Medio Ambiente

El cuarto año de sequía pone en jaque a ganaderos y agricultores gaditanos

Las nuevas aportaciones para regadío no cubren las expectativas y el campo se encomienda a la lluvia de primavera como única alternativa para evitar la ruina

El embalse de Guadalcacín es la fuente de la que bebe la Bahía de Cádiz

Javier Rodríguez

Los gestores del agua y los agricultores de la provincia de Cádiz se encomiendan a la primavera como último cartucho contra la sequía para evitar las restricciones de agua en el consumo doméstico y la pérdida de cosechas. La situación es extremadamente complicada después de cuatro años consecutivos con déficit hídrico . De hecho, esta semana se han dado los primeros pasos para recortar el servicio.

Así, La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHS) ha comunicado a los agricultores un nuevo escenario de aportaciones de agua para el riego , mientras que la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar ha adelantado que a partir del 18 de abril comenzarán las restricciones en los niveles de presión del caudal en los municipios de la zona, evitando así provocar cortes en el suministro al entender que pueden provocar averías de importancia y fugas más importantes que si no se llevaran a cabo.

Los ayuntamientos afectados publicarán los correspondientes bandos municipales, con un modelo redactado por la propia Mancomunidad, en el que se establecerá la prohibición del riego de jardines privados y públicos, el llenado de piscinas públicas y privadas y el baldeo de calles . Para ello precisarán de la colaboración de la Policía Local.

El Campo de Gibraltar se enfrenta a las primeras restricciones y en verano pueden llegar actuaciones más duras para el consumo

El nuevo ciclo de sequía al que se enfrenta la provincia arrancó en 2019. Desde entonces, los otoños han sido muy secos y las primaveras poco húmedas. El meteorólogo Diego Patrón ha destacado a LA VOZ que la última vez que se registró un superávit hídrico en la provincia fue entre los años 2017 y 2018, entonces la borrasca 'Emma'’, que provocó inundaciones y daños en el litoral de Cádiz, permitió recargar los embalses. Patrón ha señalado que « nos encontramos ante un periodo seco prolongado y no es previsible que la próxima primavera, por mucho que llueva, permita un superávit hídrico. Llueve por debajo de la media».

Los diez embalses de la provincia están al 29,8% de su capacidad

La provincia ha sufrido en las dos últimas décadas tres episodios importantes de corte del suministro de agua por sequía . En 1992, quince municipios de la Bahía y de la Costa Noroeste afrontaron restricciones en marzo desde las 21 horas. Esta misma situación se repitió en 1999, pero en la Sierra. Los últimos cortes de agua que se recuerdan tuvieron lugar en el verano de 2005 en varias localidades, también, de la sierra.

Uno de los sectores que peor lo está pasando es el ganadero y el agrícola. El vicepresidente nacional de Asaja y presidente de Asaja-Cádiz, Pedro Gallardo , ha comentado a este periódico que la falta de lluvia ha provocado la ausencia de pastos en el campo para el ganado , «lo que significa que el ganadero tiene que comprar ahora más pienso para alimentar a los animales». Las explotaciones ganaderas han visto como se han disparado sus costes. El pienso ha subido un 30% y el sector califica la situación de «asfixiante y preocupante».

Difícil supervivencia

Por lo que respecta a la agricultura, Gallardo confía en la primavera como salvavidas de algunas cosechas, sin embargo, las aportaciones hídricas que ha decretado la Confederación para el regadío ponen en cuarentena la supervivencia de algunos cultivos . Así, los 800 metros cúbicos por hectárea se antojan insuficientes para mantener la zanahoria, tomates, patatas y boniatos, mientras que los 1.000 metros cúbicos para plantar arroz ponen muy cuesta arriba la viabilidad de su producción en La Janda. Desde Asaja se pone de manifiesto que los cereales ya están afectados con pérdidas del 30 % y si no llueve en los próximos meses se corre el riesgo de perder la cosecha.

Ante esta situación, la organización que preside Pedro Gallardo pide al Gobierno medidas especiales para rebajar la presión fiscal que padecen. Así, solicitan una rebaja de los módulos y del IVA, la condonación del IBI rústico y la apertura de una línea de créditos blandos.

Los ganaderos están comprando pienso ante la ausencia de pasto por la falta de lluvia

Una de las radiografías de la sequía se advierte en los embalses. La falta de lluvias deja algunas cuencas en estado crítico. En estos momentos, los embalses del Guadalquivir se sitúan al 28,5% con 689 hectómetros cúbicos menos que hace un año. Las reservas de agua también se han reducido en la cuenca del Guadalete , que registra una capacidad del 29,6%, y en el Guadiana, con un almacenamiento del 30,4%. Los diez embalses de la provincia de Cádiz están al 29,8% de su capacidad , es decir, de los 1.820 hectómetros que pueden almacenar solo hay 535. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir decretó en noviembre la situación excepcional de sequía en el 80% de la cuenca. La medida afecta a más de cuatro millones de habitantes en las provincias de Sevilla, Córdoba, Jaén y Granada. El responsable de la CHG, Joaquín Paéz, subrayó la «delicada» situación en la que están los embalses de la comunidad, algo que no se veía desde la sequía de 2008. Esta declaración de sequía no es una mera formalidad, sino que abre la puerta a multitud de medidas que van a tener un impacto en el día a día de muchos andaluces. Los primeros, los agricultores, sobre todo en el caso de regadío.

La Confederación, organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha acogido esta semana la primera Comisión de Desembalse de 2022. En este sentido, se ha recordado que, a día de hoy, la cuenca padece un 75% menos de aportaciones con respecto a la media histórica . En este mismo periodo, las precipitaciones han sido un 46% inferiores y los recursos embalsados han supuesto un 49,2% menos que los almacenados de media en los últimos 25 años.

A la situación hidrológica se han sumado las previsiones meteorológicas arrojadas durante la Comisión, que prevé en un 95% una campaña sin precipitaciones y solo una posibilidad del 40% de que se desarrolle un año similar al de 2021, ya considerado un año seco. En las próximas semanas, se celebrará una nueva sesión de la Comisión Permanente de Sequía para continuar con la hoja de ruta trazada para implementar las medidas que las distintas administraciones implicadas en la cuenca vienen desarrollando para paliar los efectos de la sequía extraordinaria declarada el pasado 2 de noviembre.

Los embalse gaditanos que peor estado presentan son el de Barbate, que está 14,15% de su capacidad, el de Bornos, con el 14,1% , el de Charco Hondo, con el 21,5% y el de Zahara-El Gastor, con el 29,8%. Los diez, salvo el de Arcos, están por debajo de la mitad de su capacidad. En esta encrucijada, salva levemente la situación el panorama en el pantano de Los Hurones, que es el que abastece a más de la mitad de la provincia y que se encuentra actualmente en el 44.2, casi un 15% menos que el pasado agosto, por lo que podría salvar la situación durante un tiempo más.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate

Ver comentarios