PATRIMONIO

España recupera dos cañones renacentistas en el pecio Nuestra Señora de las Mercedes

Se ha rescatado a más de 1.000 metros de profundidad y marca un hito porque ningún país había conseguido hacer una excavación arqueológica por debajo de 100 metros

Momento en el que se deposita a flote una de las culebrinas tras su recuperación LV

LA VOZ

España ha marcado un hito mundial en la arqueología subacuática. La tercera expedición científica al pecio Nuestra Señora de Las Mercedes ha finalizado con un éxito sin precedentes a nivel mundial, al recuperar dos culebrinas (cañones) del siglo XVI de 4 metros de longitud y más de 2 toneladas de peso cada una, a una profundidad récord de 1.137 metros .

La expedición, organizada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto Español de Oceanografía (IEO) -organismos dependientes del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad- y la Armada española, ha permitido recuperar también otras piezas de excepcional interés documental, como un grifo en bronce , una plancha de cobre perforada a modo de respiradero y tres roldanas de bronce con restos de madera por analizar.

Ya han empezado los trabajos de limpieza, desalinización, conservación y estudios de los restos recuperados. Está previsto que todas las piezas, junto con las extraídas en las expediciones realizadas en 2015 y 2016 al yacimiento del pecio de Las Mercedes, sean incorporadas en un plazo aproximado de 2 años a la exposición permanente del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQUA) en Cartagena .

Toda la operación de extracción de las piezas se ha realizado siguiendo el criterio de su singularidad, así como de la información que puedan aportar sobre la vida a bordo de la fragata. En el caso de las dos culebrinas aparecen expresamente citadas en el manifiesto del cargo de la fragata Mercedes en el Archivo General de Indias (Sevilla).

La campaña arqueológica ha cumplido a su vez el objetivo de ampliar el conocimiento del pecio, principalmente del estado de conservación de los materiales y su evolución; registrar la dispersión de los restos de la fragata, continuar el posicionamiento de todos los restos arqueológicos y avanzar en la interpretación y análisis del barco.

Izado de uno de los cañones extraídos del pecio LV

Santa Rufina . Data de 1.601. Realizada en bronce, mide 3,80 metros y pesa algo más de 2 toneladas aproximadamente. Fue encargada por Luis de Velasco y Castilla, virrey de Nueva España (México) y, desde 1.595 hasta 1.603, del Perú. En ambos cargos se ocupó en mejorar las condiciones de vida de los indígenas.

Presenta varios campos decorativos en relieve, cuartel con el blasón familiar de Luis de Velasco, escudo de Castilla y León, y el nombre del cañón: Santa Rufina, y el nombre del mismo fundidor: Bernardino de Tejeda.

Todos estos datos hacen de ambas piezas un documento histórico de primera fila para conocer mejor la historia de los grandes fundidores españoles del s. XV I .

Coolaboración internacional

Esta expedición se ha ceñido a los parámetros de la Convención Internacional de Patrimonio Subacuático de la UNESCO , basándose en la cooperación institucional a nivel nacional e internacional.

Cabe señalar que técnicos de los Ministerios de Cultura de Portugal y de México han participado como observadores en la misma, ya que para España constituye un caso de buenas prácticas la colaboración internacional en materia de protección del patrimonio subacuático.

El éxito de las tres expediciones de 2015, 2016 y 2017 es una buena muestra de la capacidad de España a nivel científico y tecnológico en la protección del patrimonio subacuático, incluso en los ámbitos marinos más complejos. Hasta la fecha ningún país había conseguido realizar una excavación arqueológica sistemática en un pecio por debajo de los 100 metros de profundidad, ni se había conseguido extraer piezas ni tan pesadas y voluminosas, ni tan pequeñas . En ambos casos, con una tecnología y metodología sumamente cuidadosas con el Patrimonio.

En otro orden de cosas, la excavación ha supuesto, además, un aviso muy serio a las grandes compañías de cazatesoros que hasta ahora habían detentado en exclusiva el trabajo en pecios hundidos en altas profundidades, basándose en su alta capacidad tecnológica.

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