SEMANA SANTA

La antesala de la semana más grande en la provincia

Entre sentimientos, recuerdos y momentos transcurren las semblanzas de los responsables de dar la bienvenida a la Semana Santa

Manuel Sánchez Casas, pregonero de San Fernando. :: C. C.

C. Cherbuy

Ya queda poco, casi nada. No solo se siente, ya se toca, ya se huele, se saborea, se oye y se entrevé. Y es que, como expusiera el cofrade isleño Manuel Sánchez Casas en su pregón en San Fernando, la Semana Santa se vive con los cinco sentidos y ya despiertan porque la cuenta atrás no solo ha comenzado sino que se acelera, al igual que el pulso, los nervios y los preparativos. La Bahía ya espera su semana grande y ayer se dijo en los principales teatros de la Bahía, desde La Isla a El Puerto, Chiclana o Jerez, que sí, que la Semana Santa ya está aquí.

Pregones que tuvieron su parte emotiva, impregnados de recuerdos y también con toques de denuncia social, de revisión sobre la labor y los valores. Pregones llenos de marchas, de sonetos y palabras para las diferentes hermandades y tallas, que ya cuentan las horas para salir a la calle. Pregones que volvieron a comenzar la tradición, aquella que convierte a esta fiesta en una de las más esperadas y que se vive de forma intensa en toda la provincia. Pregones que pasan a ser la antesala de lo que va a venir y que ya han cumplido su función, que sí que ya lo han anunciado, que solo queda esperar, que la Semana Santa ya está aquí.

San Fernando

Y ya que se ha nombrado en las primeras líneas, cabe destacar el pregón del isleño Manuel Sánchez Casas en el Real Teatro de Las Cortes. Cumplió con lo prometido y trajo la Semana Santa en sus cinco sentidos con marchas, incienso, con roscos, imágenes, sonetos y evocando recuerdos. Aquellos que les acompaña y de los que ya dio primera cuenta su presentador, el Hermano Mayor de Afligidos, Manuel Muñoz Rivero.

Fue tras los sones de la marcha Amargura cuando Sánchez Casas irrumpió en el escenario del Real Teatro de Las Cortes con fuerza, entre versos que fueron pasando de barrio en barrio y de cofradía en cofradía, por aquellos momentos más especiales y emotivos de la Semana Santa isleña, un recorrido que luego expandió para dar a cada hermandad el lugar que le corresponde en la Pasión isleña.

Pero también hubo momentos para exponer la denuncia. En primer lugar por el devenir de la ciudad que ha dejado que se lleven algunos de sus tesoros más preciados, que no saca a relucir su patrimonio ni su capacidad turística e industrial y que llevo todo ello la grito de «despierta San Fernando, despierta». También toco temas sensibles como la denuncia del aborto, una defensa a la pertenencia en la Iglesia de los cristianos divorciados y aludió a los que «aman diferente».

También hubo recuerdo y dedicatorias y por segundo año consecutivo no faltó el nombre de Alfonso Berraquero, el imaginero isleño que ha dejado una huella especial en la Semana Santa de La Isla.

Verso y prosa, bolas de cera, marchas, proyecciones, roscos, incienso. Un completo pregón que condensó en unas horas y en un espacio todo lo que significa la Semana Santa isleña.

El Puerto

Y del Real Teatro de Las Cortes de San Fernando al Teatro Pedro Muñoz Seca de El Puerto, donde el cofrade Jesús Andrades tuvo la responsabilidad de pregonar la gran fiesta de la ciudad. Y lo hizo sumergiéndose en sus entrañas y evocando de nuevos recuerdos propios que llevó a los que cada portuense siente ya sea viendo, portando o en penitencia con su paso.

Momentos especiales que se vivieron sobre todo cuando nombró al Cristo de la Flagelación y a la Virgen de la Amargura, una petalada y versos, un sentir que soltó en palabras que mostraron la gran devoción que siente por ambas imágenes. Y así fue poco a poco recorriendo el itinerario de la Semana Santa portuense, pasando por calles, saetas y cortejos. Hasta llegar al Domingo de Resurrección y tomar el fin de su pregón aquel que ofreció a todos los portuenses y en el que puso su corazón para El Puerto.

Y así ya todo listo para que la ciudad se engalane y se llene de palmas, que Andrades ya ha hecho su labro y solo queda de sentir la Pasión.

Chiclana

Las emociones de lo que es la Semana Santa también llegaron a Chiclana a través del pregón del cofrade Ángel Luis González Bueno, que dejó bien claro que su devoción viene de su madre y por ello no pudieron faltar aquellos recuerdos y vivencias de la Semana Santa de niñez junto a ella recorriendo por ejemplo el itinerario en penitencia de los pasos del Señor de la Humildad.

Su padre, su hermana, la familia presente y también los titulares y el recorrido por la Semana Santa de Chiclana. Recuerdo para aquellos cofrades señeros que ya no ocupan sus asientos en el Moderno para vivir estos momentos previos ni acompañan a las tallas, al menos desde el suelo. Saetas que hicieron estremecer al públicos con sones de marchas y acompañamiento musical.

También hubo alguna que otra mala jugada a causa de los nervios, pero Ángel Luis González supo recomponerse a tiempo para dar solemnidad, sentimiento y para que su pregón fuera lo que debe ser, al anuncio emotivo de lo que va a llegar en ya menos de una semana a Chiclana, de ese nuevo despertar en el que el martirio da paso a la Resurrección de Cristo.

Jerez

El Villamarta es el último escenario de este corto pero intenso recorrido que habla más de la espera que de otra cosa. En Jerez fue el cofrade y devoto de la Virgen de la Amargura, José Blas Moreno González, el encargado de realizar el pregón de la Semana Santa de la provincia, porque no hay un lugar en Cádiz donde la Semana Santa se viva con tanta intensidad y con tal volumen de cortejos y pasos. Con sones flamencos, con quejíos de saetas y con tallas que son un patrimonio propio de la ciudad.

Y como no podía ser de otra forma amargura tuvo gran peso dentro del discurso de José Blas Moreno que ya si de por sí el acto para un cofrade es emotivo, más aún cuando el que te presenta es tu propio hermano.

De nuevo las estampas más significativas de la Semana Santa, en este caso de la de jerez con los momentos más señalados, las calles, las marchas, y así hasta un sinfín de cosas, porque para el pregonero de la Semana Santa de 2017 de Jerez no existe en el mundo una Semana Santa mejor.

Por ello no faltó ni una sola de las casi medio centenar de hermandades que existen en la ciudad, todas tuvieron su espacio y tiempo, su devoción y respeto, porque es una gran responsabilidad ser el pregonero de la fiesta que más se ama en tu ciudad y José Blas Moreno quiso estar a la altura. Y sin duda lo estuvo, engrandeciendo una Semana Santa que de por sí ya es grande.

Y ya solo queda esperar que las noches y los días traigan de nuevo al domingo pero vestido de Ramos y las calles se llenen de incienso, de marchas, de penitencias, de tallas, de momentos, porque eso es la Semana Santa, son momentos que cada año se recogen y condensan en los pregones. Pregones que anuncian que sí, que la Semana Santa ya está aquí.

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