La culminación de la plataforma que da luz al futuro de Navantia

Que dos gigantes de la industria española como Navantia e Iberdrola se pongan de acuerdo y unan sus fuerzas para competir en el mercado internacional trae consigo miles de nóminas. No es papel mojado. Es real y así lo cuentan los datos:Wikinger ha supuesto para la factoría gaditana unas 600.000 horas de trabajo directo, con momentos de su construcción en la que han participado 500 personas a la vez. Más –como suele ocurrir con estos megaproyectos– todo lo que genera a su alrededor en subcontratas e incluso en la vida del propio municipio que lo acoge. De ahí la importancia de que todo salga bien. Que los compromisos sobre presupuestos y plazos se ajusten lo más posible a lo previsto y no hayas sorpresas desagradables que puedan dar al traste con negocios millonarios.

En este caso, con el parque de Alemania, se invirtieron 160 millones de euros para que Navantia Puerto Real se encargara de la subestación, el corazón de Wikinger. Y el trabajo, según cuentan sus responsables, salió como se esperaba, e incluso, mejor. Como explica el director de la obra, Estanislao Rey-Baltar, en la factoría gaditana se lo pusieron todo por delante . Aquello que les hacía falta, se conseguía. Así, los responsables y empleados de la planta puertorrealeña se ganaron la confianza de sus inversores consiguiendo que les adjudicarán también su segundo parque eólico: el East Anglia One que Iberdrola levantará en aguas de Reino Unido.

VÍDEO: ASÍ SE HACE PASO A PASO WIKINGER: