DESESCALADA EN CÁDIZ

Esperanza, ilusión y nervios en la fase 2 de Cádiz: «Hay muchas ganas aunque tendremos que ir adaptándonos»

Comerciantes y hosteleros comienzan a ver algo más de luz a sus negocios con las nuevas rebajas en las restricciones y el permiso de poder disfrutar algo más de las playas

Chiringuitos de la provincia abren o se amplían, los centros comerciales ya están listos y algunos bares y restaurantes comienzan a llamar otra vez a todos sus empleados

El uso de la playa, no el baño, está permitido en la fase 2. Antonio Vázquez

María Almagro

La desescalada, ese camino hacia la normalidad, está llena en Cádiz de esperanza, de ganas e ilusión pero también de nervios y responsabilidad. El pase de la provincia a la fase 2 da un nuevo empujón hacia la actividad, el movimiento, la economía, y eso es justo lo que muchos están deseando. Poder seguir viviendo. Es el caso de empresarios, hosteleros y comerciantes gaditanos que ven en esta nueva etapa un halo de cierta confianza de que sus cuentas mejoren, siempre manteniendo como fundamental la seguridad y las garantías de que no se correrá ningún riesgo por ello. Paso a paso. Además la provincia de Cádiz cuenta con un perfecto aliado en esta batalla hacia lo normal: su costa. Las playas, extensas y generosas, además de la ampliación de los límites para dar paseos y practicar deporte, favorecerán de forma directa a que el motor económico se reactive con más fuerza.

En esta nueva fase, que dará comienzo el próximo lunes, habrá novedades importantes en este camino como la reapertura de los centros comerciales, cines, teatros, salas de conciertos -siempre con límites de aforo-. También habrá más licencias para el pequeño comercio o la posiblidad de que bares y restaurantes puedan servir en el interior de sus locales. Como decimos, siempre manteniendo las medidas impuestas y dentro de las capacidades permitidas. Y en cuanto a las playas, se autoriza el uso y disfrute lo que, sin duda, abre algo más las posibilidades de todos los que están a su alrededor.

Óscar Díaz es propietario de dos de los chiringuitos más conocidos de El Puerto. El Salvador, ubicado en la playa de las Redes, y La Palapa Beach, situado en Valdelagrana. «Me pillas abriendo. Por fin hemos abierto hoy», cuenta este empresario. «Hemos podido hacerlo antes porque tenemos buenas terrazas pero queríamos ver antes cómo marchaba todo y tener toda la seguridad posible». «Para nosotros por ejemplo el hecho de que la gente pueda empezar a disfrutar de la playa y pasear con horarios más flexibles va a ser fundamental». Tanto es así que, como explica con «emoción», ha podido volver a llamar a todos sus empleados para que se reincorporen después de haber tenido que acudir al ERTE. «Necesitamos trabajar, volver, y ahora es el momento» . «Estamos todos muy contentos aunque es verdad que yo estoy muy nervioso». Óscar deja claro un asunto: «Lo primero es la salud y nosotros no vamos a poner en riesgo a ninguno de nuestros clientes. Hay muchas cosas que hacer y en ello estamos para que todo vaya lo mejor posible».

«El hecho de que la gente pueda empezar a disfrutar de la playa es fundamental para muchos negocios»

Otros chiringuitos esperarán un poco más aunque ya se preparan para empezar también esta nueva andadura. Es el caso del Coconovo Beach, de Sancti Petri, que reabrirá a partir del 8 ó 9 de junio cuando se estima que se permita el baño en sus playas. «De momento estamos con pruebas de cocina, montaje, seguridad...», explica su propietario José Antonio Medina. Para este hostelero para que el negocio cuadre es clave ir en paralelo con la apertura de permisos y licencias de actividades en la costa y también en los hoteles. «Lo que no nos queda ninguna duda es de las ganas que tiene la gente de disfrutar y del compromiso que se está teniendo por todos los empresarios para que lo puedan hacer pero siempre con seguridad». Por ello por ejemplo, entre otras muchas iniciativas, están preparando las cartas con código QR o distribuyendo sus espacios para que nadie corra riesgos en su salud.

«Es complicado pero hay que hacerlo y hay que hacerlo con mucha responsabilidad». Y vuelve a coincidir en un mismo factor: las bondades naturales de la costa gaditana. «Cádiz va a ser de los destinos que van a reactivarse con más normalidad. Sus playas extensas ayudarán a dar más tranquilidad. Es cierto que no será igual que otras temporadas pero vamos a tener que adaptarnos a lo que se pueda e intentar sacar alguna oportunidad ».

«Cádiz va a ser de los destinos que van a poder reactivarse con más normalidad gracias a sus cualidades»

Para el presidente de los hosteleros gaditanos, Antonio de María, la entrada en la fase 2 será una mejora pero solo para aquellos cuya capacidades de su local se lo permita. Hay que recordar que en esta nueva etapa los negocios podrán ocupar el interior pero siempre al 40 por ciento del aforo y manteniendo la distancia de dos metros de tablero a tablero. «Habrá quien abra pero muchos no lo harán porque no les es rentable aún y esperarán hasta finales de junio para además poder seguir acogiéndose a los ERTE», matiza.

En cuanto a la posibilidad de poder servir en bodas (también con límites de invitados) el presidente de Horeca sostiene que la mayoría de los novios que tenían previsto casarse en estas fechas han aplazado sus enlaces hasta que las circunstancias permitan una celebración más segura y con mayor aforo. Aún así, De María considera que entrar en otro paso de la desescalada es «importante para poder ir avanzando».

«Hay ganas y el regreso a la normalidad está siendo muy emocionante». Lo dice el prestigioso cocinero y propietario de El Faro de El Puerto, Fernando Córdoba. El grupo de los hermanos Córdoba está viviendo esta desescalada de forma distinta según el establecimiento. El local portuense reabrió en la fase 1. Su gran terraza de exterior ha ayudado. El Ventorrillo El Chato lo hará el próximo martes. Y El Faro de Cádiz sigue a la espera de que se aflojen algo más las limitaciones debido a su espacio, como por ejemplo poder hacer uso de su conocida barra (de momento prohibido).

La vuelta para este chef está siendo complicada pero sin embargo habla de «ilusión y buen ánimo» . En su caso han podido volver a llamar a todo su personal y formarlo en las medidas de seguridad y prevención. «Hay que ser muy estrictos con eso», asegura. «Tenemos que trabajar con mascarillas, es complejo, pero hay que adaptarse y convivir con ello hasta que haya vacuna. Ya no es una cuestión de dinero, prefiero tener la seguridad de que no vamos a contagiar a nadie... hay que ser solidarios para que podamos salir».

El Faro de El Puerto abrirá su espacio interior, siempre con reserva y dentro de horario, y eso también ha conllevado un trabajo de preparación de todas las zonas comunes. En cuanto a la cocina también se ha visto afectada. «En estos dos meses ha habido muchos canales que se han parado y ahora tienen que reactivarse también». Por ejemplo en la pesca, una actividad fundamental para la restauración de la Bahía. «Pero bueno, todos tendremos que ir adaptándonos poco a poco. Lo importante es que el resultado sea el mejor. De momento, ya está siendo muy gratificante ver a los clientes cómo disfrutan por volver a sentarse en nuestra mesa».

«Está siendo muy emocionante ver a la gente como disfruta al volver a nuestra casa», cuenta Fernando Córdoba de El Faro de El Puerto

Hostelería y compras, de la mano

Y este pequeño impulso que se podrá dar a los bares y restaurantes en esta nueva fase de la desescalada es también un acicate para el comercio local , explica Beatriz Gandullo, gerente de Cádiz Centro Comercial Abierto. «Supone una esperanza en esta reactivación. La próxima semana tenemos prevista la apertura de más negocios y, según se avance en detalles, se irán sumando cada vez más. Hay muchas ganas», cuenta. También influirá la vuelta a las playas, el buen tiempo, el salir... «al final es la vida del gaditano y eso es lo que queremos todos, volver, aunque haya que tener ciertas cautelas». Según informa Manuel Queiruga, presidente de la entidad, en estas dos últimas semanas un 80 por ciento de sus socios han vuelto a subir la baraja .

Y volver volverán también este lunes los centros comerciales de la provincia. Entre ellos, El Paseo en El Puerto. «Estamos muy ilusionados con abrir toda la superficie», confiesa su gerente Sandra Fernández. «Llevamos trabajando desde el 14 de marzo en la seguridad, la señalización y todo aquello que marca la normativa». Como en control de aforo ya que en la fase 2 se permite que estos locales estén al 40 por ciento y al 30 en zonas comunes. En este centro lo harán a través de una plataforma que llevará el recuento que vigilarán en todo momentos sus empleados de seguridad. Además cada local tomará sus medidas de acuerdo a lo esblecido. «Es un compromiso muy serio, pero volvemos con todas las ganas y la energía, deseando empezar de nuevo ».

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