Es una más y así lo siente, sin diferencias con sus compañeros. Carmen Názara, que nació en la ciudad pontevedresa de Sanxenxo hace 20 años, es la única chica de los 61 guardiamarinas que están realizando el crucero de instrucción a bordo del Juan Sebastián de Elcano y, además, es la primera militar de su familia. De sonrisa contagiosa y corrección absoluta en el trato, esta dama guardiamarina de tercer curso es una de los 48 integrantes de la 420ª promoción del Cuerpo General de la Armada que están recibiendo en este buque escuela una completa formación integral (militar, marinera, técnica, socio-cultural, ética y física), junto con 13 caballeros guardiamarinas de la 150ª promoción de Infantería de Marina. Una experiencia que afronta con “muchas ganas”.
- ¿Por qué decidiste ser oficial de la Armada?
Me gustaba mucho la Medicina Militar pero en bachillerato me di cuenta de que la rama de Biología no me convencía pero que la parte militar, sí. Entonces busqué información y el cuerpo que más me gustó fue la Armada.
- ¿Cómo te preparaste para entrar?
La nota de bachillerato es muy importante y la de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) también. Obteniendo una nota alta ya cuentas con la base y cierta tranquilidad de que sólo tienes que preparar las pruebas militares. La de formación física sí que tuve que empezar a preparármela tres años para llegar, no cómoda, pero sí tranquila. La de Inglés no es muy complicada, así que teniendo cierta base se pasa sin problemas. Por último, en la médica, por suerte, no tuve pega y la psicotécnica fue un mero trámite.
- ¿Qué tal estos tres años en la Escuela Naval Militar?
Muy bien, muy contenta. Cuando vi que era la única chica de la promoción fue un poco raro, no estaba acostumbrada. Sí que al principio me impactó, pero fue poco a poco en el día a día sin pensarlo, sin darme cuenta, cómo llegaron a ser lo que son ahora, una segunda familia para mí.
- ¿Cómo se lleva ser la única chica?
Encantada. A veces soy yo la mamá y a veces son ellos los que me corrigen. Como si fuéramos hermanos. He tenido suerte con la promoción que me ha tocado porque recibo tanto de ellos como creo que les aporto. Estoy muy contenta.
- ¿Qué supone para una dama o caballero guardiamarina este crucero?
Además de todo lo que aprenderemos, creo que ganaremos en confianza, tanto para ejercer nuestros próximos mandos, como en nosotros mismos porque, al fin y al cabo, seis meses fuera es todo un reto.
- Cuando un futuro oficial de la Armada embarca en el Elcano, ¿qué siente?
Es una gran impresión. Como cualquier ciudadano, lo hemos visto antes en la televisión y, cuando llegamos, la mayoría de cosas las conocemos por lo que nos cuentan los compañeros de otros años, pero experimentarlo por primera vez es una maravilla.
- Vais a tocar muchos puertos en los que no habréis estado nunca antes, ¿este viaje conlleva también un aprendizaje cultural?
Sí, la mayoría son puertos desconocidos para nosotros y en los que, además, si no fuéramos con el Elcano yo creo que nunca estaríamos. Así que es una suerte que nos toquen esos puertos. Tengo muchas ganas de llegar a ellos. Además, este es un crucero especial en el que celebramos el inicio de la conmemoración del V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo.
- ¿Cómo te ves dentro de diez años?
Me veo habiendo hecho la especialidad que más me guste. Cuando pienso en dentro de ‘x’ años, siempre pienso en algún oficial que tengo de referencia y que en el futuro pueda llegar a ser como él o ella.
- ¿Qué es lo más importante para un guardiamarina?
Desde el día uno en la Escuela lo que más nos inculcan es disciplina y autodisciplina, que no se dice mucho pero también es muy importante. Y sobre todo compañerismo. Es todo un amasijo de valores que al principio empiezas a conocer y que después, interiorizas y ya te sale solo.
- En estos cinco años en la Escuela también cursáis Ingeniería Mecánica, ¿es una ventaja hacer, además, un grado?
Sí, porque antes de que se implantase ese grado recibíamos casi idéntica formación solo que ahora nos reconocen que hemos estudiado esas asignaturas. Es toda una suerte salir y decir que la formación que hemos recibido es equivalente a la civil. Cuando se lo explico a mis amigos de fuera les digo que es como un doble grado, salimos con el despacho de oficial de la Armada y con nuestro título de Ingeniería Mecánica.
- ¿Habías estado en Cádiz antes de embarcar en el Juan Sebastián de Elcano?
Sí, tuve la suerte de estar en el embarque en el Buque de Asalto Anfibio ‘Galicia’ hace dos años. Fue nuestro primer embarque en un buque de esas dimensiones. Comenzó en Marín y tocamos Cádiz, Rota, Cartagena, Valencia. Hubo mucho aprendizaje, tanto en el tema marinero y militar como en el cultural. Y como muchos de mis compañeros son de Cádiz, también nos hicieron de guías. Por suerte creo que los sitios más importantes me los han sabido enseñar.
- Este año volveréis del crucero de instrucción directamente a Cádiz, el día 11 de agosto,sin pasar por Marín, ¿cómo piensas que va a ser la llegada?
Cuando embarcamos fue impresionante. Ya nos lo habían adelantado nuestros compañeros gaditanos. Yo no pensaba que hubiera tanta gente. Teníamos a nuestra familia allí despidiéndonos y, además, a gente que, al fin y al cabo, no nos conoce de nada. Fue muy emocionante y creo que la llegada será quizá todavía más, porque coincidirá en una época veraniega y de vacaciones. Creo que asistirá mucha gente y que, al igual que la salida, será muy emocionante.