CRISIS DEL CORONAVIRUS

El coronavirus hace estragos en el sector de la flor cortada gaditano

Los floricultores de la Costa Noroeste de Cádiz han perdido en torno al 70% de la producción de todo el año a consecuencia del COVID-19

David Ávila

La floricultura es la forma de vida de centenares de familias en los municipios que conforman la costa noroeste de Cádiz. La crisis sanitaria, económica y social que se ha desatado con el coronavirus ha sido un varapalo muy fuerte para este sector de la flor cortada asentado en Rota, Sanlúcar de Barrameda y, principalmente, Chipiona.

En esta comarca gaditana se concentra en torno al 70% de la producción total de flores en invernaderos que se cultivan en toda la comunidad andaluza. En las próximas semanas iban a afrontar la época del año donde tienen mayor actividad. Meses de trabajo, de cuidados y de mimos para que todo estuviese listo en primavera. Este año, todo se ha truncado a consecuencia del COVID-19.

La cancelación de las Fallas en Valencia, la Semana Santa e incluso bodas y comuniones que ya estaban agendadas ha causado una grave grieta económica en las empresas gaditanas que se dedican a esta actividad y en sus empleados, cuyos puestos de trabajo penden ahora de un hilo a expensas de cómo pueda evolucionar esta crisis o cuánto tiempo se pueda prolongar en el tiempo.

«Esta nueva crisis global del virus COVID-19 está esquilmando el poco margen de maniobra que quedaba en el sector y tanto agricultores, empresas comercializadoras y todo el colectivo relacionado con la actividad, empezamos a notar en nuestra economía la consecuencia», han explicado desde la Asociación de Agricultores Costa Noroeste de Cádiz.

En este sentido, la asociación pone de relieve el incierto futuro al que se enfrenta el sector: «La cancelación masiva de eventos unida a la situación de incertidumbre, conlleva la anulación de suministro de flores cortadas, con las consiguientes pérdidas ya que hablamos de un producto fresco y con una vida limitada».

Precisamente el tratarse de un producto perecedero no considerado de primera necesidad está poniendo entre la espada y la pared al sector. O se les da salida a las flores o directamente hay que tirarlas a la basura. De ahí la grave problemática que afronta la flor cortada gaditana . Si bien el sector mueve aproximadamente unos 4.200 millones de euros en toda Andalucía, alrededor de 3.000 millones se corresponden con el volumen de mercado que generan los municipios de la costa noroeste de Cádiz.

Luis Manuel Rivera, responsable de Flor Cortada de COAG Andalucía, ha explicado a LA VOZ que serían entorno a 4.000 personas las que se ven afectadas por esta crisis: « El futuro lo vemos muy oscuro . Se ha perdido en torno al 70% de la producción de todo el año. Estamos cuantificando cuanto van a ser las pérdidas, pero ya te digo que van a ser millonarias. Va a ser la ruina de muchos agricultores porque también dependemos de préstamos y de pólizas bancarias».

Los propios agricultores ya han contactado con el IFAPA y la Oficina Comarcal Agraria para buscar un lugar donde tirar toda las flores a las que no van a poder dar salida: «Estamos buscando un sitio para que al menos, cuando se pudran, puedan servir para compost ».

Rivera ha aprovechado para volver a reclamar la atención de las administraciones para el castigado sector de la flor cortada: «Pedimos que tenga un poco de miramiento con nuestros sector y que saquen una línea de ayudas específicas ».

Pese a todo, el responsable de Flor Cortada de COAG Andalucía ha mostrado la predisposición de los agricultores de la zona para ayudar en la lucha contra el coronavirus: «Los agricultores también nos hemos prestado para coger nuestros tractores y equipos de fumigación para ayudar a desinfectar o aplicar tratamientos en las calles».

El Ayuntamiento de Chipiona se ha hecho eco de la grave situación que vive uno de los motores económicos del municipio, y ya ha trasladado a las administraciones la necesidad de que se prevean medidas de contingencia, ayudas o cualquier otra disposición que pueda resarcir a los afectados, ya que están en juego muchos puestos de trabajo y la continuidad del sector de la flor cortada en la zona.

La Junta de Andalucía ya ha mostrado su preocupación por esta situación. Daniel Sánchez, delegado territorial de Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, ha hecho llegar un escrito al alcalde de Chipiona haciéndole saber que «se va a llevar a cabo un estudio pormenorizado de los daños sufridos por metro cuadrado de explotación, cuantificando los costes de las explotaciones». Asimismo, desde la administración andaluza aseguran que «se está estudiando la cobertura por seguros y el acceso a líneas de crédito».

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate

Ver comentarios