INDUSTRIA

Carnival retrasa hasta agosto la reforma integral del crucero ‘Victory’ en la Bahía

Estaba previsto que el barco abandonara este mes las instalaciones de la factoría de la capital para iniciar en Puerto Real la obra

Javier Rodríguez

La compañía Carnival ha cambiado de forma temporal los planes que tenía previsto para e l crucero 'Victory' , que se encuentra en la Bahía de Cádiz desde marzo de 2020. Este buque ha estado en la cuerda floja tras el estallido de la pandemia. Llegó al astillero de Puerto Real para una transformación integral, pero el estado de alarma abortó esta inversión, cifrada en unos 170 millones de euros. El crucero estuvo en el muelle de armamento del astillero puertorrealeño hasta el tercer trimestre de 2020, en que se desvió a Cádiz . Precisamente, Carnival lo salvó en octubre del desguace y retomó el plan inicial para su reforma total. Desde entonces, permanece en el astillero de la capital, donde se le han ejecutado varias obras en las cubiertas.

Todo estaba preparado para que el barco abandonara este mes las instalaciones del astillero gaditano para entrar en el dique de Puerto Real, donde se llevará a cabo esta importante obra, sin embargo, Carnival ha decidido aplazar hasta agosto esta operación . No han trascendido los motivos que han llevado al armador del barco a retrasar sus planes, pero todo apunta a que el negocio de los cruceros sigue en el aire debido a la incertidumbre que pesa sobre la navegación y atraque de estos colosos del mar. El coronavirus ha propinado un durísimo golpe a los viajes en barco y los efectos económicos para las compañías han sido letales. Llevan meses ajustando balances e inversiones para hacer frente a las pérdidas y es posible que el aplazamiento de la reforma del 'Victory' hasta agosto esté relacionada con la estrategia económica de Carnival para el próximo verano. De cualquier forma, según ha podido saber LA VOZ, la obra sigue adelante, pero no de forma inmediata. La previsión es trasladar el barco de Cádiz a Puerto Real el próximo verano.

Esta situación deja en fuera de juego al astillero de Puerto Real , que se queda ahora sin carga de trabajo. La planta puertorrealeña culminó a finales del año pasado los tres encargos offshore que tenía entre manos y sigue con el corte de bloques de las corbetas saudíes que se montan en la planta de San Fernando, pero esta carga es mínima para mantener un astillero de la envergadura de Puerto Real. La esperanza estaba depositada en la reforma del 'Victory'.

 Este crucero llegó a la Bahía el mismo fin de semana en que el Gobierno de España decretó el estado de alarma en nuestro país. Esta situación obligó a la compañía norteamericana a replantear la reforma integral del barco, cuya inversión prevista era de 170 millones de euros. De hecho, la transformación programada para el 'Victory' significaba el nacimiento de un nuevo crucero bautizado con el nombre de 'Carnival Radiance' . El coronavirus truncó este proyecto y ahora se retoma de forma satisfactoria para los intereses de Navantia y del mercado laboral de la Bahía.

Este proyecto era clave para el astillero puertorrealeño, que se queda ahora sin carga de trabajo

El crucero llegó a Puerto Real bajo una fuerte polémica, ya que el comité de empresa de la factoría puso pegas a la entrada del buque ante la fuerte amenaza que suponía el coronavirus. No hay que olvidar que el crucero venía con su tripulación y, además, con un contingente de trabajadores de empresas extranjeras que iba a participar en su reforma interior. Además, la Carnival había contratado un ferry que haría las veces de barco-hotel para alojar a la mano de obra internacional que necesitaba el buque para su obra. En total, unas 3.000 personas estaban llamadas a trabajar en primavera en esta reforma en el astillero puertorrealeño, de las que un millar de ellas pertenecían a Navantia y a la industria auxiliar gaditana.

La irrupción de la pandemia abortó los planes de la Carnival y obligó a la tripulación del crucero y a los trabajadores de las subcontratas extranjeras a guardar una cuarentena en el interior del barco. Carnival repatrió en mayo y de manera escalonada a ese contingente de trabajadores bajo estrictas medidas de seguridad sanitaria. De hecho, la compañía envió a Cádiz al crucero ‘Carnival Breeze’ para la repatriación de una parte de su personal.

El destino final del ‘Victory’ ha estado muy condicionado por los planes de futuro de Carnival con su flota . El dilema del armador era invertir 170 millones de euros en un barco con más de 20 años de antigüedad y garantizar con ello un nuevo ciclo de vida o, por el contrario, enviarlo directamente a la chatarra. Finalmente, ha pesado más la opción de la reforma que la del desguace.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate

Ver comentarios