Entre lo político y lo técnico

El nombramiento del abogado Alfonso Pozuelo como delegado de Zona Franca rompe con diez años de figuras políticas en el cargo

JAVIER RODRÍGUEZ

El Ministerio de Hacienda ha optado en esta ocasión por situar a un técnico al frente de la Zona Franca de Cádiz en lugar de un político. El nombramiento del abogado Alfonso Pozuelo como responsable del recinto fiscal gaditano rompe con más de diez años de tradición política en este cargo de responsabilidad pública, uno de los mejores pagados de la Administración central. El sueldo del delegado de la Zona Franca de Cádiz ocupa el puesto número quince en el ránking salarial de retribuciones con 118.000 euros al año. El recinto fiscal juega un papel clave en el desarrollo económico de la provincia y las decisiones que toma su dirección marcan, en cierto modo, el futuro de zonas como la Bahía de Cádiz.

La llegada de Jorge Ramos a la Zona Franca de Cádiz en febrero de 2012 significó un cambio radical en la forma de gestión, hasta entonces marcada por el socialista José de Mier, que pilotó el futuro del consorcio gaditano entre 2004 y 2012. Ambos eran políticos de cuna. La trayectoria de Ramos empezó en la vida municipal del Campo de Gibraltar hasta llegar a parlamentario en 1994. Por su parte, José de Mier, también se fajó en el ámbito de la política local, concretamente en Chiclana, hasta llegar a la dirección provincial de Obras Públicas de la Junta. El nuevo delegado, Alfonso Pozuelo, por el contrario, es militante del PP y no ha tenido cargo de responsabilidad política alguno. Es el marido de la concejal del PP en el Ayuntamiento de Cádiz, Mercedes Colombo, y se ha encargado en esta última etapa de llevar algunos casos judiciales del partido como han sido la crisis del agua de Loreto.

Pozuelo se encontrará con una Zona Franca de casi un millón de metros cuadrados y con el difícil reto de atraer inversiones al recinto . De hecho, su antecesor en el cargo, Jorge Ramos, dio a primeros de 2016 unas pinceladas de la situación de Zona Franca que sonaron entonces a despedida, aunque lo negó. Ahora se ha sabido que Ramos había comunicado en dos ocasiones al delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, su intención de abandonar el cargo, pero la incertidumbre política vivida en el país ante la imposibilidad de formar gobierno tras dos elecciones generales, diciembre de 2015 y junio de 2016, hacían imposible el cambio. Sin embargo, la llegada de un nuevo Ejecutivo ha permitido ahora el relevo. Ramos, de 68 años, pasa a la reserva tras cinco años de gestión y asegura que deja «una Zona Franca más grandes pero con más solvencia». Es decir, la deuda contraída, aunque mayor, se puede pagar gracias a la entrada de empresas en el recinto fiscal.

En su opinión, La Zona Franca de Cádiz recogerá en los próximos dos años el fruto de lo que se ha sembrado en los cuatro últimos. Está previsto que el recinto fiscal gaditano se convierta en el principal polo de actividad industrial de la provincia gracias a las inversiones y a la expansión que se ha llevado a cabo entre 2012 y 2015. La Zona Franca se perfila así como uno de los motores económicos para la creación de empleo. No ha sido fácil llegar a este punto, ya que la gestión se ha llevado a cabo en los peores años de crisis. Ramos ha destacado que la única forma de que la Zona Franca fuera viable y pudiera afrontar la competencia del nuevo recinto fiscal de Sevilla era mediante un creamiento sostenido y controlado. Ramos ha confirmado que el suelo del recinto interior está colmatado y ha sido necesario, por tanto, abrir fronteras en otros municipios con el fin de albergar nuevas empresas. En solo tres años, la Zona Franca ha logrado duplicar los centros de negocio con 70.000 metros cuadrados disponibles para emprendedores. Es el caso de Cádiz, Jerez, Algeciras, Vejer, Arcos y Chiclana, que albergan una docena de inmuebles específicos para la implantación de oficinas y empresas . Igualmente ha regenerado los polígonos de El Portal, en Jerez, el de Palmones, en el Campo de Gibraltar, y ha contribuido a la reactivación de La Palmosa, en Alcalá de los Gazules. Ramos ha confirmado que se despeja así el futuro de la Zona Franca y se abre una nueva etapa de actividad. Se ha mostrado satisfecho de colocar al recinto gaditano en primera línea. La actuación se ha ceñido, por un lado, en crear nuevas zonas de actividad a través de la expansión y, por otro, en la captación de inversores.

Uno de los mejores ejemplos ha sido la compra junio de 2015 del suelo de Altadis por 37 millones de euros. Esta operación ha permitido agrandar el suelo industrial de la capital en 140.000 metros cuadrados más. De hecho, ya se han instalado dos empresas en el viejo recinto tabaquero, la aeronáutica Alestis y Friking, especializada en la fabricación de camisetas serigrafiadas, y se tramita ahora con el Ayuntamiento de Cádiz la implantación de una clínica en uno de los edificios de oficinas de la antigua Altadis. Jorge Ramos ha destacado que la Zona Franca es una de las instituciones más inversoras de la provincia . Como dato apuntó que en tres años ha invertido 175 millones de euros en consolidar la expansión y alumbrar nuevos proyectos. Ha negado que la función del recinto fiscal sea la actividad inmobiliaria y ha aclarado que su objetivo es la apertura de suelo industrial para que lo desarrolle la iniciativa privada. La Zona Franca ha pasado en estos años de contar con 300.000 metros cuadrados a sumar casi 1,5 millones de metros cuadrados. La última adquisición tuvo lugar el pasado 30 de diciembre cuando compró al Ayuntamiento de Cádiz por casi 8 millones de euros dos plantas de la tribuna del estadio Carranza. En estos momentos, el proceso de expansión alcanza hasta los 700.000 metros cuadrados. Este movimiento ha generado deudas en la Zona Franca y, a la vez, nuevos ingresos. El delegado explicó en su momento que llegó a la dirección del recinto fiscal en 2012 con una deuda financiera de 112 millones de euros y ahora se sitúa en 78 millones. En su opinión, una de las decisiones que se tomaron fue su refinanciación, lo que ha permitido afrontar como más holgura los pagos. La expansión y la mejora económica han provocado nuevos ingresos al recinto fiscal que provienen, sobre todo, de la nueva actividad industrial.

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