JORNADAS
Cádiz, en la pausa entre tsunamis
El Instituto Español para la Reducción de Desastres repasa los sucesos del maremoto de 1755 y denuncia que no hay plan ante otra ola gigante
Primero de noviembre de 1755 . Cádiz se despierta con la tranquilidad que ofrecen los días festivos de otoño. Pero pronto la situación cambió dramáticamente y para siempre. Un violento terremoto se siente en la ciudad , con tanta violencia que la cruz que coronaba el campanario de la iglesia de Santo Domingo cayó a plomo contra el suelo. Y, sin embargo, los problemas no acababan sino de empezar. Minutos después llegaba la ola gigantesca que, además de llevarse por delante a unos cien gaditanos, moldearía buena parte de la identidad de la ciudad.