REPORTAJE
Esta comisaría sigue siendo una ruina
Grietas, humedades, suciedad, óxido, lugares disfuncionales, los problemas crecen en las jefaturas. Policías de las sedes de Jerez, El Puerto y La Línea continúan a la espera de la construcción de nuevos edificios que palien las «condiciones tercermundistas» que llevan años sufriendo
«No es que aquí haya deficiencias es que la comisaría, literalmente, se está cayendo a pedazos». Al otro lado del teléfono este mensaje apocalíptico lo transmite uno de los agentes que trabaja en la comisaría de Jerez . Esta sede policial es una de las que presenta mayores carencias y desperfectos en toda la provincia. El edificio, el antiguo palacio del Conde de Puerto Hermoso, aguanta el tirón como puede después de más de treinta años de actividad policial ininterrumpida pero desde hace tiempo su estado es ya «crítico». De ahí que, después de mucho solicitarlo, se esté construyendo una nueva que, según dijo el anterior Secretario de Estado cuando visitó las obras, será «de las más grandes y modernas de España».
Pero de momento la situación sigue siendo la que es. Y los retrasos en la construcción de esa nueva sede se acumulan después de que incluso tuvieran que tirar parte de lo hecho por un fallo en la ejecución del hormigón. Prevista para octubre de 2018 (ya con retardo) ahora se habla del primer semestre del próximo año.
Mientras, agentes y ciudadanos se mueven por la de siempre como pueden. Y con cuidado. Hace poco se cayó el techo y el falso techo de la secretaría . «Si llega a pillar a alguien abajo, lo mata». En otra de las oficinas tienen una red puesta para que no les caigan los cascotes encima. Además el edificio tiene graves problemas de filtraciones de agua, humedades y cerramientos de ventanas y puertas. Hay 'visitas' de cucarachas y ratas y la calefacción y la caldera son tan viejas que no funcionan. «Esto es la casa de los horrores», dicen. En otra de las plantas el suelo «hace ondas como el agua entre las vigas y si te mueves un poco se mueve incluso». Además, como ocurre con otras dependencias de la provincia –como en el caso de Cádiz capital– el edificio no es funcional. Es decir, no está pensado para albergar una comisaría y las labores que desarrollan los agentes. En definitiva se trata de un palacio convertido en comisaría que no está situado en un lugar de fácil entrada y salida y donde aparcar es otra misión imposible.
La Línea, «reventada»
La situación en La Línea no es más halagüeña. La antigüedad del inmueble y la falta de mantenimiento son las dos causas que han dictado su sentencia de muerte desde hace tiempo. La falta de espacio, no adaptada a los nuevos catálogos, es un serio problema que se repite en todas estas viejas dependencias.
Hay fallos de seguridad, contadores oxidados por la humedad, azulejos reventados por todos lados, baños y fregaderos insalubres, puertas que se rompen a la mínima y estancias, como los calabozos, que se inundan cuando llueve. Tal es el problema de filtraciones que hace ya tiempo se tuvo que adecuar uno de los sótanos para instalar allí las taquillas de los agentes, que también tienen un aspecto deplorable. Además la Unidad de Guías Caninos se desplazó a Algeciras porque los perros se «empapaban» también con la lluvia.
Por otro lado, el patio es un 'totum revolutum' que está atestado de coches y otros bienes incautados que se aparcan, como se puede, por la calle. Esta situación se repite en muchas sedes policiales donde se suelen ver vehículos intervenidos e incluso a los agentes haciendo pruebas criminológicas en plena vía. A diferencia de la de Jerez, la comisaría de La Línea ni siquiera está planteada. No ha entrado de momento en ningún presupuesto de ningún Gobierno.
El Puerto, «hacinados»
En esta misma situación se encuentra la de El Puerto. Sin visos de mejora. Se ha hecho algún arreglo para también aguantar el tirón, pero este edificio de más de 40 años no soporta las necesidades que tienen en la actualidad con unos 500 funcionarios (El Puerto-Puerto Real, prisiones y módulo hospitalario). «Están hacinados». Por ejemplo, en los vestuarios masculinos no hay apenas sitio para cuando hay cambios de turno poderse vestir. El femenino, es otro «habitáculo» mínimo. Y en otras oficinas, de unos diez metros cuadrados a lo máximo, intentan moverse una decena de funcionarios. Si se sale al patio, te encuentras con un cajón desastre de todo que se usa igual como departamento de automoción, que como lugar de desguace o incluso, de basurero.
Los baños, también son insuficientes, viejos e insalubres. Y el mostrador de seguridad no es precisamente eso. Los calabozos, aunque se mejoraron en algo, tampoco son la panacea; y no hay galería de tiro , un déficit que se repite en Cádiz capital. Los policías tienen que desplazarse hasta Sanlúcar para poder realizar sus prácticas obligatorias.
La comisaría portuense tampoco es funcional . Se construyó a mediados de los 70. En el año 92, dado que la ciudad había crecido y la dotación de agentes también, el Ayuntamiento ofreció a la Dirección General unos terrenos contiguos para una posible ampliación de la jefatura, pero la DGP rechazó el proyecto. Hace años se desplazó la oficina del DNI a otro edificio justo en frente pero las dependencias siguen siendo «pequeñas» y «desordenadas», apuntan las fuentes consultadas. De nuevo una sede «deficiente»y «desactualizada» para la carga de trabajo que intenta sacar adelante.
Sobre una nueva comisaría en El Puerto se llegó a hablar de ubicarla en La Florida pero poco más se ha vuelto a saber de este proyecto que tampoco ha figurado en ninguna partida.
En Algeciras la situación cambió con la creación de la nueva sede de la Avenida del Embarcadero. Sin embargo aún quedan algunas dependencias en las antiguas instalaciones, donde existen graves problemas de salubridad como la presencia de cucarachas y ratas.
Cádiz, la temporalidad dudosa
La situación de Cádiz capital es la más diferente. Como lo es su emplazamiento, el Pirulí. Los «graves y serios problemas estructurales» de la antigua comisaría les obligó a mudarse hace dos veranos. La imagen de los policías trabajando entre puntales fue la gota que colmó el vaso y el traslado fue rápido. Sin embargo esa estancia temporal, como se presumía, se va dilatando en el tiempo, con informaciones que van y vienen pero no hay tampoco visos de que la situación cambie pronto.
Ya está remozada la fachada del edificio de la Avenida pero por dentro quedaría todavía mucho que hacer. Todo. Por otro lado, está por ver si la Dirección General acepta instalarse en la parcela anexa a la estación que es la ofrecida para la permuta. Algunas fuentes apuntan que no se ha visto con buenos ojos esta ubicación al considerar el espacio «escaso».
Mientras, los agentes siguen trabajando en el Pirulí en oficinas que no están preparadas para ser una comisaría y donde la intimidad que precisa determinadas actuaciones es difícil, sino imposible, de conseguir. Los archivos se usan de separadores en una escena casi surrealista cuando andan por allí denunciados y denunciantes. Además siguen sin tener calabozos con el quebranto que les supone, tanto en personal como en tiempo y seguridad, estar yendo y viniendo a San Fernando cada vez que hay un detenido o hay que llevar a alguien a los juzgados.
Todos los sindicatos policiales con representación en estos municipios han denunciado la situación en reiteradas ocasiones. Desde el SUP exigen al nuevo Gobierno «que se lo tome en serio». «Necesitamos tres comisarías nuevas con urgencia en La Línea, El Puerto de Santa María y en Cádiz capital, donde se ha seguido malgastando recursos económicos en un edificio en ruinas y no apto para la función policial». «Esta situación es lamentable y esperamos que el nuevo delegado del Gobierno tome buena nota y se dé por fin una solución porque los compañeros no pueden ni deben seguir trabajando en esas condiciones tercermundistas».
Por su parte, desde el sindicato Jupol también piden «que haya un compromiso serio que arregle de una vez esta situación que se viene sufriendo desde hace tantos años». Por ello exigen «un cambio urgente en la política de materiales y medios humanos en la provincia que acabe con esta situación ruinosa y lamentable y permita a los agentes desarrollar su trabajo como la ciudadanía y ellos mismos merecen».