INDUSTRIA NAVAL

Corea bajó el precio de los petroleros al límite

El coste de la obra es casi la mitad de lo que supondría su construcción en astilleros europeos

Navantia sigue negociando con seis subcontratas de la Bahía para lograr acuerdos que permitan adjudicar los primeros trabajos

JAVIER RODRÍGUEZ

Las cuentas de los petroleros no cuadran. Se trata de un precio demasiado bajo para los intereses del mercado español. La obra, de momento, no resulta rentable para la industria auxiliar pero, pese a todo, Navantia sigue negociando con las empresas navales de la Bahía de Cádiz la subcontratación de varias secciones de los barcos a la espera de encontrar un punto de equilibrio en los costes de producción que resulte atractivo para los proveedores gaditanos. Solo seis empresas del sector mantienen el pulso con Navantia por alguno de estos contratos. El tiempo apremia y las partes se han dado de plazo hasta final de mes para llegar a aun acuerdo, de lo contrario, Navantia tendrá que tomar medidas para poder cumplir con los plazos de entrega de los buques.

En este sentido, la constructora naval ya avanzó la pasada semana que no subirá el precio de los petroleros como demanda la industria auxiliar. La dirección de la compañía insiste en que se trata de un precio muy competitivo, marcado por el astillero coreano de Daewoo, que obliga a buscar fórmulas económicas entre las empresas auxiliares de nuestro país para sacarlo adelante sin alterar el contrato. Navantia ha desmentido el rumor que ha surgido recientemente ante un posible desvío de los trabajos de subcontratación a otras zonas.

LA VOZ adelantó hace un año los problemas de la operación

El problema económico que entraña el contrato de los petroleros no es nuevo. A mediados del pasado julio, siete días antes de que se firmara el contrato definitivo entre Navantia y el grupo vasco Ibaizábal, LA VOZ publicó parte del extracto de un informe interno elaborado por técnicos de la SEPI, sociedad estatal a la que pertenece Navantia como empresa pública, donde se cuestionaba la viabilidad del contrato. De hecho, uno de los adjetivos que utilizaba el estudio es el de «ruinoso», ya que considera que el precio fijado está por debajo de los costes de producción de nuestro país y el margen de beneficio, por tanto, es mínimo, lo que significa, según los técnicos, que cualquier contratiempo durante la obra supondrá un negocio a pérdidas.

El astillero coreano de Daewoo ha sido, en cierto modo, el que ha impuesto las condiciones económicas, ya que aporta la patente, la tecnología y los bienes de equipo. El contrato de los petroleros obedece a una estrategia política por mantener con vida los astilleros públicos a la espera e nuevos contratos y garantizar así la supervivencia de la construcción naval.

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