GANADERÍA
Los ganaderos gaditanos, al límite por los efectos de la sequía
La falta de pastos para los animales les ha obligado a afrontar un gasto extraordinario en piensos en los últimos meses
Son el eslabón más débil de la cadena. Agricultores y ganaderos se quejan de que, a la hora de analizar los problemas de la sociedad, siempre son los últimos. El representar el 7% de la población y estar apartados del mundo urbano «hace que la mayor parte de las veces no estén pendientes de nosotros». El campo gaditano vive un momento delicado , en el que los efectos de la sequía y la incertidumbre por la financiación de la Política Agraria Comunitaria (PAC) son dos de los temas más candentes.
El más acuciante en este momento es el de los efectos de la sequía. Según indica Pedro Gallardo, presidente de Asaja-Cádiz, «los agricultores de la provincia han podido soportar algo mejor el golpe porque la mayor parte de los cultivos son de regadío, pero los ganaderos están viviendo una situación límite».
El problema, explica Gallardo, es que los ganaderos no han podido alimentar a sus animales con pasto y han tenido que recurrir a piensos, «lo que ha disparado los costes de producción». Es por eso que el colectivo reclama a la Junta que las ayudas que se pagan en diciembre se adelanten , porque muchos están pasando por serios problemas económicos. «Sería una pena que, después del desastre que el precio de la leche ha traído a la cabaña ganadera gaditana, se cerraran más explotaciones por la sequía».
De los cultivos, el más afectado por la sequía ha sido el cereal, con unas pérdidas de entre el 25% y el 30%. Una situación más o menos asumible «si no fuera porque el precio ha caído un 40%, así no podemos afrontar malos años», se lamentaba Gallardo.
La PAC y los transgénicos
Precisamente, en esta semana Asaja hizo público un comunicado con sus objetivos para el próximo curso. En él, uno de los aspectos en los que puso el acento fue en la financiación de la política agraria común, que ahora depende al 100% de los fondos europeos y que podría estar condicionado, en un futuro, a las arcas de los estados. «Si queremos una política agraria común, debemos tener la misma financiación, no nos podemos arriesgar a que, por lo que sea, el estado disminuya las ayudas».
También se quejan los agricultores de la falta de ayudas forestales, «que no se conceden desde el año 2012». «Por supuesto que el Infoca realiza una labor fundamental, pero los incendios hay que empezar a apagarlos en invierno limpiando el monte y ahí los agricultores tienen mucho que decir», detalla Gallardo.
Del mismo modo, Asaja reivindica «mayor sensibilidad con el campo» a la hora de legislar. Se refiere, fundamentalmente, a que «se legisla sin darnos las herramientas para ser sostenibles». En román paladino, que se prohiben decenas de sustancias para la agricultura «que son empleadas por los otros países para elaborar alimentos que luego nosotros compramos sin ningún problema». Como ejemplo, cita el caso de la soja transgénica, «que aquí en Europa está prohibida producirla pero que tenemos que importar para poder alimentar al ganado». En donde sí se mostró satisfecho y agradecido fue en la labor que realizan los grupos Roca de la Guarida Civil para evitar robos en el campo.
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