked Seas, Destined Glory, Active Endeavour, Operación Sierra-Juliet, Unitas, Mare Aperto, Loyal Midas, Galiber, SNMG, Atalanta y Sophia ».

Imagen de la botadura de la fragata.

Un completo historial para esta fragata gaditana, que fue entregada a la Armada Española el 30 de octubre de 1990 (había sido botada tres años antes), integrándose en la 41 Escuadrilla de Escoltas localizada en la Base Naval de Rota. «Continuando con la tradición secular de que buques de la Armada hagan honor a la Familia Real, la cuarta fragata de la clase Santa María porta el nombre de Su Majestad la Reina Doña Sofía quien es además su ‘madrina’», explican desde el buque.

Para que se hagan una idea, la fragata 'Reina Sofía' (cuyo numeral de costado es F-84) es algo más larga que un campo de fútbol , ya que tiene una eslora de 135 metros, pesa 4.100 toneladas y puede alcanzar una velocidad de 28 nudos.

Su dotación está compuesta por 200 personas , que pertenecen a la propia dotación del buque, pudiéndose ver aumentada de manera notable durante los despliegues operativos con personal perteneciente a la unidad aérea embarcada, Unidad de Guerra Naval Especial o Equipos de Protección de Infantería de Marina, así como personal sanitario o Estados Mayores. De hecho, en este despliegue el buque cuenta por primera vez con un contingente de la 11ª Escuadrilla de Aeronaves que por medio de los drones del sistema 'Scan Eagle' le aportan nuevas capacidades en misiones de vigilancia y obtención de imágenes en tiempo real y la dotación asciende a 230 personas .

Salida de la 'Reina Sofía' de la Base Naval de Rota el pasado 2 de octubre. Armada Española

Una 'burbuja' libre de Covid

«Es complicado dejar a la familia y no verla en 5 meses sabiendo además que el Covid-19 está en auge en España ahora mismo», declara el marinero David Femenía Martín , el mecánico encargado de la propulsión de las turbinas de la 'Reina Sofía'. «Se queda una parte de uno mismo en casa y con una pandemia mundial de por medio, lo que queremos todos es estar con la familia», afirma al respecto el marinero Alejandro Ossorio Alonso , cuya labor es el empleo y mantenimiento del armamento de la fragata. «Nunca es fácil dejar a tus seres queridos y menos en esta situación. Tenemos una carga mental superior a misiones realizadas en condiciones normales. En cinco meses pueden suceder muchas cosas y afrontamos cada día con el mismo deseo, que a la vuelta permanezca todo como lo dejamos», opina el sargento Manuel Rosety Casado , jefe del mantenimiento de la dirección de tiro del buque y supervisor de artillería.

Se sienten «privilegiados», tal y como asegura el marinero Ossorio, porque «aquí dentro, aunque no tengamos libertad, gozamos de la tranquilidad de que no va a haber contagios puesto que no tenemos ningún contacto con el exterior. De ahí que ya no sea obligatorio que llevemos la mascarilla en todo momento , lo que es un alivio». Y es que, detalla el marinero Femenía, «tras un periodo de cuarentena, test PCR y medidas preventivas a bordo durante las primeras dos semanas, pasamos a ser un buque libre de Covid, una especie de burbuja». ¿Lo peor? Las noticias «poco esperanzadoras» del exterior. «Esperamos que cambie pronto», dice el sargento Rosety.

Para mantener esa burbuja, no van a poder pisar tierra firme hasta que vuelvan a casa, el próximo mes de febrero. Con edades que van de los 28 a los 33 años, estos tres miembros de la navegación cuentan que eso va a ser lo más duro de la navegación, ya que cuando paran en nuevos puertos, la dotación disfruta bajando a conocer otros países y culturas. « Estamos las 24 horas del día conviviendo y trabajando en un espacio reducido . Además, es triste no poder visitar ciudades y conocer culturas diferentes, aunque nunca conoceré una ciudad como nuestro Cádiz», resume el sargento Rosety.

Y es que los tres son gaditanos y echan de menos su tierra. ¿Lo que más? «Ir a la playa con la familia y los amigos», para el marinero Femenía. « Dar un paseo por el centro de Cádiz de la mano de mi novia y sentarme en cualquier terraza a comerme una tapa de papas aliñás. Es lo primero que voy a hacer en cuanto llegue. Si no seguimos con la restricción de movimientos, claro...», cuenta el marinero Ossorio. «Bañarte en La Caleta o contemplar sus atardeceres, comerte un papelón de 'pescao frito' en cualquier plaza contemplando su ambiente», narra el sargento Rosety.

Para celebrar sus 30 años de servicio a la Armada, la fragata 'Reina Sofía' celebró el pasado día 30 de octubre un acto castrense de leyes penales a bordo, con imposición de condecoraciones a miembros de su dotación. Por delante, cinco meses de patrulla en aguas del océano Índico y en el pensamiento, Cádiz. Porque, como dice el sargento Rosety, «un gaditano si no tiene su tierra cerca la piensa constantemente» .

De izquierda a derecha: marinero Femenía, sargento Rosety y marinero Ossorio. L.V.

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