TRIBUNALES

Familiares de los jóvenes asesinados por su padre en Ubrique piden el destierro del parricida

La acusación particular y el Ayuntamiento de la localidad presentan un recurso para pedir que Juan Márquez no pueda volver al pueblo una vez cumpla la condena

Juan Márquez, durante el juicio celebrado en octubre. A. VÁZQUEZ

M. ALMAGRO

Los abogados de la familia de Laura y Juan Pablo, los dos jóvenes de 19 y 17 años asesinados por su padre en octubre de 2014 en Ubrique y el letrado que representa al Ayuntamiento del municipio han presentado sendos recursos de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) contra la sentencia que condena a Juan Márquez a 45 años y medio de cárcel como autor del crimen.

Dicho recurso no contempla ningún cambio en la resolución judicial respecto a los años de prisión impuestos al filicida, sino que pide que Juan Márquez no pueda regresar a la localidad cuando cumpla la pena o en el caso que en el transcurso de su ingreso penitenciario obtenga algún permiso carcelario, por un período de diez años (el máximo que permite la ley).

Ambas acusaciones solicitaron durante el juicio el destierro del acusado si bien la magistrada no lo apreció en la sentencia al considerar que «no era necesario» dada la duración de las penas, un extremo ahora recurrido al tener en cuenta «la extrema gravedad» de los hechos y el «dolor» que supondría para los familiares de Laura y Juan Pablo poder encontrarse con el condenado por las calles del municipio.

La magistrada no lo apreció en la sentencia al ver que «no era necesario» dada la duración de las penas impuestas al procesado

Tras ser condenado a 45 años y medio de prisión por el doble crimen de sus hijos, Juan Márquez tendrá que pasar, como mínimo, 30 años en la cárcel. Así lo marca la sentencia emitida por la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Cádiz. El fallo aclara que las penas impuestas (dos delitos de asesinato y uno de abandono familiar) tendrá que cumplirlas en su límite máximo de treinta años, según señala el artículo 76-1-b) del Código Penal, al incurrir en el procesado el supuesto de haber sido condenado por dos o más delitos y que alguno de ellos esté castigado por la ley con pena superior a veinte años. A pesar de ello, las acusaciones plantean el recurso ante el TSJA teniendo en cuenta el tiempo efectivo de cumplimiento .

Por otra parte, la condena, que no es firme, no ha sido recurrida por el acusado ya que, de momento, y según fuentes judiciales consultadas, no se le ha notificado en prisión la citada sentencia.

Alevosía y ensañamiento

Juan Márquez fue condenado por la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Cádiz por dos asesinatos con alevosía, uno de ellos con ensañamiento (en el caso de la hija), a la que dio hasta 26 puñaladas. Según las pruebas aportadas y los análisis forenses , acabó con la vida de sus hijos aquella madrugada con un cuchillo de matanza de una forma «cruel» y «extremadamente violenta». El jurado lo consideró por unanimidad culpable.

El crimen se produjo días después de que el procesado recibiera una carta de los Servicios Sociales. Le citaban para consultarle por qué no estaba atendiendo a los chicos, tal y como había denunciado la hija mayor quien se había visto obligada a dejar sus estudios en Sevilla y volver a la localidad por la falta de sustento y para, además, hacerse cargo de su hermano pequeño que estaba «desatendido». Ante la imposibilidad de que su padre entrara en razón, Laura acudió a buscar ayuda . Pero, el día antes de la cita de la conciliación familiar, la joven y su hermano murieron desangrados por las graves lesiones que le ocasionó el ataque del parricida.

Según quedó probado, el acusado estaba enfadado con los niños porque ellos no aceptaban la nueva relación sentimental que había iniciado. Sin embargo, según los testigos, el malestar de los jóvenes venía porque mientras ellos no tenían para comer o estudiar, el padre sí le estaba pagando un piso de alquiler e incluso retoques estéticos a la novia.

Aquella noche Juan Márquez cogió el cuchillo de matar cochinos que tenía guardado en el armario de su cuarto, se vistió y se dirigió al dormitorio de la joven y comenzó a apuñalarla. Ante los gritos, el hermano acudió a socorrerla por lo que también fue acuchillado en reiteradas ocasiones . Tras el ataque, el filicida salió huyendo al monte y fue encontrado ensangrentado horas después por la Guardia Civil. A los agentes les dijo que los niños lo tenían «harto».

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Penas máximas para el parricida de Ubrique

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