SUCESOS
Funcionarios de prisiones: «Nosotros no somos bomberos»
Piden una mayor formación para poder hacer frente sin riesgos añadidos a los incendios que provocan algunos reclusos en sus celdas. El último, este fin de semana en Puerto III
«Nosotros no somos bomberos ». Esta es la voz de alarma que llega desde las cárceles. Desde hace tiempo funcionarios de prisiones tienen que hacer frente a los incendios que provocan algunos reclusos en sus celdas. El último, este pasado fin de semana en Puerto III, cuando un interno, considerado muy conflictivo, prendió fuego a su colchón y los funcionarios tuvieron que entrar no solo a sacarlo a él entre una fuerte humareda, sino también para desalojar a toda esa galería y evitar la intoxicación del resto de reclusos. Con el riesgo y el peligro que eso conlleva.
Por ello, desde el sector de Instituciones Penitenciarias de CSIF Cádiz denuncian la «falta de formación» que padecen los trabajadores de las prisiones gaditanas, para actuar ante incidentes como el ocurrido. Lamentan que tengan que actuar con rapidez «empleando los pocos medios y la poca formación» que tienen.
Desde CSIF se subraya que el colchón de esa celda supuestamente es ignífugo, por lo que prende con más tardanza de lo habitual. Este tipo de situaciones, según apunta su portavoz, Ángel Luis Perea, «pone en claro riesgo al personal funcionario así como a toda la población reclusa» .
Desde el sindicato se insiste que los trabajadores «han de recibir una formación completa y actualizada sobre cómo usar los equipos de extinción de incendios, ya que muchos recibieron este tipo de cursos hace muchos años, otros apenas han recibido cursillos de pocas horas, e incluso, hay funcionarios que ni siquiera están formados en estas cuestiones». Para CSIF es «fundamental que los funcionarios tengan la preparación adecuada para atajar con rapidez estos episodios que se repiten cada vez con más frecuencia en las prisiones españolas, y más concretamente, en las de El Puerto de Santa María».
CSIF espera que la administración penitenciaria tome «medidas urgentes» para garantizar la seguridad y la integridad del personal funcionario, dotando a sus trabajadores con los medios y la formación adecuada que les permita actuar de forma apropiada ante estos incidentes.
Además en este caso el suceso se produjo en el módulo 15 , el área de esta cárcel gaditana donde están los internos considerados más peligrosos y conflictivos por lo que el desalojo en una situación tan extrema también entraña este riesgo añadido.
Ya el pasado año un preso yihadista, también en Puerto III, provocó un fuego en su celda por la noche cuando, al parecer, se disponía a destruir documentos y manuscritos suyos ante la posibilidad de que le fueran requisados por los funcionarios, a pesar de que ya habían sido revisados. Este recluso padecía problemas psiquiátricos.
Fueron otros internos los que dieron la voz de alarma cuando alrededor por la noche comenzaron a oler a quemado y vieron salir humo de la celda. De inmediato, los funcionarios acudieron al lugar y procedieron ellos mismos a apagar el fuego. El preso se encontraba también internado en el módulo 15 de Puerto III, en la galería de tratamiento.
En otra ocasión reciente, otro preso hizo lo mismo después de que en la enfermería el personal sanitario se negaran a darle una medicina que no tenía prescrita. Su venganza fue de nuevo hacer arder su celda.
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