Covid
«El paciente elegirá si repite con AstraZeneca aunque no tenga conocimientos suficientes»
Daniel Ocaña, médico de familia en Algeciras, es la voz gaditana en el exitoso Plan de vacunación de la Junta de Andalucía
Daniel Ocaña es la representación gaditana en el Comité Asesor de Vacunas de Andalucía. Médico de familia en el centro de salud de Algeciras-Norte, se licenció por la Universidad de Cádiz en el año 1995 y es tutor de EIR y estudiantes de Medicina desde 2008. Además, es miembro de la Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria.
El doctor entró en el comité en 2019, con el cambio de legislatura en la Junta de Andalucía. Entonces no podía ni imaginar la carga de trabajo que desde un principio ha conllevado el cargo. La vacunación era uno de los apartados menos mediatizados de la Sanidad y a día de hoy es la máxima prioridad del Gobierno andaluz.
En apenas dos años este grupo de profesionales ha sacado adelante decenas de instrucciones relacionadas no sólo con la Covid, sino también con las vacunas frente a otras muchas enfermedades como la neumonía o la meningitis, donde los avances en la comunidad han sido muy destacados. El éxito de la campaña de vacunación contra el coronavirus hace que el esfuerzo merezca la pena: Andalucía tiene el mayor porcentaje de vacunas administradas sobre el total de recibidas .
–La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de los técnicos. ¿De verdad tenéis peso en la toma de decisiones?
–Yo estoy muy ilusionado porque se nos tiene mucho en cuenta. Actuamos como un comité técnico constituido principalmente por pediatras, aunque también hay una enfermera, un preventivista y un médico de familia, que soy yo. Las decisiones suelen ser totalmente consensuadas y el director del plan nos pide a todos que nos manifestemos. Precisamente tenemos tanta carga de trabajo porque recae en nosotros y, aunque a priori el comité es un órgano puramente consultor, ha sido muy escuchado y de manera muy plural. Antes tenía una función testimonial, pero el nuevo director general cambió el rumbo.
–La pasada semana se confirmó que los menores de 60 podrán vacunarse con AstraZeneca de forma voluntaria. ¿Se seguirá el procedimiento como hasta ahora o habrá diferencias?
–Podrán pedir cita como hasta ahora y a partir de ahí el procedimiento es un poco salomónico, con la idea de que decida el paciente. Nosotros podremos recomendarlo a nivel personal, recordar que la mayoría de efectos secundarios, de lo poco que ha habido con AstraZeneca, han sido en mujeres jóvenes y muy pocos tras la segunda dosis. No es decirle si prefieren pares o nones, sino registrar un consentimiento, como cuando alguien se somete a una operación.
«Los médicos podremos recomendar que se repita con AstraZeneca y registrar un consentimiento, como cuando alguien se somete a una operación»
–¿El médico podrá recomendar que se ponga una u otra?
–El paciente puede preguntar: «¿Qué hago?». Yo como médico argumentaré y daré los motivos, aunque en última instancia pueda recomendar AstraZeneca porque en teoría tiene más eficacia que la segunda con Pfizer, advirtiendo que tiene un teórico mayor riesgo, aunque ridículo, de sufrir trombos.
–Juanma Moreno lamentó que el Ministerio de Sanidad haya «generado inquietud y miedo en la ciudadanía sobre las vacunas». ¿Cree que ha sido así?
–Han trasladado la decisión al paciente, aunque quizás el paciente no tenga todos los conocimientos necesarios para tomar la decisión. De todos modos, creo que el grupo de personas afectadas, los colectivos esenciales, se han informado durante este tiempo y casi todo el mundo tiene la decisión tomada. Quien más, quien menos, se ha informado en estos meses y creo que el rechazo a AstraZeneca va a ser bajo.
–¿Eran inevitables tantos cambios en la vacunación con AstraZeneca en tan pocos meses?
–El contexto era complicado, con muchos países implicados. Había una corriente internacional que promovía la precaución porque había muchas vacunas, pero hubo países que desobedecieron a la OMS. Había que ser prudentes por si los efectos trombóticos iban a ir a más, había otras alternativas y ante una pequeña alerta se paraliza y se sigue con otro fármaco. Sobre todo en una vacunación con tanta trascendencia social. Sí que se sobredimensionó el problema a partir de los casos que hubo por la demanda informativa que había, pero viendo los datos es ridículo, cualquier fármaco provoca muchas más muertes.
–Hubo denuncias de policías ingresados en el hospital por trombos. ¿Hay constancia de algún caso grave directamente relacionado con la vacuna en la provincia de Cádiz.
–No hubo ningún caso confirmado. Con una campaña que alcanza a tantas personas pueden sucederse accidentes de tráficos y distintas enfermedades. Si hubieran tomado un medicamento nadie lo relacionaría, pero al ser una vacuna hasta los propios médicos hacemos seguimiento estricto porque es un medicamento nuevo. Los estudios han demostrado que los eventos son muy improbables. En toda Europa ha habido poco más de 200 casos entre 34 millones de vacunados con AstraZeneca.
–La Junta ha anunciado el Plan 1 millón. ¿Qué nos espera en las próximas semanas?
–El ritmo irá a más por las dosis que llegarán. El descenso de la hospitalización ha sido brutal y la población al menos con una dosis llegará a la franja de los 40 años antes del verano. La idea es llegar a un nivel de protección conjunta porque los menores de 30 son poco vulnerables al Covid. Además, esperábamos que la vacuna funcionara tan bien en cuanto a eficacia, pero que redujera tanto los niveles de contagio nos ha sorprendido. La vacuna de la gripe, por ejemplo, no te impedía el contagio en gran medida, pero los estudios con la del Covid muestran que cuando en una unidad familiar hay una persona vacunada el riesgo de contagio disminuye de forma muy considerable.
–En la provincia hay un 36 % de la población con algún tipo de protección. ¿Llegando al 70 % podríamos volver a la normalidad?
–La inmunidad de rebaño será cuando tengan las dos, pero en esta enfermedad, que se expresa tan claramente con la gente mayor, conseguir el 100 % tampoco tiene esa importancia cuando las cifras en los hospitales son las que son. Estamos yendo a los grupos de mayor riesgo y, estando ellos protegidos, a partir de ahí los menores de 40 que ingresarán son muy pocos.
«Conseguir el 100 % de la población vacunada tampoco tiene esa importancia con estas cifras en los hospitales»
–La hostelería y el turismo son sectores fundamentales para la economía gaditana. ¿Cuándo cree que el avance de la campaña permitirá regresar a la normalidad?
–Bueno, para el turismo nacional no habrá barreras. Podemos tener un verano como el último, manteniendo las medidas de protección en una situación intermedia como la de ahora, en la que se ha demostrado que no hay grandes repuntes. Otra cosa es que estemos como Gibraltar, que es un núcleo cerrado y en el que ya van sin mascarillas, aunque en exteriores se permitirá más pronto que tarde.
–¿Se plantea la posibilidad de vacunar a turistas?
–Los países de los que recibimos turistas no tienen coberturas vacunales peores que las nuestras y los visitantes tienen una edad a la que ya suelen estar vacunados en sus respectivos países de origen. En la Unión Europea, en norteamérica, en Reino Unido... El riesgo de la movilidad puede estar en las variantes porque la vacuna fuera menos protectora, pero de esos países, que de momento no tienen coberturas vacunales destacadas, la población no suele venir en un vuelo a Barajas. En un futuro la vacuna debería ser universal, para todos los inmigrantes, como se hace con el resto de vacunas.
«Ni los más optimistas esperábamos esto; no son sólo cuatro millones de personas vacunadas, sino qué cuatro millones»
–¿Y a trabajadores de la hostelería, el turismo y atención al público?
Por edad vamos a llegar a casi todas las edades. Sería muy complicado hacer el registro por gremios, a nivel organizativo es muy difícil. Se va a intentar, se valora, la vacunación por parte de grandes empresas con recursos sanitarios, de médicos y enfermeras. Si hay número de dosis suficientes se podrían liberar otros circuitos para garantizarlo, más centrados en colectivos, para que el sistema de salud público llegue al camarero antes. De todos modos, se ha comprobado que en colectivos de este tipo no ha habido especial incidencia gracias al responsable uso que han hecho de las medidas preventivas. También sería complicado a la hora de enfrentar a un colectivo con otro. Al margen de hosteleros, el transporte también resulta vital para la economía... O los universitarios pueden tener un mayor riesgo en base a su conducta social, pero no vamos a vacunarlos primero por este motivo, sino a quien más falta les hace.
–Le veo optimista. ¿También respecto al levantamiento de restricciones?
–No tendrá sentido la limitación salvo que haya algún foco en un núcleo rural o urbano. Hemos dado un salto que ni los más optimistas esperábamos, unos porcentajes de vacunación muy alta en población susceptible. Los números absolutos engañan porque la población infantil y adolescente no constrituyen el objetivo prioritario de esta fase inicial. No son sólo cuatro millones de vacunados, sino qué cuatro millones.
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