Coronavirus Cádiz
Los centros de Educación Infantil resisten ante el avance del coronavirus
Las guarderías de la provincia registran una mínima incidencia que demuestra la efectividad de sus protocolos y medidas

Los centros del primer ciclo de Educación Infantil resisten a la pandemia a pesar de las reticencias y los pronósticos que se plantearon en el momento de su reapertura en el mes de septiembre. Llevaban entonces cerrados desde el 13 marzo y la preocupación de las familias por el inicio del curso escolar ante la evolución de la pandemia hizo que descendiera el número de matrículas. De hecho, de las 11.676 plazas en centros adheridos y públicos en toda la provincia de Cádiz para este curso se han cubierto aproximadamente 8.400. A ellas hay que añadir las de las escuelas privadas que son en torno a seiscientas plazas en la provincia.
Tras dos meses y medio de curso se extrae que las guarderías son lugares seguros para los menores de tres años. Así se puede concluir tras los datos de la propia Consejería de Educación y según estudios realizados por Sanidad. Solo 94 de las 8.380 unidades que ofrecen las escuelas infantiles de toda Andalucía han tenido que cerrar desde el 1 de septiembre tras detectarse algún caso positivo de Covid-19 y proceder al aislamiento preventivo, lo que supone apenas el 1%.
De momento la valoración es positiva tanto por parte de los responsables de los centros de Educación Infantil como de las propias familias. María Rosa Pérez, directora del CEI Maju de El Puerto de Santa María comenta que «ya hemos superado los dos meses y estamos luchando por tener un curso, aunque sea algo diferente, pero que nuestros pequeños lo disfruten sin tener los cambios del curso pasado ya que no es recomendable para ellos perder sus rutinas, y por otro lado, y como han manifestado muchos pediatras el riesgo es menor».
Desde el verano todas las escuelas se prepararon para llevar a cabo un protocolo que permitiera el regreso de los más pequeños a las aulas. El proceso de adaptación ha conllevado la implementación de una serie de recursos para garantizar la seguridad de los niños. Pérez explica que « los centros seguimos trabajando duramente y de forma incansable tanto por parte nuestra como por parte de nuestro personal. Tratamos de hacerlo todo lo mejor posible con nuestros propios recursos y gracias también al compromiso y buen hacer de las familias».
Desocupación
No obstante, el sector, como otros tantos se encuentra en una situación bastante delicada. En este sentido Rosa Pérez comenta que «a pesar de las cifras moderadamente optimistas y del esfuerzo enorme que estamos realizando para trasladar a las familias la máxima seguridad, los centros siguen sufriendo una enorme desocupación . Es decir, la desocupación en la etapa educativa de 0 a 3 años es de más del 35%, una cifra que demuestra la trágica situación que vivimos en este sector ya que tememos la pérdida inevitable de puestos de trabajo y el cierre de escuelas».
La directora del CEI Maju, que es además la representante en Cádiz de la Escuela que Eliges (LEQUE de Andalucía), incide en que «según estos datos los centros de primer ciclo de Educación Infantil son lugares muy seguros incluso más que las zonas de ocio o parques a los que puedan ir».
En esa misma idea coincide María del Rosario de la Peña, presidenta de Coordinadora de Escuelas Infantiles de Andalucía que aún así lamenta que «a pesar de que los números dicen que los protocolos están funcionando, existe aún mucho miedo por parte de las familias, aún por encima de los enormes beneficios que tiene la escolarización temprana para los niños y niñas ».
Las medidas cada vez más restricitivas en esta segunda ola del coronavirus no afectan por ahora y frente a lo que sucedió en marzo, a los centros de Infantil. «Que nos hayan tomado ahora como centros esenciales ya lo podían haber hecho en marzo o en mayo cuando se pasó a la tercera fase y no lo que hicieron que ha supuesto el cierre de muchas escuelas privadas e incluso adheridas. Pienso que ha sido por la situación de muchas familias que se han visto desamparadas teniendo que trabajar sin tener dónde dejar a sus hijos. Estoy contenta porque nos han dejado abrir pero sí es cierto que el volumen de alumnado que preveía no lo tengo. Pero me siento afortunada viendo cómo está la situación con otros centros e incluso otros sectores», indica Rosa.
En lo que respecta a los centros exclusivamente privados, Pérez lamenta la ausencia de ayudas por parte de las administraciones. «Ya hemos recibido la respuesta negativa y eso habría sido fundamental para poder mantenernos en los tiempos que corren». Y es que, la inversión en más personal para garantizar la máxima seguridad y el coste de los protocolos establecidos tras un confinamiento de seis meses ha hecho que muchas de estas empresas educativas se resientan y tengan que cerrar sus puerta s. Aún así, otras muchas siguen adelante y confían en que la situación mejore definitivamente en los próximos meses.