TRIBUNALES

Los Cachimbas de Puerto Serrano, suma y sigue en los tribunales

Uno de los hermanos Venegas acaba de recibir una nueva condena, le queda otro juicio en enero, además de otro suspendido en noviembre. Todos por lo mismo: agresiones

De izquierda a derecha, Pepe, Pedro y Jorge Venegas, en 2017, cuando acudieron al juicio en la Audiencia por el asalto a la jefatura de Puerto Serrano. F. J.

M. A.

«Los Cachimbas son delincuentes, no hay más. No vale excusarse en infancias difíciles por un padre maltratador, ni en el alcohol, ni en las drogas, ni en supuestos problemas mentales. Han podido aprender la lección muchas veces y no lo han hecho. Al revés, han ido cada vez a peor ». Habla alguien que los conoce de sobra y que, por razones obvias, prefiere mantenerse en el anonimato. Como insiste, en Puerto Serrano los conocen de sobra. Un pueblo de la serranía gaditana de 7.000 habitantes, gente humilde, honrada, trabajadora, y «harta», de que el nombre de su localidad se asocie a «esa gentuza».

«Hasta que no los han metido en prisión no han parado. La liaban, llegaban y sabías que podía haber problemas, los detenían pero volvían a salir, se creían los amos del pueblo. Impunes a todo». Hasta que les llegó la condena más grave por agredir brutalmente al policía local Juan Cadenas. A Pedro, el mayor, le sentenciaron a trece años. Él fue quien empuñó el cristal que le clavaron al agente en el ojo y con el que le atravesaron el paladar. Y Pepe y Jorge, siete años. Este último el «más agresivo». De hecho, el pequeño de los Venegas es el que acumula más cuentas pendientes con la justicia. Sus hermanos se metían en muchos de esos líos después de que a Jorge «le diera el siroco» y la emprendiera a golpes, patadas, botellazos... con quien cogiera de por medio. Incluso a supuestos amigos suyos.

Esta semana este periódico publicaba la última condena que ha caído sobre este Cachimba . Dos años de cárcel por agredir a otro hombre a la salida de una discoteca en Bornos. Ya tuvo otra en Villamartín. La Fiscalía pedía cuatro años de prisión, sin embargo, la propia víctima y algunos de los testigos se desdijeron de su declaración inicial y no quisieron dar detalles de los hechos o incluso lo negaron asegurando que no recordaban «nada». Como por ejemplo que Jorge pudo utilizar en esa agresión una botella que partió en el suelo antes de acometer contra el afectado y hacerle una raja en el costado.

La víctima llegó a decir que se había caído y dado con una valla. El hecho de que no se llegara a concretar el objeto peligroso que utilizó como arma ha disminuido la pena impuesta. Sin embargo, se han tenido en cuenta las primeras declaraciones obtenidas y además la sentencia incluye que se investigue a los testigos que hayan podido mentir por cometer un posible delito de falso testimonio.

Pero ¿por qué ocurre algo así?, ¿por qué una víctima no quiere ir hasta el final contra alguien que le ha herido?. La solución la dan en el mismo pueblo. «Se les tiene mucho miedo», aseguran. «Esta gente nunca va a cambiar». Es más, tienen asuntos pendientes. A Pedro y Jorge les queda otro juicio por haber agredido a dos guardias civiles que acudieron a un aviso cuando los Venegas estaban teniendo otro de sus agresivas peleas con una pareja. Ambos agredieron a los agentes. Uno a golpes, otro lo intentó con un cuchillo. Y las amenazas fueron constantes. Hasta que los guardias dieron un disparo al aire para que depusieran en su actitud. La Fiscalía les pide siete y nueve años de prisión.

El juicio ya se ha suspendido en varias ocasiones. Una de las razones de estos aplazamientos es que Jorge se suele mostrar disconforme con el abogado que le asignan de oficio minutos antes de la celebración de las vistas. Ya lo ha hecho en varias ocasiones. Como también el mostrarse violento en los calabozos de los juzgados. En enero tendrá otro juicio por lesiones y atentado contra un policía por este motivo.

Durante el juicio penal por el ataque a Juan Cadenas, la defensa de los Cachimbas insistió en las enfermedades mentales que padecen y en sus problemas de drogas y alcohol. Sin embargo, los peritos fueron bastante determinantes a este respecto. Declararon varias forenses que se entrevistaron con ellos durante la instrucción del caso. Una de estas expertas aseguró que cuando se encontró con Jorge Venegas éste se mostró «obcecado» con el asunto y con el hecho de conseguir los ansiolíticos que le recetaban cuando estaba en libertad. Afirmó que en su declaración fue «manipulador» y que en sus discurso no tuvo «frases psicóticas ni delirantes». Es más. «No mostró ni la más mínima empatía ni arrepentimiento ». Al parecer eximía su responsabilidad en el hecho de ser drogodependiente. En sus conclusiones determinó que su capacidad intelectiva no estaba afectada y que, aunque padece un trastorno de la personalidad disocial, no le constaban datos que indiquen que afectan a su forma de discernir entre el bien y el mal.

En cuanto a Pedro, determinaron que «exageraba los síntomas», como cuando aseguró que «escuchaba voces». Esta patología, propia de la esquizofrenia, no la asociaron en ningún momento con la comisión del delito.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación