Crisis del coronavirus
Coronavirus en Cádiz: La ‘hiperinmunidad’ que salva vidas
Javier Santi es una de las 100 personas que han pasado ya por el Centro de Transfusión, Tejidos y Células de Cádiz para donar plasma y ayudar a los enfermos de coronavirus

Javier Santi es una de las caras gaditanas de la tan demandada ‘hiperinmunidad’ contra el coronavirus. Su sangre y su plasma son oro líquido en plena pandemia y una de las valiosas herramientas con las que cuentan los médicos para combatir el virus mientras ... no llega la vacuna.
Este guardia civil gaditano destinado en la Comandancia de Algeciras se ha convertido en uno de los 100 superhéroes que hasta ahora han pasado por el Centro de Transfusión, Tejidos y Células de Cádiz para donar su plasma y ayudar así a salvar vidas.
«Aunque a día de hoy aún no sé dónde me pude contagiar, el pasado mes de octubre tuve el coronavirus. De repente un día me empecé a notar que tenía bastante tos y perdí el olfato y el gusto, así que inmediatamente me dirigí al servicio de Urgencias del Hospital San Rafael de Cádiz para ser evaluado por un médico y poder descartar que dichos síntomas fueran provocados por el coronavirus», apunta el agente. Allí se le practicó un PCR, donde se confirmó que estaba contagiado de Covid-19.
Ahí empezó una larga travesía que le llevó a estar 25 días encerrado en una habitación. Aunque los síntomas fueron leves durante gran parte del encierro, la enfermedad dio muestras de su virulencia provocándole una tos intensa y síntomas importantes de debilidad. «Cada vez que me hacía un análisis, me seguía dando positivo, así que iba encadenando un aislamiento tras otro hasta que finalmente el médico me dio el alta el pasado 19 de noviembre al determinar que ya había pasado la infección y que no podía contagiar», apunta Javier.
A lo largo de este tiempo, el profesional sintió miedo no sólo por lo que le pudiera llegar a pasar sino por haber podido contagiar a su familia o compañeros de trabajo. Pero este tiempo libre también le permitió leer y conocer en profundidad otros aspectos de la enfermedad que desconocía.
«Durante el tiempo de aislamiento son muchas vueltas las que le vas dando a la cabeza debido al tiempo libre que pasas en una habitación encerrado, con el miedo, entre otras cosas, de no contagiar a nadie de tu familia. Así que un día mirando las redes sociales vi en La Voz de Cádiz un artículo que decía que Cádiz buscaba donantes de plasma de pacientes que hubieran pasado el coronavirus. Lo vi y no dudé de que si podía, donaría», aseguró.
«Me puse en contacto con el Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz para exponerles mi caso y me dijeron que el plasma procedente de los pacientes recuperados de Covid, podría ser un gran apoyo al tratamiento de la enfermedad, para su uso en pacientes infectados ya que el plasma contiene los anticuerpos necesarios. Ellos me pusieron en contacto con el Centro de Transfusión, Tejidos y Células de Cádiz y me llamó una hemátologa para pedirme información. Ella me recomendó que esperase a tener el alta y eso hice», recordó el guardia.
Unos días después, Javier fue citado para someterse a una serología y comprobar así que poseía una apreciada ‘hiperinmunidad’ y que por tanto cumplía con los requisitos para convertirse en donante. «Allí me di cuenta realmente de lo que estaba haciendo y que lo que iba a hacer podía ayudar a otras personas y a sus familias», recuerda con emoción el donante.
Momentos de emoción
«La enfermera me contó que su marido, que es compañero, estaba ingresado con Covid y estaba asistido incluso con oxígeno y que lo estaba pasando muy mal. Mientras me sacaba sangre me decía que mientras su marido estaba ingresado, ella estaba sacando plasma para que de cierto modo, ese plasma pudiese ser también para él», comenta con orgullo el donante.
De hecho, esa conversación fue crucial para mantener su propósito y entender la importancia de prestar ayuda en el contexto actual, en el que aún no está disponible la vacuna contra el virus.
«A mí no me cuesta venir a donar estos 600ml de plasma, sobre todo, sabiendo que gracias a él puedo evitar sufrir síntomas graves a dos personas distintas. Creo que es algo que deberíamos todos los que podamos y cumplamos los requisitos», aseguró el guardia. De hecho, Javier ya está a la espera de que le llamen desde el Centro de la capital gaditana para volver a donar.
«Me han preguntado si puedo volver a donar y les he dicho que que sí y en todo lo que pudiese ayudar. Estoy a disposición del Centro de Transfusión, Tejidos y Células (CTTC) de la provincia de Cádiz, para lo que necesiten», apuntó.