Drogas | Cádiz
La falta de provisión de droga por el Estado de Alarma de un clan de El Puerto destapó la trama de la cocaína de la Sierra
La Policía detectó la conexión que estos vendedores de la barriada portuense de la Revolera tenían con un pescadero, hombre de confianza del supuesto cabecilla y quien, según la investigación, se encargaba de repartir la droga por otros puntos de la provincia
El presunto líder pertenece a una familia de Jerez investigada desde hace años en asuntos de narcotráfico. Un hermano fue juzgado hace unas semanas en la Audiencia Provincial
Medio kilo de cocaína en roca. Lista para ser cortada y preparada en dosis. Eso y algunas informaciones que ya manejaba la Policía, fue el principio del fin del grupo especializado en la venta de esta sustancia entre Jerez, la Barca y Arcos, y de ahí al resto de municipios de la Sierra.
La detención de sus principales cabecillas , sobre todo la de Ezequiel, quien para los que le seguían la pista hacía una gran ostentación de sus beneficios, se produjo después de que los investigadores estuvieran durante meses uniendo cabos, conexiones, y le pudieran poner rostro a quienes supuestamente estaban detrás de esos 500 gramos ocultos en la Revolera, en El Puerto.
Al parecer, y según sostiene la Policía, estos vendedores de cocaína se habían quedado sin provisión durante el Estado de Alarma. Solían comprar a unos surtidores establecidos en Lebrija (Sevilla) pero la dificultad de trasladar la droga por el aumento de controles policiales y la escasez de mercancía les hizo llamar a otra puerta. Presuntamente, a la del grupo liderado por Ezequiel. Pero no de forma directa sino a través del que se señala como su máximo colaborador, el pescadero que usaba su negocio oficial instalado en la Barca como tapadera y también quien se encargaba del reparto de la droga en la furgoneta de la empresa.
Aquello fue en noviembre. El supuesto líder ya había sido investigado en una causa anterior . Una en la que también participó su hermano, quien recientemente ha pasado por la Audiencia Provincial de Cádiz para ser juzgado y se está a la espera de sentencia. Sin embargo, el juez sobreseyó al presunto cabecilla de la 'operación Primate' de cualquier culpa en cuanto al tráfico de sustancias en aquella instrucción. También entonces se le investigó y embargaron bienes por un supuesto blaqueo de capitales.
Pero de nuevo volvía a estar en la diana hace unos meses por el clan de El Puerto a quienes se les intervino en dos registros 500 gramos de cocaína en roca y unos 4.000 euros en efectivo, en billetes fraccionados. Ellos eran los que tenían relación con el pescadero. Según la Policía, tras seguimientos y análisis de las rutas utilizadas por este implicado, se localizaron los puntos de venta de cocaína de los diferentes miembros del clan en Arcos, Paterna de la Rivera y La Barca de la Florida, así como un punto en la Bahía, Puerto Real.
Además se pudo comprobar que las parejas de algunos de los investigados tenían un perfil muy activo en la trama, ejerciendo tanto de vendedoras como de enlace entre sus parejas y el principal distribuidor de cocaína. Otras no participan de manera activa pero se sospecha que sí eran conocedoras.
En la última fase de la investigación se identificó al clan de Jerez, formado por los tres principales distribuidores de cocaína que fueron detenidos. Según los investigadores del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de El Puerto, llegaban a vender un kilo de cocaína al distribuidor cada dos semanas más o menos, ya que surtía con gran rapidez al resto de vendedores, «además de dar las órdenes en cuanto la forma y los tiempos del reparto de la sustancia».
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