Cádiz
Familiares de los marineros desaparecidos: «¡Tienen que volver a casa con sus hijos por favor!»
Los nervios se mezclan con la esperanza y la desolación en el puerto de Algeciras donde los allegados de los pescadores del 'Rua Mar' aguardan noticias y confían en que se les encuentre con vida
«¡Tienen que volver a casa con sus hijos, por favor, Señor mío, qué vuelvan!». Desiré no puede contener las lágrimas que lleva derramando horas desde que empezó a asimilar que lo de que su marido y compañeros de tripulación no contestaran empezaba a ser esta vez mucho más serio. Que en esta ocasión podría no deberse a la falta de cobertura, como tantas otras noches le pasa, ni porque estuviera dormido u ocupado en un relevo.
A Desiré le sonó el teléfono a primera hora de la mañana para contarle lo que jamás quiere escuchar la mujer de un pescador. No se sabía nada del 'Rua Mar' , el barco que patronea su esposo Javier Maza. 52 años, vecino de Algeciras y uno de los seis marineros que continúa desaparecido desde que se tuviera por última vez noticias de ellos la pasada madrugada a eso de la una, cuando supuestamente estaban a 28 millas de Marruecos. Fue entonces cuando la radiobaliza que llevan estos buques por si pasa algo anómalo, saltó. Avisó de manera automática a Salvamento Marítimo por posible hundimiento o colisión.
Y así, con noticias de este calado, todo lo demás es ya obvio. En el puerto de Algeciras, familiares, compañeros y amigos de los marineros, esperan en un ambiente que pinta como el día: gris. Muy gris. La desolación controlada se agarra a la esperanza, la inquietud se mide o no por tiempos... hay miradas que se pierden hacia el horizonte, otras que caen al suelo, abrazos a cada llegada y llantos inmanejables y comprendidos.
«No queremos perder la esperanza y vamos a seguir», afirma Pedro Maza. Él es presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (Faape), pero además, hermano de Javier y Ángel, patrón y técnico del barco, dos de los marineros del buque. « Solo ha aparecido la radiobaliza y dos boyas . Queremos pensar que se han ido a la deriva y alguien los ha podido recoger». Sin embargo, es un hombre de mar, de familia de mar, y sabe lo complicada que se está poniendo la situación. Tampoco lo oculta. La zona desde donde se dio el último aviso tiene más de 500 metros de profundidad y las corrientes son durísimas. Puro Estrecho.
Se manejan varias hipótesis, «conjeturas», pero «es mejor» mantener la prudencia. «No sabemos qué ha podido pasar si ha habido una colisión por otro mercante u otro problema. Ahora solo queremos pensar que los van a encontrar y que van a volver a casa». El pesquero, del año 97 y catorce metros de eslora, había sido revisado este pasado mes de mayo y se encontraba «en perfecto estado».
En la sede de la federación está también el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce. No para al teléfono. Transmite a los demás las gestiones que se están haciendo y los mensajes de apoyo que va recibiendo. «Todos los medios que se han puesto en marcha para localizarlos se mantendrán hasta que los encuentren», asegura. «Además de las emergencias españolas también está colaborando la Gendarmería de Marruecos. Es una zona de mucha navegación de mercantes y algo les ha podido pasar, pero tenemos la esperanza de que hayan sido rescatados y puedan avisar. Hay que esperar, la mar es muy difícil...».
Nervios y desasosiego en el puerto
«Aquí estamos... esperando», suspira Desiré. Se apoya en la pared. «Me llamó mi sobrino esta mañana y me dijo que Salvamento Marítimo había salido a buscarlos al saltar el aviso pero que no les encontraba». «Imáginate cómo estamos. Sin saber si están bien, o no, yo tengo la esperanza de que sí. Solo pienso en que vuelva a casa... por favor... por favor...», intenta explicar agotada y ahogada en lágrimas.
Otro hermano del patrón también está en el puerto. En el muelle. «Lo único que han encontrado es la radiobaliza, el sistema que salta cuando ocurre algo», cuenta. «Hemos intentado contactar con ellos de todas formas pero, nada, imposible ». «La última vez que habló mi otro hermano con ellos fue a las once de la noche y a partir de ahí no hemos sabido nada más».
Según cuenta, Javier, el patrón, es un marinero experimentado, «un profesional», que lleva toda la vida a los mandos de este y otro tipo de barcos pesqueros, «desde los 14 años». Las sospechas apuntan entonces a que han podido tener algún accidente. «Pinta mal lamentablemente, pero no perdemos la esperanza. Siempre la hay». A Javier, Ángel, Iván, Antonio, Daniel y Óscar los esperan en casa.
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