EDUCACIÓN

«Bullying», la otra realidad que también regresa a las aulas

La pedagoga y experta en Violencia de Género y Malos Tratos, Estela Bermúdez, ha concedido una entrevista a LA VOZ para abordar este problema social

En el curso 2021/2022 podría convertirse en víctima el 9% de la población escolar de la provincia, aproximadamente 22.050 estudiantes

Estela Bermúdez junto a su personaje Pepuka

Adrián V. B.

Desde el 1 de septiembre ha ido regresando a las aulas de Cádiz, de manera escalonada, la población escolar para comenzar el nuevo curso, el cual volverá a estar marcado por la Covid-19 .

De esta manera, ese mismo día lo hacían 9.919 escolares para incorporarse al Primer Ciclo de Educación Infantil , mientras que el 10 de septiembre le tocaba el turno a más de 110.000 del Segundo Ciclo, de Primaria y de Educación Especial.

Así, el 15 de septiembre hicieron lo propio 124.724 alumnos que cursarán, durante los próximos nueve meses, Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional y Educación de Adultos.

En total, son casi 245.00 los alumnos que ocuparán las aulas durante el curso escolar 2021/2022. Sin embargo, 22.050 podrían ser víctimas del acoso escolar, tal y como indica la ONG Internacional Bullying Sin Fronteras en su último estudio.

A pesar de los datos que arroja esta entidad, lo cierto es que la falta de distintas herramientas hace muy difícil elaborar un diagnóstico real de la situación del bullying en las aulas de la provincia.

Por este motivo, LA VOZ ha entrevistado a la pedagoga y experta en Violencia de Género y Malos Tratos, Estela Bermúdez, para realizar un análisis de una situación que podría producirse.

Los orígenes del acoso escolar

Según Bermúdez, «se da porque un acto puntual de violencia, ya sea físico o psicológico, no ha tenido consecuencias y se ha venido repitiendo a lo largo del tiempo , convirtiéndose en una práctica habitual».

Añadiendo que « suele producirse sobre menores que destacan por alguna característica , ya sea porque sobresalen en los estudios o porque tienen alguna característica física o psicológica que les hace destacar sobre el resto del grupo».

Sin embargo, ha querido puntualizar que «no se debe de confundir con un episodio aislado de violencia. Se caracteriza por ser un acoso continuado en el tiempo. Es un comportamiento agresivo intencional en el que existe un desequilibrio de poder o de fuerza entre la persona agredida y la que agrede».

Aunque puede producirse en cualquier edad, la pedagoga ha especificado que «es raro que se produzcan casos de acoso escolar en menores de 3 a 5 años. Éste empieza entre los 6 o 7 años , aunque lo habitual es que se dé a sobre los 10 años».

La observación, clave para la prevención

La observación, desde el entorno familiar, es clave para la prevención tanto para la víctima como para el acosador. A pesar de ello, Estela Bermúdez ha comentado que «cuando una familia detecta un caso de bullying el daño ya está hecho» .

«Los padres deben de tener una buena comunicación y relación de confianza con los hijos para que se sientan seguros de contarles la situación, en el caso de que estén sufriendo agresiones», ha detallado al respecto.

En el caso del acosador, Bermúdez ha recordado que « los padres deben de dar ejemplos positivos en cómo relacionarse con otras personas y con sus hijos. Éstos aprenden por imitación y uno de los primeros agentes educativos que intervienen es la familia».

«Es importante la labor educativa y de prevención desde el ámbito escolar, pero también es importante desde casa. Es muy importante la relación constante entre la escuela y la familia para poder intervenir cuanto antes», ha puntualizado.

Maneras de actuar ante un caso de acoso escolar

En relación a las maneras de actuar ante un caso de acoso escolar, la experta en Violencia de Género y Malos Tratos ha explicado que « e s importante estar alerta y no dejar pasar ninguna situación. La escuela tiene una labor importante de prevención. El respeto es la base para acabar con el bullying ».

«A mí me gusta mucho trabajar con cuentos y lo recomiendo como una buena herramienta de intervención. Por ejemplo, 'Orejas de mariposa', 'Elmer', 'Wonder' o 'Malena Ballena'», ha querido ejemplificar.

Además, ha añadido el de « 'Pepuka y el monstruo que se llevó su sonrisa' , cuento que escribí hace unos años con el que directamente trabajo la violencia de género y el bullying en las escuelas desde la Educación Infantil».

Por último, ha vuelto a hacer hincapié en « la prevención y el respeto a los Derechos Humanos . Es importante conocerlo y saber detectarlo para que no llegue a más o cortarlo en sus inicios. Creo firmemente que en la educación en igualdad y en valores de respeto está la clave para evitar situaciones de acoso escolar».

A pesar de que el bullying se ha convertido, a lo largo de los años, en un problema social lo cierto es que tanto el entorno familiar como el educativo de la víctima y del acosador son claves para poner freno a una situación que afecta ya al 9% de la población escolar.

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