TRIBUNALES

La Fiscalía mantiene la pena de tres años de prisión para el autor del atropello de Adrián Vázquez

Una perito afirma que la víctima no puede realizar «ningún trabajo normal» debido a las secuelas cognitivas y emocionales por las que continúa en rehabilitación cinco años después

Adrián, en una foto de archivo anterior al atropello.

M. Almagro

El titular del juzgado de los Penal número 4 de Cádiz ha dejado este lunes visto para sentencia el juicio contra el autor del atropello que sufrió el joven lebrijano Adrián Vázquez en Conil en julio de 2015. Tras la práctica de la vista oral, el fiscal ha elevado a definitivas sus conclusiones y solicita para el único encartado la pena de tres años de cárcel por un delito grave contra la seguridad del tráfico y otro de omisión del deber de socorro ya que, según los testigos, los informes practicados y la propia declaración del acusado, tras arrollar al joven, el procesado continuó la marcha.

Como se recordará los hechos ocurrían en julio de 2015 cuando Adrián Vázquez, de entonces 25 años, celebraba junto a unos amigos pasando unos días de vacaciones en Conil que le acababan de asignar plaza para ser maestro. En torno a las siete de la mañana cuando cruzaban una calle para ir a la playa y ver amanecer, el conductor de un Renault Clio se lo llevó por delante. El impacto dejó al joven crítico en la calzada. El autor que se dio a la fuga acudió al cuartel de la localidad una hora después para declarar sobre lo ocurrido. Le hicieron la prueba de alcohol pero no la de drogas. Tras el accidente, Adrián permaneció ocho meses en coma y, desde entonces, y debido a graves secuelas, físicas y cognitivas, se encuentra en rehabilitación.

La defensa del acusado pide la absolución al considerar que fue un autor de una infracción leve. La acusación particular solicita que se condene al conductor (de la misma edad de Adrián) a siete años de cárcel por un delito de lesiones por imprudencia grave y cuatro más por el delito de omisión del deber de socorro. Además solicita una indemnización por responsabilidad civil de casi cuatro millones de euros para Adrián y su familia por las secuelas, los 1.007 días de tratamiento que tuvo que recibir, y la incapacidad permanente absoluta que le provocó el atropello.

Durante la última vista, ha declarado la directora médica del centro donde el joven ha estado recibiendo tratamiento y rehabilitación. La doctora ha ratificado los informes emitidos sosteniendo que Adrián tiene un «déficit avanzado» para un desarrollo laboral. «A nivel cognitivo no podría tener un trabajo normalizado, sí adaptado o supervisado», ha concretado. A preguntas de la defensa la doctora ha afirmado que el joven ha tenido una mejora por su rehabilitación durante estos años, lo que le permite por ejemplo caminar o realizar tareas diarias básicas aunque con lentitud y dificultad, «pero el déficit funcional se mantiene grave».

Además se han visionado una serie de vídeos. Algunos de ellos aportados por la compañía aseguradora que tendría que indemnizar al joven en los que se ve a Adrián yendo a comprar a un supermercado o caminando por la calle. En dichas imágenes se percibe la dificultad para realizar estas actividades. También se ha visto otro vídeo aportado por la acusación en el que se ve al chico realizando diferentes tareas domésticas con esa misma dificultad y lentitud.

Y así se ha manifestado el abogado de la familia, el letrado Luis Romero, quien ha destacado el daño causado por «esta imprudencia muy grave». «Le cambiaron la vida. No fue un accidente de tráfico sin más. Aquí se cometió un delito que ha causado mucho dolor».

El fiscal ha basado su solicitud de pena en que el conductor cometió una imprudencia «muy grave». Por la ubicación del accidente, «una recta con perfecta visibilidad», la velocidad a la que iba -el informe de la la Guardia Civil concluye que superaba los 50 kilómetros hora en una vía de 30- y la omisión del socorro. «Todos los testigos aseguran que se marchó». Además pide como responsabilidad civil una indemnización en torno al millón de euros.

Por su parte, la defensa del acusado ha solicitado la absolución para su representado . El abogado ha insistido en que se debió a una infracción leve. Según ha asegurado el conductor, que iba a trabajar a un taller tras haber estado trabajando como camarero la noche anterior, llevaba el coche «en perfectas condiciones». Por su parte, como ha afirmado, Adrián había pasado la noche de fiesta con sus amigos y había bebido. «No le dio tiempo a frenar porque Adrián salió entre los coches», ha sostenido ante el juez. Además ha destacado que el siniestro se produjo a pocos metros de donde quedó el cuerpo de la víctima por lo que, como ha insistido, la velocidad a la que iba no podía ser tan alta.

Tras todas las pruebas practicadas el juicio quedaba así visto para sentencia.

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