Industria
La flota de motos eléctricas de Muving está abandonada en la Zona Franca
La empresa, que fundó en 2017 Rafael Contreras, ahora vicepresidente del Cádiz y cabeza visible del proyecto Delphi, está en concurso de acreedores
Más de 200 motos eléctricas de la compañía Muving , empresa fundada en El Puerto en 2017 por el ahora vicepresidente del Cádiz, Rafael Contreras , se encuentran arrumbadas en uno de los solares del recinto interior de la Zona Franca. La empresa está en concurso de acreedores desde junio de 2021 , con una deuda de 6 millones de euros reconocida en el juzgado de lo Mercantil número 2 de Cádiz. Precisamente, la Zona Franca es uno de sus acreedores y, de momento, sus propietarios no han pagado por la ocupación del solar donde tienen aparcadas las llamativas motos amarillas.
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Muving ha sido el último fiasco empresarial de los primos Contreras, Rafael y Iván, tras el desastre protagonizado en septiembre de 2019 con el Velocípedo. Como se recordará ambos anunciaron una inversión de 16 millones de euros en Cádiz a través de Torro t y con subvenciones públicas para la puesta en marcha de la planta de montaje de esta moderna moto eléctrica. De hecho, llegaron a poner la primera piedra en una de las naves del complejo deAltadis, en Zona Franca, donde se iba a fabricar este artilugio. Sin embargo, la inversión se fue al traste cuando Torrot cambió de manos y su nueva dirección admitió que el proyecto del Velocípedo gaditano fue inviable desde el minuto uno. El director general de la empresa, José Antonio Lombardía , avanzó entonces que no era factible una moto de las características que impulsaban los Contreas cuando el mercado estaba orientado hacia el patín eléctrico.
Mientras tanto la empresa Muving seguía su camino en ciudades como Cádiz, Sevilla, Córdoba y Valencia, y con las expectativas de expansionarse a Estados Unidos. El nuevo revés para los Contreras, llegó también en 2019 cuando Acciona Mobility se hizo presente con sus motos en las mismas ciudades donde operaba Muving, además de Madrid y Hospitalet de Llobregat.
La irrupción de la pandemia llevó a los gestores de Muving a cesar la actividad a partir del 20 de marzo de 2020 y fue Valencia la primera de las ciudades donde desapareció el servicio de forma definitiva. De hecho, decenas de ciclomotores eléctricos de la compañía llevan meses tirados en un polígono de la localidad de l’Horta. Tras anunciar su reactivación a mediados de 2020, Muving abortó de nuevo su servicio en Sevilla, Cádiz, Córdoba . El último reducto fue El Puerto. Se declaró en concurso de acreedores el 22 de octubre de 2021. Muving fue pionera en el mercado gaditano con una oferta de vehículos de alquiler no contaminantes y con un gran éxito de demanda. Llegaron a realizar hasta tres ampliaciones de flota durante el primer ejercicio en Sevilla, por ejemplo.
La pandemia asestó un duro golpe a la firma por la parálisis absoluta de la actividad durante los meses de confinamiento y las restricciones sanitarias que impedían la movilidad, lo que afectó de lleno al número de usuarios y a la facturación.
Las motos ocupan una de las parcelas del recinto fiscal y sus propietarios no pagan por el uso del solar
Las motos amarillas de Muving convivieron también con una dura competencia ejercida por otras firmas del sector . Tras Sevilla, los gestores decidieron abandonar también Córdoba, así como Zaragoza y Valencia, donde tampoco la demanda cubrió las expectativas.
Finalmente la empresa gaditana presentó concurso voluntario de acreedores, con una deuda cercana a 6 millones de euros, para tratar de buscar una solución a su situación de insolvencia.
El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Cádiz designó a Lener Administraciones Concursales , que en la zona Sur está dirigida por Marta Morales, como administradores concursales de la compañía Sharing Muving, dueña de la marca de motos eléctricas amarillas.
Muving llegó a ser la startup española de 'motosharing' líder y la primera en lanzarse también al mercado norteamericano. Sin embargo, diversas circunstancias forzaron su marcha de las principales ciudades del país.
El Juzgado ha mantenido las facultades a Iván Contreras como administrador de la empresa, quien deberá contar con Lener como administrador concursal para buscar un acuerdo con los acreedores, entre los cuales se encuentran los 35 trabajadores de Muving.
La continuidad de la empresa, según fuentes informadas, pasa por encontrar un socio interesado en la compra de la unidad productiva o, en su defecto, la empresa deberá ser liquidada con el deterioro que en este tipo de situaciones sufren los activos.
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