PRESUPUESTOS
El cierre de los presupuestos deja en el aire una inversión de 200 millones en Cádiz
Actuaciones contempladas en las cuentas como el desarrollo del corredor ferroviario o el tren del Bajo de la Cabezuela no tendrán cabida este año
Nunca como este año se habían parecido tanto unos presupuestos a una declaración de intenciones. La inversión del Estado recogida en las cuentas cae en saco roto tras el cierre apresurado que el Gobierno central hizo a finales de julio. Ese fue el último mes en el que se pudo licitar obra pública, de manera que lo que no tenga anuncio oficial no podrá llevarse a cabo hasta el año que viene. Es la primera vez en democracia que se adelanta tanto el cierre de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), una decisión tomada para controlar el déficit y que coge a Cádiz con un volumen de apenas el 10% de lo previsto .
Hasta el pasado junio las licitaciones del Ejecutivo central alcanzaron los 29,4 millones de euros , según la última actualización que acaba de hacer Seopan, la patronal de las grandes constructoras y ya permite dar una idea sobre la ejecución del capítulo de inversiones. A eso sólo habría que sumar el montante de julio que, en vista del frenazo que ha sufrido la administración, no debe engordar mucho más la cifra.
El nivel es mínimo en comparación con el mismo periodo del año pasado cuando se alcanzaron los 187,15 millones para la contratación de proyectos. Durante aquel primer semestre se acumuló el mayor grueso de la obra pública anunciada, coincidiendo también con el año electoral. Cuando se cerraron las cuentas, ya para el mes de noviembre, todos los trabajos habían superado el trámite y estaban adjudicados o en fase de resolución.
Oportunidad perdida
La parálisis del Gobierno, que sigue en funciones y sin un futuro claro para su constitución, ha mantenido a la administración al ralentí, a pesar incluso de que trabajaba con un presupuesto aprobado para este año. Las cuentas recogían una inversión de 360 millones entre el Estado , organismos autónomos como los puertos y la Zona Franca, las agencias estatales y la Seguridad Social. Un tercio de ese montante ha ido a parar a trabajos de mantenimiento e infraestructuras ya en uso que no se han terminado de pagar como el segundo puente de Cádiz –la cantidad prevista para este 2016 ha sido de 56,3 millones de euros–. Si se resta otro pequeño montante para los imprevistos y las necesidades que surjan de aquí a final de año, quedan alrededor de 200 millones consignados en las cuentas que no se van a gastar.
Y parte de ellos son los 56 millones que se reservaron para impulsar la línea Algeciras-Bobadilla , una de las inversiones de mayor envergadura que se iban a llevar a cabo, pero que ya no podrá ser al menos hasta el próximo ejercicio. Adif no ha publicado ningún anuncio de licitación para esta conexión ferroviaria ni para ninguna otra en la provincia y eso incluye al tren del Bajo de la Cabezuela . Se presupuestaron algo más de tres millones de euros que ya no se pueden invertir hasta que termine el año. Tampoco el desdoble de la antigua N-IV entre Vejer y Algeciras para la que se habían presupuestado 100.000 euros, que presumiblemente irían a estudios de impacto y tramitación previa, pues poco más se puede hacer con ese dinero en vista de lo que cuesta un kilómetro de autovía.
Ni siquiera Tres Caminos
En las mismas se queda el Nudo de Tres Caminos, que tras años de inversiones pírricas al fin recibía una asignación para iniciar los trabajos de desdoble –son en total 2,8 millones de euros los que se habían destinado–. Ya el año pasado el proyecto era sometido a información pública y era considerado como una prioridad. El Ministerio de Fomento lo había incluido en una iniciativa junto con el desdoble de la Vejer-Algeciras que se llevaría a cabo en varias fases. La primera sería duplicar los carriles en los ramales principales del enlace. Luego se llevaría a cabo una ampliación a tres carriles de las calzadas de la carretera A-48 (autovía de Chiclana) por el margen exterior de cada una de ellas y, finalmente, la reordenación del acceso al polígono comercial, la remodelación del enlace Chiclana Norte. Cerradas las cuentas, el plan tendrá que esperar.
Y en este balance sobre la ejecución de los presupuestos, s ólo Navantia puede presumir de inversiones ya ejecutadas como los trabajos de mantenimiento y sustituciones en los tres astilleros y el coste que ha supuesto asumir un encargo como la subestación eléctrica para el parque eólico marino Wikinger que ya ha sido entregado a Iberdrola.
Esta medida de contención del déficit ha sorprendido a las cámaras de comercio y las grandes empresas, que aspiran a crear un grupo de presión al que se ha sumado la Junta y el PSOE andaluz. Este último lo anunciaba en una puesta en escena en los terrenos de la nueva terminal de contenedores del muelle de Cádiz hace apenas una semana. Era Francisco Menacho el que ejercía como portavoz y alertaba de las consecuencias de esta parálisis.
Ahora señala en declaraciones a este medio que «ha sido un recorte en toda regla» y advierte de que «t engamos pronto o no un gobierno en Madrid no se va a hacer ningún gasto extra más que no sea para asuntos de urgencia o aquello ya esté en trámites». La situación se agrava si ningún candidato logra ser investido presidente antes de que termine el año, pues habría que prorrogar las cuentas y el sistema continuaría sólo por la inercia.
Un lobby empresarial
Cabe destacar que no es la primera vez que se quedan partidas colgadas. Ha pasado con gobiernos de todos los colores políticos y buen ejemplo de ello ha sido los reproches que se han hecho hasta apenas unos días populares y socialistas a cuenta del Nudo de Tres Caminos, pero sí cuesta más renunciar a esa inversión cuando se ha licitado tan poco y se conservaba la esperanza de que el nuevo ejecutivo pudiera sacar adelante alguno de ellos en la recta final del año.
El lobby que lideran las cámaras de comercio andaluzas tiene la intención de empezar a reclamar partidas para las infraestructuras andaluzas una vez que haya gobierno. Así lo anunciaron en una rueda de prensa en Cádiz, donde se celebró la primera reunión tras la constitución de este grupo en Antequera en el que también están las grandes empresas y los siete puertos de la comunidad autónoma. Y precisamente todos esos proyectos que se quedan en el tintero serán los primeros en exigir con mayor compromiso presupuestario en las próximas cuentas generales.