SUCESOS
El enfermero de Cádiz que traficaba con EPO tuvo contactos con dos cabecillas de la banda serbia
La investigación de la Guardia Civil ha destapado que el coordinador de la clínica llevaba años como 'conseguidor' de esta red internacional que sacaba la sustancia del sistema público hacia el mercado negro
Este investigado, que hacía labores de administración, llevaba una vida discreta y no despertaba ninguna sospecha
El supervisor farmaceútico del centro de diálisis de Cádiz detenido por la Guardia Civil en el marco de la operación antidopaje que ha desarticulado una red internacional por traficar con EPO, llevaba años trabajando para ellos . Así lo han constatado los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil durante los meses que han durado estas pesquisas.
Según los datos que manejaron antes de ir a arrestar a este sospechoso en mayo del año pasado, este supervisor que trabajaba para dicha clínica concertada con el SAS, había mantenido contactos con la red serbia asentada en Barcelona desde hacía tiempo. Tanto es así que cuando la banda cambió de cabecilla hace unos años, el nuevo líder 'heredó' de su antecesor la relación con este detenido gaditano ya que cumplía un papel determinante porque se encargaba de suministrarles la Eritropoyetina. Además, al parecer también pudieron acceder a varios emails entre ellos.
Él era el coordinador de la clínica especializada en diálisis de Cádiz que tiene su central en Barcelona y hacía labores de administración lo que le permitió poder falsear los pedidos que le surtían del sistema público como centro concertado.
Fue la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (Aepsad) quien dio la voz de alarma en primer lugar. Tuvieron informaciones sobre que algunos deportistas estaban comprando la sustancia por internet. Los agentes escarbaron y el hilo les llevó hasta Cádiz y hasta el volumen «serio» de sustancias que se estaban recetando para un único centro. El coordinador imputado podría haber estado burlando los sistemas de control del SAS e ir surtiéndose de la propia enfermería del hospital Puerta del Mar, aunque lo hiciera poco a poco y lo fuera almacenando.
Ya, una vez iniciada la investigación, la Guardia Civil solicitó la información necesaria al SAS y su colaboración judicial ha sido crucial para poder poder atar cabos en este caso. La Subdirección de Inspección de Servicios Sanitarios de la Consejería de Salud de la Junta detectó entonces el desfase entre los pedidos y la realidad. Solo en dos años y medio, de enero de 2016 a junio de 2019, los envases que pudo desviar al mercado negro ascenderían a 5.103. No se han obtenido detalles de años anteriores aunque podría ser bastante más ya que este supervisor de enfermería trabajó en la clínica desde 2008.
En cuanto a si se pudo detectar en el sospechoso un cambio en su estilo de vida por obtener grandes ingresos, no se dio ese extremo, algo que sí ocurrió con otros detenidos de Barcelona que comenzaron a tener lujos excesivos y repentinos que no concordaban con sus cuentas bancarias.
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