INDUSTRIA

Dragados mira con recelo la carga offshore del astillero de Puerto Real

Navantia toma ventaja con respecto a su vecino en el polígono de La Cabezuela gracias a los tres contratos eólicos que ha firmado en poco menos de un año

La carga de trabajo en Dragados está garantizada has 2021 con los dos encargos que tiene entre manos

Las nuevas estructuras que monta Dragados en Puerto Real ya son visibles desde varios puntos de la Bahía FRANCIS JIMÉNEZ

Javier Rodríguez

Las dos estructuras, tipo jackets, que construye la empresa Dragados Offshore en su factoría de Puerto Real para la noruega Maerks Oil&Gas ya son visibles desde distintos puntos de la Bahía . Las moles cilíndricas de color amarillo salieron de los talleres de cabecera y se encuentran depositadas en el muelle de la factoría donde continúa la fase de montaje. Ambas estructuras forman parte de la infraestructura de un complejo de gas en el Mar del Norte .

Las dos jackets fueron bautizadas en su momento con el nombre de 'Tyra East G' y 'Tyra East H' y servirán para albergar, por un lado, una plataforma que concentrará los servicios del citado complejo y, por otro, una plataforma que hará las veces de residencia para el personal del parque. Es decir, las dos jackets que toman cuerpo en la planta puertorrealeña son los soportes que irán anclados en el fondo marino , que soportarán sobre su base los espacios reservados para oficinas y alojamiento de la plantilla que controlará este nuevo yacimiento de gas. Esta previsto que la obra de las dos estructuras culmine la próxima primavera y sean embarcadas con destino al Mar del Norte.

Aumento de plantilla

La plantilla de Dragados Offshore trabaja desde el pasado verano en la construcción de estos bloques y se espera a partir de ahora un aumento de la contratación de personal eventual para afrontar las nuevas etapas de la obra hasta su entrega.

La obra de Maersk se adjudicó en febrero de 2018 y consiste en la construcción de dos estructuras tipo 'jacket' para el complejo de gas que la compañía danesa promueve en el Mar del Norte. Las torres tendrán un peso de 6.300 y 4.000 toneladas respectivamente y deberán estar acabadas a mediados de 2020.

No es el único proyecto que tiene entre manos Dragados Offshore en la Bahía. A la obra de Maersk también hay que sumar el contrato firmado a finales de 2017 con la germano-holandesa Tennet para construir en Puerto Real una subestación eléctrica destinada al complejo eólico marino que esta compañía de energía promueve en aguas del Mar del Norte con el nombre de Dolwin 6. El contrato es uno de los más voluminosos del mercado offshore al superar los 350 millones de euros de inversión. La empresa española no viaja sola en esta aventura industrial. Dragados Offshore firmó un acuerdo con Siemens para pilotar conjuntamente esta obra eólica-marina.

En concreto, Dragados Offshore se responsabiliza del diseño, suministro, construcción, transporte e instalación de la plataforma , mientras que Siemens se encargará del diseño y suministro de los equipos que permitirán la conversión eléctrica de las subestaciones, así como del desarrollo de una subestación en tierra. Es decir, Dragados construye toda la infraestructura para alojar los equipos eléctricos que desarrollará Siemens. El epicentro de la construcción es la Bahía de Cádiz con más de un millar de trabajadores. LA VOZ ha podido saber que la obra de Tennet ya ha arrancado en los talleres de la factoría tras culminar la de Maerks.

La factoría de Dragados Offshore tiene garantizada la carga de trabajo hasta finales de 2021 , sin embargo, la inquietud empieza a reinar entre los miembros de su plantilla al comprobar que solo hay atados los dos contratos en los que se trabaja en estos momentos, es decir, las jackets de Maerks y la plataforma de Tennet. No obstante, las fuentes consultadas por este periódico insisten en que los equipos comerciales de la empresa siguen ofertando servicios para captar nuevos contratos.

El empuje de Navantia

La incertidumbre sobre el futuro de Dragados Offshore choca, en cierto modo, con el momento dulce que vive Navantia en cuanto a contratos eólicos se refiere . De hecho, la dirección de la compañía quiere convertir al astillero de Puerto Real en un referente de la industria offshore y, para ello, Navantia ya ha comenzado a diversificar el negocio naval en este sentido.

El astillero puertorrealeño culminó el pasado miércoles la obra de los cuatro petroleros Suezmax con la entrega del último buque al grupo Ibaizábal . Los gestores de Navantia confirmaron entonces que el relevo viene ahora de la mano del sector offshore. N avantia tiene tres encargos entre manos que mantienen viva la carga de trabajo en el astillero tras la culminación del proyecto de los petroleros . Se trata de la construcción de una tercera plataforma offshore. En esta ocasión será una estructura para un complejo petrolífero en el Mar del Norte. La plataforma albergará una subestación eléctrica y el contrato se firmó el pasado febrero con la noruega Equinor Energy (antes Statoil). Esta obra arrancará en septiembre

La segunda obra que se lleva a cabo en el astillero de Puerto Real viene de la mano de la planta de Fene, que construye cinco torres flotantes para el campo eólico-marino de Kinkardine, situado a 15 kilómetros de Aberdeen (Reino Unido). La obra de una de estas torres ha sido desviada a Puerto Real .

Temor entre la plantilla a que los astilleros lideren el negocio offshore a golpe de ofertas muy bajas

El goteo de contratos eólicos no ha cesado para Navantia. El 15 de marzo de este año Navantia anunció un tercer contrato eólico para el astillero de Puerto Real. Se trataba de la construcción de 20 'upper jackets' para la primera fase de un macroproyecto eólico en el Mar del Norte . El complejo eólico donde se instalarán estas plataformas tendrá una potencia de 1.000 MW y su construcción ha sido dividida en tres fases. Se encuentra en aguas territoriales escocesas.

El nuevo escenario de Navantia ha llevado al comité de empresa de Dragados Offshore a mantener reuniones con la dirección de la factoría de Puerto Real para tranquilizar ánimos ante la entrada de Navantia en el negocio eólico. Distintas fuentes consultadas por LA VOZ coinciden en advertir que los precios de una empresa pública como Navantia son más competitivos que los que pueda ofertar una sociedad privada como Dragados.

Los proyectos de Maersk y Tennet han venido a reemplazar a los dos que culminaron el año pasado y que tuvieron ocupada a la empresa durante los últimos cuatro años. Nos referimos al encargo que hizo la danesa Dong Energy , para construir cuatro plataformas eólicas de 10.000 toneladas para el complejo eólico-marino que se desarrolla en el Mar del Norte, a unos 120 kilómetros al este de Humber, en Reino Unido.

El segundo proyecto culminado también en 2018 es el que firmó Dragados a finales de 2015 con la noruega Statoil para la construcción de una 'jacket' de casi 8.000 toneladas para el complejo petrolífero Johan Sverdrup, en el Mar del Norte . Ambos se desarrollaron con éxito cumpliendo los plazos de entrega.

No obstante, el proyecto de Maersk, que ahora se desarrolla en el muelle de Dragados, arrancó con cierta polémica el año pasado cuando los sindicatos comprobaron que la empresa había subcontratado algunos trabajos de soldadura a la sevillana Tecade. El conflicto estalló cuando UGT y CC OO denunciaron que Tecade estaba aplicando en Cádiz el convenio del Metal de Sevilla, lo que provocó en mayo una jornada de protesta. El sindicato UGT mostró su temor entonces ante lo que podía ser una competencia desleal y un precedente «perverso» para Cádiz, ya que, según las mismas fuentes, se trataba de una maniobra para abaratar costes laborales.

Tecade es una empresa que tiene su sede en la localidad sevillana de Utrera donde ha crecido hasta convertirse en una compañía de primer orden.

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