Covid Cádiz
Los dueños de segundas residencias se la juegan para disfrutar de la playa en las costas andaluzas
La ausencia de turistas en la costa deja en evidencia a los que han roto los controles del Covid que alegan desde obras en chalet a asuntos laborales
¿Cuál es la multa por viajar sin justificación y saltarse las restricciones Covid en Andalucía?
Turistas de la provincia y propietarios de segunda residencia que han esquivado los controles para pasar las vacaciones de Semana Santa, este es el panorama en las costas andaluzas preparadas para un inicio de temporada que no será tal. En la costa de Cádiz, apenas se ocupan 3.000 de sus 50.000 camas hoteleras. En la de Huelva unas 2.500 de sus 30.000 plazas turísticas , apenas los paradores de Ayamonte yMazagón y los hoteles abiertos en la capital.
Muchos hoteles de la costa decidieron no abrir al conocer las restricciones de movilidad entre comunidades y entre provincias, incluso entonces se detectaron reservas de fuera de Andalucía pero «decidiendo cerrar, por responsabillidad» señala Rafael Barba, secretario del Círculo Empresarial de Turismo de Huelva. La ocupación prevista para estos días no alcanza ni el 40 por ciento.
En Cádiz, la horquilla de ocupación está entre el 19 por ciento de El Puerto de Santa María y el 30 de Tarifa y Algeciras, gracias al reclamo del viento para las actividades náuticas.
El presidente de Horeca en Cádiz, Antonio de María, es categórico: «Mientras no se abra la circulación de personas, los hoteles no tienen nada que hacer. Todo son excusas para mantener a la hostelería de rodillas». Con menos turistas, no pasan desapercibidos los visitantes que no proceden de la provincia. El alcalde de Chiclana, José María Román, reconoce que en este municipio sí se ha detectado la llegada de personas de fuera de la provincia, sobre todo de Madrid. «Aunque los grandes hoteles están cerrados hay muchas personas que tienen aquí su segunda residencia y ponen excusas de todo tipo, como la necesidad de tener que hacer reparaciones», explica a ABC. En San Roque, donde está la exclusiva urbanización de Sotogrande, el Ayuntamiento no tiene constancia de la llegada de personas de otras provincias, como ha ocurrido en otros periodos vacacionales donde la movilidad también estaba restringida.
En Matalascañas, Punta Umbría o Ayamonte, se han detectado y puesto sanciones a viajeros procedentes de otras provincias andaluzas
En Huelva, el turismo internacional es nulo ya que del aeropuerto de Sevilla no se prevén entradas y se descartan también de Faro (Portugal) , que nutre a Huelva de visitantes de distintos puntos de Europa, ya que la frontera permanece cerrada. En el interior la ocupación es casi del 100 por cien y no parece que sea gracias a turistas provinciales. Pero es en Matalascañas, Punta Umbría o Ayamonte, donde se han detectado y puesto sanciones a viajeros procedentes de otras provincias andaluzas y comunidades.
Los extranjeros ni siquiera llegan a la Costa del Sol. Los propios ayuntamientos de la zona turística explican que sólo los residentes en la Costa del Sol ocupan las hamacas, como ocurre con la colonia de holandeses que hay en La Carihuela de Torremolinos o los británicos de La Cala de Mijas. Igual pasa con el turismo patrio, que no se ha acercado a Málaga en los primeros días de Semana Santa, debido a las restricciones, aunque hay quien supone que esto cambiará a partir de hoy.
En zonas como Guadalmina o Sierra Blanca en Marbella los madrileños se hacen notar, pero en su mayoría son personas con segunda residencia que cuando pueden teletrabajar pasan largas temporadas. La mayoría no ha llegado para estas fechas, sino que ya llevaba tiempo. Tampoco lo han hecho los cordobeses que copan la playa de Los Boliches en Fuengirola. Aunque el acento califal se escucha en el paseo marítimo, la playa sigue sin llenarse de sombrillas, los restaurantes tienen mesas libres y los aparcamientos tantos huecos como persianas siguen bajadas en los bloques de apartamentos.
Los que llegan lo hacen con un documento que justifica la visita a la Costa del Sol en estos días. En los controles lo que más abundan son certificados de las comunidades de propietarios en los que se requiere la presencia de los dueños de la vivienda por algún motivo, ya sea para comprobar que han saltado las alarmas, para solucionar alguna avería o para dar acceso a la casa a algún técnico para revisiones. La Fuerzas de Seguridad han visto desde citas médicas, justificantes laborales o requerimientos para entrevista de trabajo entre las razones por las que se permite viajar estos días.
Controlar los movimientos
Algunos de estos se localizaron en los controles de la Estación María Zambrano, donde se revisaba a cada viajero el motivo por el que llegaba a Málaga. Los agentes comprobaban uno por uno los motivos de la visita de los trenes procedentes de otras partes de España, como son Madrid o Sevilla. La Subdelegación del Gobierno en Málaga aseguran que, tanto Guardia Civil como Policía Nacional, se emplean en controlar todos los movimientos de población con controles en las vías, para que tampoco sea fácil pasar las vacaciones de Semana Santa en la Costa. «Aun así, hay quien se arriesga», señala un agente en una rotonda de Benalmádena.
En Almería, el cierre perimetral de la provincia y la comunidad no parecen frenar el ansia por disfrutar de las primeras horas de playa del año. En los municipios turísticos donde las segundas residencias tienen mayor importancia se deja notar la presencia de este tipo de visitantes que han hecho caso omiso a las restricciones de movilidad.
«Si quieren controlar a los que están aquí que vayan a cualquier supermercado», dice un vecino de Vera. Y es que en todas las urbanizaciones de este pueblo del Levante almeriense se registra un aumento de población en estas fechas. La gran mayoría procede de Madrid, especialmente en urbanizaciones como Bahía de Vera, Vera Playa o Vera Natura. «Ya han sido varias las denuncias puestas por ese desplazamiento injustificado», han informado desde el Ayuntamiento veratense en relación con los controles aleatorios efectuados que continuarán en los próximos días con la presencia de un servicio de vigilancia por la zona costera reforzado con dos quads.
En esta localidad, los controles policiales han impuesto más de un centenar de sanciones, en su mayor parte por saltarse el cierre perimetral.
En Mojácar se ha triplicado el servicio de vigilancia policial ante el aumento de afluencia de ciudadanos, especialmente en bares y restaurantes. En Roquetas de Mar también se ha detectado un incremento de población, si bien se debe a la llegada de familias de la provincia que cuentan con una segunda residencia en la localidad. Todas las administraciones locales coinciden en pedir prudencia a los ciudadanos y acometer las medidas establecidas para evitar que una cuarta ola por coronavirus ponga en peligro el turismo durante los meses de este próximo verano.
Información elaborada por R. Font (Huelva); S. Fernández (Cádiz); J. J. Madueño (Málaga) y R. Pérez (Almería)
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