El grupo gaditano de apoyo a Susana Díaz se presenta en público

Representantes provinciales y mucha veteranía pero poco peso institucional en el colectivo que respalda a la presidenta de la Junta

J. LANDI

Comparado con el arrollador paso de Pedro Sánchez hace 15 días por el Palacio de Congresos –aunque ahora sin la presencia de gran lider alguno–, llamó la atención la frugalidad. Pocas caras conocidas de la ciudad de Cádiz (ni concejales gaditanos, ni expresidentes de Diputación, ni los últimos secretarios generales locales...) y muchas de toda la provincia, como proclamando que a sencillos, a base, no les gana nadie. El aparato, guardado para mejor ocasión, para las grandes tardes. Modestia en las formas, salón pequeño de la humilde sede de Gaspar del Pino , como en una reunión de las semanales pero con un centenar de asistentes. Previsible el discurso: con las comas, signos de admiración y preposiciones en el mismo lugar que los dejara colocados Susana Díaz 30 horas antes, en Madrid, al formalizar por fin sus aspiraciones a ser secretaria general del PSOE de toda España.

En política partidista hay poco margen a la casualidad. Era la presentación del grupo provincial de apoyo a la presidenta trianera y se trataba de mandar un mensaje: los normales somos nosotros. Castas, las de otros .

Una vez que se ha instalado la simplista división de que la estructura de poder está con la presidenta de la Junta y que la militancia vive arrebatada por el ‘sí es sí’ (antes conocido como ‘no es no’) de Pedro Sánchez, conviene ir a ganar a campo contrario. Los susanistas de Cádiz quisieron presumir ayer, en su inauguración como plataforma de apoyo público, de callos y trienios, de calle y trayectoria. Lo que para muchos es aparato trasnochado del siglo XX (linde temporal aportada por Sánchez) para muchos afiliados es orgullo de pertenencia y pasado glorioso. Con todo, conviene mantener las formas y ante los medios un alcalde hizo de portavoz.

El portuense David de la Encina calcó el guión : «Queremos un PSOE fuerte y unido. Creemos en el proyecto de Susana Díaz, que representa a ese PSOE ganador y que salvaguarda los pilares fundamentales del estado de bienestar. Defendemos un PSOE donde quepamos todos, con un liderazgo fuerte, con un proyecto político con experiencia de Gobierno y avalado por triunfos electorales, y eso lo representa Susana Díaz». María Naval, diputada provincial y secretaria de Igualdad en la Ejecutiva, le respaldó para anunciar que «a lo largo de esta semana se van a constituir en la provincia diferentes grupos de apoyo» específicos. Habrá uno de alcaldes, otro de jóvenes y otro sólo de mujeres.

La revolución oficial

Tras la comparecencia ante los micrófonos, llegó el momento de convencer a los convencidos, de hablar al centenar de afiliados y cargos concentrados. Javier Puyol, que se presentó como militante raso, aseguró que volvía de Madrid «con un chute de ilusión» tras escuchar a Susana Díaz y dejó caer otra chocante pista del argumentario de la presidenta que quiere liderar el PSOE nacional: «Queremos hacer una revolución pero como se hacen las revoluciones, sin extremos ni extremismos. Una revolución desde el Boletín Oficial del Estado y desde el BOJA, una revolución que modifique leyes desde las instituciones, como ha sucedido con la ‘ley mordaza’, con las pensiones... Así se hacen las revoluciones».

Aviso a revolucionarios. Se hacen desde los despachos, los consejos y los escaños. Como todos los ejemplos han confirmado a lo largo de la Historia.

El imprescindible listado de asistentes y ausentes

Ante los ojos de los votantes, que no militantes, y de los propios afiliados, el mayor interés de este tipo de actos está en saber quién estuvo y quién no. Quién es quién. Quién va con quién. Así, para la pequeña historia del morbo político gaditano, el acta enviada por los propios organizadores sitúa en el lugar de los hechos a David de la Encina, alcalde de El Puerto de Santa María y Javier Puyol, militante de la Agrupación Local de Cádiz, que presentaron el acto. Junto a ellos, la veterana del Parlamento de Andalucía Raquel Arenal y el exconcejal Gonzalo Pando de Cádiz, José Vera de Chiclana, César Custodio de Puerto Real, Daniel Moreno y Fernando Silva de Algeciras, Francisco Carrera de Medina, la dimisionaria delegada Gema Araujo y Miguel Tornay de La Línea de la Concepción, Claudia Márquez de San Fernando, Juan Montes de Oca de Los Barrios, Antonio Ruiz de Tarifa, Encarna Niño de Rota, Rafael Quirós exalcalde de Barbate, la diputada jerezana en Madrid Miriam Alconchel y las concejales arcenses Saray Soria y Ana Carrera.

El listado de ausencias es mucho más largo y simbólico. No todos los que faltaron están con Patxi López o con Pedro Sánchez, obvio. Algunos de los que faltaron son leales a Susana Díaz sin mácula de sospecha. Otros muchos, no.

Como símbolo del posicionamiento, a cinco metros de la sala donde se vivía el acto, mientras se celebraba, un concejal gaditano, José Pacheco, trabajaba en una reunión con seis vecinos de la ciudad, en la misma sede, a tres pasos, en otro despacho, acristalado. Un ejemplo gráfico y transparente de la diversidad o la disparidad, según cada cual.

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