BORRASCA FILOMENA
La sal, de Cádiz para el mundo
Como consecuencia de la borrasca Filomena, carreteras nacionales y europeas se han servido de las salinas de Cádiz para recuperar la comunicación de las vías en aquellas que se encontraban intransitables
El Grupo Asal produce unas 100.000 toneladas de uso exclusivamente para el deshielo en carreteras, buena parte de esta la sal se exporta al norte de Europa
![La sal se distribuye desde Cádiz a distintos puntos de la geografía española y europea](https://s1.abcstatics.com/media/provincia/2021/01/12/v/imagen-U54155466288Fdk-1248x698@lavozdigital.jpeg)
La borrasca Filomena ha dejado imágenes tan icónicas como un Madrid completamente nevado en plena lucha contra la pandemia de coronavirus que azota el mundo. La capital, al igual que otros municipios repartidos por la geografía peninsular, recuperan paulatinamente su habitual pulso tras haber sido forzados al cierre de carreteras, vías ferroviarias e incluso al transporte aéreo como consecuencia del temporal.
Noticias relacionadas
Más de medio millar de carreteras españolas han permanecido parcial o totalmente cortadas por hielo o nieve . Recuperar la comunicación en estas vías resulta primordial para garantizar, entre otras cosas, la distribución y transporte de mercancías indispensables, así como los trayectos en caso de emergencia sanitaria. Para ello, la sal de Cádiz se erige como la mayor aliada contra las inclemencias del tiempo .
Cádiz produce medio millón de toneladas de sal al año
Aunque tradicionalmente la exportación de sal procedente de Cádiz se constituía como una de las principales actividades económicas en la provincia, en la actualidad el Grupo Asal es el nombre que más resuena siendo el mayor productor de sal marina a nivel nacional .
La compañía, propiedad de la familia Armenteros, gestiona 2.500 hectáreas de salinas solo en la Bahía de Cádiz , sus instalaciones se encuentran en las salinas de Marisma de Cetina (Puerto Real), Santa María (El Puerto) y El Estanquillo (San Fernando).
Según cifras del Fondo para la Custodia y Recuperación de la Marisma Salinera ( Salarte ), el 90% del total de la producción de sal en Cádiz nace en salinas del G rupo Asal, que ha llegado a producir cerca de medio millón de toneladas el pasado año.
Exportaciones al norte de Europa
Exclusivamente para el deshielo en las carreteras, e l Grupo Asal produce unas 100.000 toneladas dedicadas en este uso . La mitad se reparte por toda la geografía española, «a consecuencia del temporal se han superado nuestras previsiones para todo el invierno», reconocen desde Asal. El resto se exporta al norte de Europa, principalmente países escandinavos .
Desde la compañía ya certifican contar con 45.000 toneladas vendidas en todo el territorio nacional encontrándonos a mitad de la temporada de invierno.
Pese a ello, e l abastecimiento está asegurado , «siempre contamos con stock disponible por si hubiera circunstancias como esta». La demanda también ha obligado a aumentar los esfuerzos de logística para garantizar los envíos, por lo que la empresa felicita a sus transportistas por enfrentarse al temporal en condiciones adversas.
Además de efectivo y de ser el más empleado, la sal es un agente de deshielo económico y con reducido impacto medioambiental . La importancia del cloruro sódico radica en que éste es capaz de reducir el punto de congelación del agua –que, normalmente, se sitúa en torno a los 0ºC– hasta un máximo de -21ºC, evitando que la nieve se convierta en hielo.
En las instalaciones de Asal, el transporte no ha cesado en las últimas semanas, «centenares de camiones» han movilizado la sal (aseguran desde la salina artesanal de San Vicente) distribuyéndose, por barco, a todo el territorio y lejos de nuestras fronteras. « Desde el sur de España para toda Europa» , aseguran.
40.000 toneladas de sal para las carreteras andaluzas
Desde la Consejería de Fomento , Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía aseguran que solo en las carreteras andaluzas se emplean más de 20.000 toneladas de sal cada invierno para el deshielo . Buena parte de esta cantidad –aunque no precisada– es de procedencia gaditana. Este consumo se dobla en inviernos «especialmente fríos» como éste, destacan en Fomento.
El 8,5%, de la Red de Carreteras de Andalucía se ubica por encima de la cota mil metros, donde por esta latitud «son más que previsibles conflictos por presencia de heladas y nevadas» .
Debido al temporal Filomena, a fecha del 12 de enero, hasta cinco carreteras andaluzas se mantienen en nivel de alerta negro (intransitables), c erradas al tráfico por hielo y nieve . Son las carreteras almerienses A-5405, por nevada y la A-5406, como consecuencia del hielo; las gaditanas la CA-9104, del kilómetro, a la altura de Grazalema por nevada y dos carreteras granadinas con tramos intransitables por nevada en la A-4301 y A-4302. En estas vías, la lucha contra el temporal continúa, por lo cual se sirven, entre otras, de la sal de Cádiz.
Salinas artesanales «en peligro de extinción»
La producción de sal en Cádiz ni mucho menos se limita a un uso de mantenimiento o recuperación de las carreteras. Aunque la magnitud de las salinas se ha reducido con respecto a décadas anteriores –actualmente solo funcionan trece explotaciones salineras frente a las 160 a mediados del siglo XX –, gran parte de las salinas del litoral gaditano se han recuperado en los últimos años dirigiendo sus cultivos hacia un uso ecológico de sus recursos naturales .
Es el caso, entre otras, de las Salinas de Chiclana (salina Santa Teresa, en el Parque Natural Bahía de Cádiz), Ecosal (salina San Vicente, San Fernando), Bartivás (Chiclana), El Águila (Puerto Real) o La Esperanza (Puerto Real).
Salarte es una organización sin ánimo de lucro que se dedica a la promoción y recuperación de la actividad de las salinas artesanales en la Bahía de Cádiz. Para su presidente, Juan Martín, la calidad de la sal procedente de la Bahía «es muy superior a la del resto».
La sal artesanal que defiende Salarte tiene «muy poco cloruro sódico y muchos oligoelementos» , lo que la convierte en un producto más saludable que la sal convencional.
La calidad y pureza de este oro blanco –o rosado gracias al pigmento natural que le proporcionan las algas del litoral– «era codiciada en diferentes puntos del mundo», principalmente en América y Europa. Sin embargo, «las salinas tradicionales se encuentran en peligro de extinción , no pueden competir contra las mecanizadas», indica Martín.
Los productos gurmés que promociona esta asociación, así como las experiencias de turismo en un entorno ecológico, son las mayores bazas para el establecimiento de las salinas marinas naturales. Y su gran enemigo se encuentra en el frenazo obligado al turismo por la irrupción del coronavirus, el cual ha paralizado o mermado el resto de actividades que no incluye la elaboración artesanal de sal.
Las salinas gaditanas tampoco corren peligro por el temporal o por futuras olas de frío y es que la sal marina, aunque está activa todo el año, empieza su proceso de cristalización desde marzo hasta las primeras lluvias de septiembre u octubre.