Carnaval de Cádiz 2022

La copla segura: Del «arrimarse» al «separtarse»

Decorados como escudo sanitario, carros con cintas de seguridad y alegatos en defensa de «la copla segura» protagonizan el primer Carnaval tras la pandemia

Dos espectadores lucen mascarilla con coloretes en el sábado de carnaval de la capital. Francis Jiménez

Nuria Agrafojo

Sin duda alguna, nos encontramos ante el Carnaval de Cádiz más atípico. Pese a lo contradictorio que resulta, este Carnaval 2022 pasará a la historia de la fiesta por haberse celebrado de forma ‘ilegal’ en su fecha tradicional. Y además de su ilegalidad, esta fiesta, declarada ‘manifestación cultural autogestionada’ por quienes la prohibieron y la trasladaron a junio, quedará en los libros como la primera en enfrentarse a la pandemia del coronavirus, ya que la anterior edición se suspendió y al haber medidas de restricción, no hubo quien se atreviese a desafiar al virus.

A falta de restricciones y con las recomendaciones dictadas por las autoridades sanitarias reducidas a lo mínimo, son muchos los grupos que, afines a su ‘autogestión’, han ideado todo tipo de trucos, propuestas y experimentos para protegerse ante un posible contagio mientras se mantienen fiel a su tradición con las esquinas y calles de Cádiz.

Los hay más originales, con elaboradas puestas en escena, que utilizan como auténtico escudo sanitario . Y los hay que prefieren el lenguaje, directo y efectivo, y altavoz en mano, solicitan a los aficionados «que se echen patrás si queréis escuchá», comenta a golpe de verso el componente de una de las ilegales que se reparten por el corazón del barrio de La Viña.

El público, como dictan las reglas no escritas del Carnaval callejero, queda a merced de los grupos, que si antes sólo imploraban silencio, ahora piden «separtarse, separtarse» y «ponerse la máscara, que estamos en Carnaval.

Con estos alegatos se presentan precisamente las chirigoteras de ‘Sólo sé que no sé nada’, que son escrupulosas con la seguridad y hacen un alarde su responsabilidad, intentando mantener en la medida de lo posible, la distancia de seguridad con el multitudinario público que se congrega alrededor de las callejeras.

«No es tanto por nosotras como por el público, porque nosotros utilizamos estos carros de la compra a los que hemos puesto unas cintas amarillas de seguridad para utilizarlos como barrera», explica Desiré Ortega, directora del grupo, que bromea con las medidas antiCovid. «Este año sí que se trata de escuchar de verdad, porque le pedimos al público que no coma, no beba ni fume mientras estamos actuando, y que se ponga la máscara por Carnaval», añade.

Escudos sanitarios

En el caso de la conocida como chirigota del foame, llevan meses dándoles vueltas a la idea de protegerse. «Como no sabíamos en qué situación y qué medidas iba a haber cuando llegara el momento de salir a la calle, pensamos que nos podíamos hacer con una puesta en escena que nos permitiera alejarnos un poco de la gente», asegura Selu, componente de la chirigota, que este año lleva el nombre de ‘Morenitos a la sombra’ . Por ello, estos chirigoteros llevan a cuestas una reja, que además de servir de decorado para escenificar una divertida parodia sobre el presentador José Luis Moreno, también les permite quedarse al otro lado de los barrotes, y así respirar algo más tranquilos.

«Conseguimos unos metros de distancia que creemos que es importante», aseguran estos jóvenes chirigoteros.

Esta táctica es la que han seguido también otros grupos, concienciados con la necesidad de mantener al menos la distancia mínima de seguridad que recomienda la Junta de Andalucía.

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