Inmigración Cádiz
Freno diplomático a las pateras hacia la costa de Cádiz
Las llegadas de inmigrantes a las playas gaditanas y sus rescates en el Estrecho se han se han parado tras el acuerdo con Marruecos sobre el Sáhara
«Esto demuestra que cuando quieren pone control en sus fronteras se pone»
No es una circunstancia nueva (aunque pocas veces reconocida de manera oficial) que según se encuentren las relaciones entre Marruecos y España y/o Europa así fluctúa la llegada de inmigrantes irregulares a nuestras costas. En los peores períodos, cuando estos encuentros son ... desencuentros y hay tensas negociaciones en el aire, los rescates en aguas del Estrecho o el desembarco en las playas gaditanas son más frecuentes. Por el contrario, cuando el vínculo se estrecha y se llegan a puntos en común, esas llegadas constantes se relajan.
Y esto último es lo que precisamente está pasando en estas semanas en la costa de Cádiz donde, de un día para otro, se ha dejado de tener constancia de que haya pateras con decenas de personas a bordo que sigan intentando tocar aquí tierra tras atravesar el Estrecho.
Según fuentes consultadas expertas en inmigración irregular, la razón más evidente de este nuevo giro en la fluctuación es el discutido cambio de postura que ha tenido España con respecto al Sáhara Occidental . Marruecos ha dado por cerrada su crisis diplomática con el gobierno español, tras meses de diferencias, después de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez haya variado su postura de neutralidad en el conflicto del Sáhara y haya tomado partido por Rabat, al considerar su propuesta de autonomía «como la base más seria, realista y creíble para la resolución del contencioso» en la excolonia española.
Este acercamiento se ha demostrado en una carta dirigida por el presidente español al rey Mohamed VI, en la que Sánchez «reconoce la importancia que tiene la cuestión del Sáhara para Marruecos» y destaca, además, sus «esfuerzos serios y creíbles en el marco de las Naciones Unidas para encontrar una solución mutuamente aceptable» a este conflicto que se prolonga desde hace 47 años.
Y estos halagos cruzados han tenido ya su consecuencia más directa en asuntos de tanto calado como es el salto de ciudadanos marroquíes o de otros países africanos hacia Europa pasando por España.
Los números así lo demuestran. Tras un inicio de año donde estas cifras estaban disparadas –sobretodo en Canarias y en Ceuta y Melilla– el desembarco de pateras ha sufrido un parón importante. Similar al que ya hubo durante el confinamiento de 2020. Así, y según datos oficiales del Ministerio del Interior, en los dos primeros meses de este año habían entrado en España 7.319 migrantes, en su mayoría marroquíes, frente a los 4.226 que lo hicieron en el mismo periodo de 2021. Es decir, un aumento del 73%.
Sin embargo, en el mes de marzo se ha notado un bajón muy destacable , con 1.392 llegadas registradas. La gran parte de estas entradas corresponden a los saltos masivos de Ceuta y Melilla que, curiosamente, se sucedieron antes del acuerdo entre Madrid y Rabat.
Fuera «presiones»
Y es que aunque no hay constancia escrita oficial sobre que el control de la frontera marroquí ha sido una piedra angular de este acercamiento de posturas, sí se ha declarado que la garantía de la defensa de la «integridad territorial» es una de estas claves que el presidente español puso sobre la mesa. Se intenta así evitar que la inmigración irregular y la cierta condescendencia en dejar a sus compatriotas salir sin medida ni licencias del continente africano sea utilizado ya como «una medida de presión».
El efecto sobre el visto bueno al plan de autonomía marroquí se ha dejado notar en Cádiz ya que durante las últimas semanas apenas se han producido rescates o desembarcos en las playas como venía ocurriendo desde el fin más estricto del confinamiento. Desde 2020 el goteo de pateras ha sido habitual sin que la meteorología haya sido un condicionante ya que estas entradas se han mantenido de forma constante durante cualquier periodo del año y no solo con el buen tiempo. «Esto demuestra que cuando Marruecos quiere controlar sus fronteras, lo hace», sostiene una fuente consultada.
Este cierre o aumento de control también ha coincidido con el comienzo del Ramadán, que históricamente ha sido determinante en muchos períodos para que la ‘relajación’ en las fronteras haya incrementado las salidas irregulares. Sin embargo, en esta ocasión, y de momento, esta circunstancia tampoco se está produciendo.
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