Provincia

Un gato protagoniza una surrealista escena y moviliza una céntrica calle de Sanlúcar durante varias horas

El animal, de muy pequeño tamaño, se refugia en el motor de cuatro coches distintos y fue acogido de madrugada por una vecina

Momento en el que varios bomberos intentan liberar al animal. L.V.

Álvaro Mogollo

Un gato fue el centro de atención de una situación muy peculiar que tuvo lugar en la calle Hermano Fermín de Sanlúcar en la tarde noche del lunes . Corrían las 20.00 cuando una joven, al bajarse de su coche, hacía saber a varias personas que había escuchado a un pequeño felino maullar mientras conducía desde Chipiona hasta Sanlúcar . El punto de salida de su primer viaje fue Sanlúcar, por lo que se desconoce si el gato hizo el trayecto de ida y el de vuelta en los bajos del vehículo o si se montó en el municipio chipionero.

El caso es que tras varios intentos infructuosos para evacuar al minino , fue necesaria la presencia de un hombre con conocimientos en mecánica que, con la ayuda de varios voluntarios y un gato hidráulico, irónicamente, hizo salir al animal de su escondite no con pocos esfuerzos para que la joven pudiese encender nuevamente el motor y emprender por fin la marcha hasta su destino.

El gato, claramente un cachorro, estaba ostensiblemente asustado y tras huir de las manos que buscaban ponerlo a salvo y llevarlo a una clínica veterinaria, decidió repetir operación con un vehículo estacionado a muy pocos metros . En este caso, el coche era mucho más bajo, por lo que liberarlo era una tarea aún más difícil.

En principio, que un gato haga esta operación no tiene mayor riesgo a menos que el motor se encienda. Pero los vecinos, después de ver sus dimensiones y pensar que corría peligro, intentaron rescatarlo por miedo a que no se fuera del coche antes de que el dueño del mismo regresase. Por si acaso, pusieron en el limpiaparabrisas un cartel manuscrito que rezaba 'Hay un gato en el motor' . Sobre las 21.30 llegaron los propietarios del vehículo y observaron con inquietud el tumulto de gente que rodeaba su coche.

Pese a que insistían en que no tenían prisa por marcharse en el vehículo, a lgún vecino avisó a los bomberos con la intención de que pudieran solucionar la situación con las herramientas adecuadas. Dos camiones del Consorcio de Bomberos de la provincia de Cádiz pertenecientes al Parque de Sanlúcar se personaron en el lugar.

Cinco operarios pusieron todo su empeño en desencallar lo que se estaba viviend o utilizando calzos y todo el material que estaba a su disposición. Tras un largo rato consiguieron que el gato saliera de los bajos del coche .

Pero lo más surrealista llegó cuando el desorientado y asustado animal echó a correr esquivando todos los brazos para, cómo no, meterse en el motor de un taxi que había parado unos minutos antes en la zona para tratar de ayudar.

La operación se repitió durante largos minutos después de desplazar el vehículo, eléctrico en este caso, con sumo cuidado para estacionarlo correctamente y así poder intentarlo por tercera vez. De todas las formas posibles además, incluso poniéndole en el suelo una lata de sardinas para abrir el apetito del gato. Algo que tampoco dio resultado, como declaraba con sorna uno de los bomberos: «Es de Sanlúcar o de Chipiona, no le va a impresionar el pescado».

A las 23.30, la conductora del taxi optó por dejar su vehículo estacionado y esperar de esta forma que el animal se tranquilizara sin la presencia de tanta gente alrededor y que de esta forma, durante la madrugada, pudiese salir del motor y refugiarse en otro lugar.

Cosa que acabó ocurriendo pronto, cuando dejaron el suficiente espacio al gato para que este sintiese que nadie estaba pendiente de sus pasos, salió del taxi . Pero eso sí, para meterse nuevamente en los bajos de otro vehículo estacionado al que colocaron el cartelón de aviso.

Pasadas las 2.00 horas de la madrugada, una vecina se hizo con el pequeño gato una vez que abandonó los bajos de su último escondite para llevárselo a su casa y poder recibir por la mañana la atención de un profesional veterinario y en, caso de no tener dueño, adoptarlo.

Un episodio que captó la mirada de muchos viandantes y conductores que pasaron por una de las calles más concurridas de Sanlúcar durante las más de seis horas en las que el gato estuvo resguardándose en distintos coches, algo que suele ser común durante los meses más fríos del año pero no tanto a las puertas del verano.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate

Ver comentarios