CUARENTENA POR EL CORONAVIRUS

Asociaciones de ayuda a ludópatas temen un repunte de casos tras el confinamiento

Piden poder a volver a retomar las reuniones presenciales con urgencia para intentar frenar las recaídas

El póker on line es uno de los juegos en los que caen más adictos a las apuestas. La Voz

M. Almagro

Vivir con una adicción y encerrados puede ser un arma de doble filo. Dependiendo a qué se se esté enganchado y cómo se pueda tratar. La crisis sanitaria por el coronavirus también está teniendo sus efectos colaterales entre las personas que han perdido su control sobre el juego y las apuestas. En los últimos años ha crecido exponencialmente el número de ludópatas debido al fácil acceso que hay a esta práctica por internet.

La situación durante el Estado de Alarma podría ser más arriesgada ya que el confinamiento puede provocar que un adicto pase más tiempo delante de ordenadores, móviles y tablets y caiga una y otra vez con su peor enemigo. Sin embargo, aunque pueda parecer extraño, está situación no es la que más está preocupando de momento a las asociaciones que prestan su ayuda a las personas que quieren rehabilitarse de esta adicción. «Por ahora sabemos solo de la recaída de uno de nuestros usuarios», cuenta David Díaz, de la asociación de Jugadores de Azar en Rehabilitación (JARCA) del Campo de Gibraltar. Ellos han mantenido el seguimiento y la asistencia telefónica durante este tiempo pero la atención no ha podido ser la misma ya que tuvieron que suspender las terapias presenciales por las medidas decretadas para evitar nuevos contagios de Covid.

Además ha habido otro factor determinante. Durante estas semanas no ha habido fútbol ni ninguna otra competición deportiva así que también se pararon las apuestas de estas disciplinas lo que ha impedido a sus adictos poder jugar. Pero de nuevo esta circunstancia podría tener un efecto inverso ya que al no tener acceso a estos juegos se han podido iniciar en otras prácticas como la ruleta, tragaperras o póker online, etc, por lo que a su regreso a la vida 'normalizada' podrían tener otra batalla más que librar.

Normalmente las personas en tratamiento tienen los accesos a estas páginas denegadas por lo que le denominan el 'autoprohibido', un veto personalizado con su DNI que ellos mismos aceptan cuando inician las rehabilitaciones. Pero, a veces, utilizan los datos de otro familiar o conocido para saltarse este impedimento. El control en este sentido es fundamental por lo que el contacto de las asociaciones con los familiares de los usuarios de estos centros también. Y este enlace se ha visto también difuminado durante la cuarentena al no poderse celebrar las reuniones de grupo.

Desde hace años los colectivos de ayuda a los adictos al juego y también a móviles y nuevas tecnologías han venido alertando de que cada vez este tipo de adicciones se están dando en edades más tempranas . «La media de edad ha variado. Ahora no existe edad, ni clase social. Hay gente de todo tipo, incluso menores», advierten desde JARCA. «Tenemos el temor de que cuando acabe todo esto y salgan a la calle, se sientan con más ganas, menos controlados y tengan acceso a los juegos en la calle, haya un repunte de recaídas».

De ahí que pidan poder empezar en cuanto antes con sus terapias presenciales. «Cuando más tiempo pase, muchos se creerán que están curados pero no ha sido una situación normal y el que acabe de empezar podrá volver a caer». «Quizá tengamos que hacer más turnos porque no podemos tener grupos de veinte o treinta personas pero es importante que se pueda retomar. De la forma que nos digan pero cuanto antes».

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