CONSTRUCCIÓN CÁDIZ

La construcción en Cádiz: de culpable de la crisis de 2008 a locomotora tras el coronavirus

Durante la última década, el sector ha experimentado grandes cambios que han derivado en la obtención de un modelo económico sostenible que marca como prósperos los años venideros

La rehabilitación de inmuebles, las nuevas edificaciones y las obras civiles son las tres grandes patas del ladrillo en Cádiz, muy constreñido por la escasez de suelo en la capital

La rehabilitación de inmuebles, las nuevas edificaciones y las obras civiles son las tres grandes patas del ladrillo en Cádiz FRANCIS JIMÉNEZ

José Pedro Botella

A juzgar por las estadísticas proporcionadas por el Servicio Andaluz de Empleo (SAE), la sombría tendencia que encapotaba el tejido económico de Cádiz –y con ello dañaba a todo el conjunto de su componente social– comienza a disiparse.

En el mes de agosto fueron 140.000 las personas desempleadas en la provincia. La cifra sigue siendo alta, pero se recorta el camino de la recuperación obteniéndose cifras similares al mismo periodo en 2019. El sector servicio aglutina y explica la mayoría de las contrataciones. No obstante, el resto de actividades y segmentos de población en Cádiz han disminuido su paro.

Con especial optimismo se proyecta el futuro de la construcción. Para la Federación Provincial de Agrupaciones de Empresarios de la Construcción de Cádiz ( FAEC ), l a situación del sector es «sana» tras mantener un nivel de actividad «satisfactorio» . A corto plazo, según sus estimaciones, la patronal espera «un par de años de crecimiento» . Las paredes económicas de Cádiz se levantan a ritmo de mortero y ladrillo. La razón se encuentra en los buenos cimientos.

De culpable a locomotora

A pesar de haber sido ineludible para el conjunto de todas las actividades socioeconómicas, «el sector de la construcción no puede ser etiquetado como perteneciente a aquellos más afectados por la pandemia», comenta Jorge Fernández-Portillo , secretario general de la FAEC.

Tal como narran desde la patronal, el ladrillo gaditano sufrió «durante los primeros meses de la crisis sanitaria , por la incertidumbre, el parón inicial o las disfunciones que iban existiendo en la actividad como consecuencia de la nueva legislación» que entraba en vigor. Sin embargo, el sector «solo estuvo completamente detenido durante los 13 días que duró el permiso retribuido recuperable». Tras esto, la producción fue paulatinamente sobreponiéndose.

Entre las empresas constructoras entienden que están ocupando «una posición privilegiada», al contrario que otros gremios. En este sentido, consideran que existe «un consenso en la creencia de que la construcción va a ser una de las locomotoras de la recuperación ».

Durante la crisis de 2008 el modelo productivo de la construcción fue duramente criticado, « fuimos parte del problema . Nos convertimos en el chivo expiatorio y se nos culpó de todo lo ocurrido cuando la responsabilidad debería haber sido compartida», recuerda Fernández-Portillo.

En la última década el sector ha «asumido los errores cometidos» . Este análisis ha permitido afrontar la actual crisis sanitaria «reduciendo el impacto en las empresas, ya que financieramente éstas son más solventes, con un nivel de endeudamiento menor y una mayor prudencia a la hora de acometer los trabajos». Asimismo, destacan, en el caso de las promociones de nuevas viviendas, el «considerable crecimiento» de las preventas antes incluso de iniciar el proceso de edificación.

De la anterior coyuntura económica « salimos reinventándonos gracias a la modernización del sector . La construcción de hoy es muy distinta a la de hace 15 años», considera el secretario general de la FAEC.

Hoy en día, el ladrillo gaditano goza de un mayor nivel de profesionalismo, emprende la senda hacia un modelo digital con la sostenibilidad y la eficiencia energética como su paradigma , basado en la especialización y con un espíritu más colaborativo entre todos los agentes partícipes del sector.

Una rehabilitación «sin precedentes»

Jorge Fernández-Portillo resume las «tres grandes patas» de la construcción en obras civiles, nuevas edificaciones y rehabilitación de inmuebles añadiendo que «se está produciendo mayor licitación de obra pública, se está comportando sanamente el sector inmobiliario residencial y la rehabilitación, un subsector de la construcción, está en alza».

Por destacar algún ejemplo, la federación valora «positivamente» el Plan General de Inversiones 2021 aprobado por la Diputación Provincial de Cádiz y dotado con 21 millones de euros para financiar la promoción de obras públicas, suministros o equipamiento, así como los 4,9 millones destinados a la mejora de la red provincial de carreteras.

En el caso de las edificaciones, la escasez de capacidad en la capital afecta de lleno a los planes de la construcción, «en Cádiz existen muchas dificultades, se hace un microurbanismo» .

Por tanto, el foco de crecimiento se dirige hacia otro segmento. La rehabilitación , aunque sigue sin ser el subsector más importante a nivel de volumen de actividad y de inversión, «es el apartado que está creciendo con mayor dinamismo en la provincia de Cádiz».

El estado de ánimo actual ha llevado a muchas personas a querer mejorar sus viviendas o a cambiar de hogar después de haberse superado el confinamiento domiciliario. La rehabilitación «está experimentando unos volúmenes de actividad sin precedentes ».

A su favor juegan los planes de estímulos europeos, muy vinculados a la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente , «en ese campo de nuestro sector el protagonismo lo tiene la rehabilitación», comenta Fernández-Portillo.

Del mismo modo, el secretario general pide centrar los esfuerzos «en las actuaciones de regeneración urbana y rehabilitación para revalorizar edificaciones que puedan ponerse en el mercado».

La patronal no pierde la vista en el terreno baldío de la capital. «Siempre hemos defendido que la falta de viviendas que existe en Cádiz podría resolverse analizando los suelos disponibles y viendo si sería factible la posibilidad de pensar en construir viviendas en régimen de alquiler, con precios asequibles y adecuadas a la demanda que existe en la ciudad».

Bajo este principio, Procasa (Empresa de Vivienda del Ayuntamiento de Cádiz) recientemente recibió la aprobación para la construcción de 39 viviendas públicas en una obra de nueva planta que supondrá la incorporación al parque público de 28 viviendas en régimen de alquiler en Los Chinchorros (San José) y de 11 alojamientos transitorios en la calle Setenil de las Bodegas.

Ambas actuaciones se financiarán con fondos municipales pudiéndose optar recibir la mitad del montante a través de subvenciones fomento al alquiler del Estado y de la Junta de Andalucía. A estos propósitos también han sido incorporados tres inmuebles repartidos por los barrios de La Viña y Santa María.

Escasez de mano de obra

El principal problema del sector, inmerso en una nueva fase de crecimiento tras la pandemia, se encuentra al dibujar un escenario a corto plazo en el que escasea la mano de obra cualificada . No es una dificultad nueva, «tenemos la tentación de culpar al coronavirus de todo y, en este caso, es algo que veníamos detectando desde hace años».

Desde que el sector soltó el lastre de la crisis de 2008, «confirmamos la tendencia de que a muchos jóvenes que la coyuntura les había expulsado de la construcción, el sector ya no les resultaba atractivo ». Esto derivó en que determinados perfiles y cualificaciones fueran difíciles de hallar, concretamente «aplicadores de materiales nuevos o jefes de obras».

A partir del 2016 y gracias a la aceleración del crecimiento, la cuestión se agudizó por «el comportamiento del inmobiliario residencial y a la reactivación de construcciones de viviendas».

El principal temor en la federación es que este mal coyuntural se convierta en estructural. No en vano, el porcentaje de jóvenes menores de 40 años en la construcción se ha reducido «por debajo del 30%» , por lo que «existe un problema importante de regeneración».

En la patronal señalan que 7 de cada 10 euros de los Fondos Europeos que va a recibir España irán destinados a la construcción. Se calcula que serán necesarios unos 700.000 nuevos trabajadores a nivel nacional y unos 3.000 trabajadores en los próximos 2 o 3 años en el sector de la construcción de la provincia de Cádiz . También se echará en falta otros oficios tradicionales como albañiles, electricistas o encofradores y nuevos perfiles como aplicadores de SATE o diseñadores de software.

La Fundación Laboral de la Construcción se dedica exclusivamente a la formación de los empleados y a la prevención de riesgos en el desempeño de sus tareas. Pese a que la entidad «está trabajando seriamente en reconducir la situación», «la manera más lógica de resolver este problema sería mediante la aplicación de unos planes de formación actualizados y unas políticas más impetuosas por parte de las administraciones».

La falta de mano de obra cualificada ya podría estar mermando a las compañías del sector y, con ello, reduciendo la capacidad de creación de empleo. «La provincia de Cádiz es la única en la que el paro en el sector disminuyó de forma muy poco significativa y llevamos creando trabajo en toda Andalucía desde hace muchos meses», afirma Jorge Fernández-Portillo.

«No tenemos el dato de si ya se está contratando a gente de fuera o no, pero empieza a haber tensión en las empresas a la hora de aceptar encargos por la dificultad que tienen en contratar personas».

A favor del obrero gaditano juega la confianza depositada por parte de las empresas. «Las constructoras siempre recurren a determinadas cuadrillas con experiencia y profesionalidad». Asimismo, «la falta de mano de obra en el sector es una situación generalizada en España , si hay dificultades en Cádiz, es probable que se encuentren estas barreras en otros sitios».

Las nuevas inversiones y la modernización del sector tratarán de convencer a los gaditanos para introducirse en la construcción. « Aquí se puede hacer carrera profesional , el nivel salarial en las 11 categorías del convenio está 4.000 euros por encima del salario mínimo interprofesional y el salario medio se sitúa en torno a los 22.000 euros anuales».

« Es un trabajo duro, pero en el que no se trabaja los fines de semana , requiere de unos niveles de cualificación mayores y permiten a la persona que ejerce la profesión sentirse partícipe de un sector más elevado», añade.

Entre los perfiles más solicitados se encuentran «todo lo relacionado con las empresas tecnológicas vinculados al sector de la construcción. Hoy en día, en una obra te puedes encontrar a más instaladores de sensores que encofradores »

De cara al futuro, la escasez de mano de obra y el encarecimiento del coste de las materias primas pueden comprometer la previsión de una evolución favorable en los próximos meses. «Si estos factores no terminan por afectar, a corto y medio plazo vendrán años buenos », señala el secretario general.

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