DEFENSA

La Base de Rota tendrá que adaptar sus infraestructuras al nuevo avión caza de la Armada

El buque Juan Carlos I también realizará obras para operar con el F-35B, que sustituirá a los 'Harrier'

La ministra Margarita Robles, a bordo del buque Juan Carlos I, durante unas maniobras llevadas a cabo en aguas de la Base Naval de Rota. P.M.

Verónica Sánchez

Ya lo anunció la Armada en un encuentro con periodistas especializados en defensa a finales del pasado mes de noviembre y organizado por el entonces Jefe de la Armada y ahora Jefe de Estado Mayor de la Defensa, el almirante Teodoro López Calderón, es necesario sustituir los aviones 'Harrier' de la Novena Escuadrilla de Aeronaves, con base en Rota, y el único relevo posible son los caza F-35 de la empresa Lockheed Martin .

Tanto es así que ahora la Armada ha afirmado a este periódico que «está elaborando el documento de definición de requisitos del futuro sistema de armas, para dar cumplimiento a la Instrucción del Secretario de Estado de Defensa que regula el Proceso de Obtención de Recursos Materiales. Este documento define los requerimientos que habrá de tener la aeronave que pueda sustituir al 'Harrier', así como las necesidades de apoyo adicionales ».

Fecha límite: 2028

La Armada ya maneja un calendario de sustitución, que «está determinado por las obsolescencias y la necesidad de relevo de los AV-8B+». De esta forma, el F-35B debería entrar en servicio no más tarde de 2028-2030 .

No obstante, «hasta que exista un acuerdo firme por parte de España para la adquisición de los aviones, es imposible conocer a ciencia cierta el número de aviones de la primera remesa y su secuencia de llegada, ya que dependerá de la cadena de producción de la empresa Lockheed Martin , así como de otros factores como el calendario de financiación del nuevo programa».

Pero, como aseguró hace algo más de dos meses el almirante López Calderón, es necesario a la negociación para «llegar a la solución más óptima posible equilibrando los intereses de las dos partes». Por un lado, la empresa y, por el otro, España, que necesita el nuevo caza ya que dentro de poco la Armada Española será la única Marina de guerra del mundo que opere esta aeronave, con los consiguientes problemas logísticos y de gestión de la obsolescencia que esto conllevará. De esta forma, la adquisión del F-35 también llevará aparejado, en palabras del almirante López Calderón, «reotronos de carácter industrial y de otro tipo, de forma que no sea sólo el pago y la recepción de un avión».

Para la llegada del caza de combate F-35B será necesario realizar modificaciones tanto en la Base Naval de Rota como en el buque portaaeronaves Juan Carlos I . Por un lado, la base tendrá que adaptar sus infraestructuras al nuevo avión. Mientras que los cambios que se deberán realizar en el LHD Juan Carlos I serán los encaminados a «completar la adaptación de su cubierta», detalla la Armada, como esquema de pintado o distribución de luces y otros elementos.

Participación de la industria de Defensa

Una vez sustituidos los Harrier por los F-35B la Novena Escuadrilla, afirma la Armada, «seguirá contando con una estructura muy parecida a la actual tanto para pilotos como para el personal de mantenimiento, aunque recibirán una formación adicional específica para operar y mantener» los nuevos aviones .

Respecto al coste del cambio, la Armada señala que «en la fase actual del proceso de obtención es un tanto prematuro estimar un coste preciso del programa , ya que existen múltiples factores que deben ser valorados minuciosamente en etapas posteriores».

Lo que sí asevera la Armada es que «tiene una fuerza naval expedicionaria ágil y flexible en cuyo concepto de operación se contempla el uso de una aeronave de ala fija embarcada que proporcione apoyo a su Infantería de Marina y sea capaz de proyectar el poder naval sobre tierra, allí donde el interés de España lo demande». Así pues, «una vez se agote el ciclo de vida del AV-8B+ y para poder continuar con los cometidos que le puedan ser asignados, será necesario dotarse de una plataforma de relevo, siendo el F-35B la única existente»

Un relevo que supondrá «innumerables» beneficios «ya que el nuevo avión superará ampliamente al Harrier en todos los aspectos tecnológicos y operativos ». Además, este relevo repercutirá también en la economía de la Bahía y en la industria que presta sus servicios a la Base Naval de Rota, ya que, como concluye la Armada, «la mayoría de los programas de esta envergadura llevan aparejado de una manera u otra la participación de la industria de Defensa nacional, tema que es de primordial importancia a la hora de aprobar las adquisiciones de los distintos sistemas de armas». Un impacto que aún está por definir ya que, «en este sentido, durante el proceso de obtención del sustituto del Harrier se abordará esta cuestión en tiempo y forma».

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