CORONAVIRUS CÁDIZ
Chiclana y San Fernando se preparan para la cuarentena por el coronavirus
Ambos municipios de la Bahía registran grandes volúmenes de compras de alimentos y productos higiénicos, al mismo ritmo que se vacían las calles del centro y los bares cierran hasta nuevo aviso
Colas kilométricas en los supermercados, farmacias que respetan una distancia de 2 metros entre clientes, parques cerrados, terrazas vacías y espacios públicos desiertos. Es la cruda imagen de los municipios de Chiclana y San Fernando que replican exactamente lo que otras ciudades de España (y también de fuera) están llevando a cabo debido al estado de alarma que se ha decretado en el territorio nacional. Las prisas por abastecerse han aumentado ante el temor de sufrir una situación de cuarentena como la que viven los 70.000 residentes de Igualada (Barcelona) y antes en Haro (La Rioja). Las compras de productos de primera necesidad han aumentado de forma considerable en las últimas horas, mientras que el resto de negocios empieza a notar el efecto negativo que produce el coronavirus en la economía .
«Las medidas de higiene se han extremado»
La presencia de geles hidroalcohólicos en mostradores y de dependientes con guantes de látex se ha normalizado en los pequeños comercios. Esta mañana era frecuente ver fruterías, pescaderías o carnicerías repletas de clientes que guardaban una prudencial distancia personal de un par de metros . «Somos conscientes de que estas son las medidas que se deben tomar y tenemos que ser responsables», dice un propietario de un comercio en la calle San Rafael de San Fernando. Las farmacias han instalado medidas de seguridad para evitar contagios que recuerdan a las actuaciones llevadas a cabo en Italia: se permite entrar a un número limitado de clientes a la vez, todos respetan un espacio entre ellos y son atendidos por los farmacéuticos o técnicos a través de ventanillas en los mostradores. Incluso los vendedores de la ONCE, acostumbrados al contacto de muchas personas, portaban mascarillas y guantes, «toda protección es buena» . «Las medidas de higiene se han extremado. Ha existido una excelente comunicación entre Sanidad y comerciantes, así que no se van a producir errores», cuenta Manuel Luna, presidente de la Asociación de Comerciantes de San Fernando (ACOSAFE). Para Luna, ahora mismo se vive una situación de «pánico» en el municipio isleño por parte de los habitantes, «estamos adoptando todas las directrices que nos llegan desde la Junta y desde el resto de organismos competentes, pero el público está actuando con miedo y de forma impulsiva».
No hay riesgo de quedarse sin existencias en productos básicos
Mientras que la mayoría de comercios de las calles de Chiclana o San Fernando que se dedican a la venta de prendas de ropa u otros enseres acusan la falta de clientes, los supermercados empiezan a desbordarse . Es raro encontrar estantes donde no escasee el papel higiénico (o cualquier tipo de papel), lejía u otros productos de limpieza y alimentos (algunos de corta fecha de caducidad). Tanto el presidente de ACOSAFE, como el presidente de la Asociación de Empresarios de Chiclana, Antonio Junquera, coinciden en señalar que no existen motivos para realizar estas «compras compulsivas» . «Los establecimientos están preparados y no hay riesgo de quedarse sin existencias», señala Luna, mientras que Junquera hace un llamamiento «a la calma, al orden, a la tranquilidad y a la paciencia» de los chiclaneros en esta situación de crisis que reconocen ser inédita para los comerciantes que asumen el reto de tratar de enderezar la situación «lo antes posible». Ambos presidentes han evitado el contacto físico con sus homólogos y con otros dirigentes o responsables andaluces, pero reconocen mantener reuniones telefónicas y videoconferencias «varias veces al día» para tratar de encontrar soluciones a la crisis económica que provoca el coronavirus en los comercios.
La mayoría de reservas se cancelan
Solo en San Fernando se encuentran más de 4.000 negocios que, según Luna, se dedican en un 90% al sector servicio, el más perjudicado en estos momentos. «Existe un grave problema por la pérdida desmesurada de clientela» , dice Manuel Luna que desea que se tomen medidas excepcionales para facilitar créditos, pausar posibles deudas y dar distintas opciones en el pago de los impuestos de los próximos meses, «esta situación merece que se haga algo ya». Esta semana se iniciaba la temporada hostelera en Chiclana, un municipio que registra grandes ingresos anualmente gracias al turismo y que ve como se cancelan «la mayoría de las reservas en las últimas horas» por miedo a un posible contagio. «Esto afecta a todos los trabajadores y, por tanto, a toda la economía de Chiclana», explica Antonio Junqueras. Aún está por decidirse la cancelación o no de la semana Santa y con ello una posible pérdida de ingresos fruto del turismo y de la hostelería.
La actividad de ocio desaparece
En la tarde del jueves 12, el Ayuntamiento de San Fernando emitió un comunicado en el que se anunciaba el cese de actividades promovidas por los patronatos, así como el cierre de parques, bibliotecas y otros centros municipales. Una medida que ha repetido el Ayuntamiento de Chiclana, al día siguiente. Gimnasios, asociaciones y academias echan el cierre durante las próximas semanas por la crisis del coronavirus. El centro de las dos ciudades se ha vaciado y, en consecuencia, los centros dedicados al ocio y a la hostelería. Las terrazas de Chiclana y San Fernando se quedan sin clientes, mientras que en Madrid ya se han cerrado. Los propietarios, a día de hoy, continúan con su actividad normal. La mayoría ha optado por llamar al trabajo solamente al personal indispensable, conocedores de la baja demanda que pueden llegar a tener. La poca actividad puede suponer el cierre de muchos bares y pubs durante los próximos días, «veremos qué sucede», dicen los comerciantes. Algunos locales del centro de San Fernando y de la calle Las Cortes, conocidos por el gran volumen de gente que se reúnen en sus terrazas, han decidido no abrir en todo el fin de semana y hasta nuevo aviso . Un viernes en Sancti Petri es sinónimo de desconexión y diversión, máxime si el buen tiempo aparece en escena. Hoy, sin embargo, se vivía la misma imagen de soledad que mantienen los centros de la ciudad de Chiclana y de sus vecinos de San Fernando.