Entrevista
Ángeles Ayuso: «El mejor balance de mi gestión será el que hagan mis compañeros»
La mujer que ha dirigido durante dieciséis años la Fiscalía de Cádiz se jubila con la satisfacción del trabajo hecho pero con la espina pendiente de la falta de más medios
«Nunca me he sentido presionada, por nadie ni por ninguna situación política o social»
Cuenta Ángeles Ayuso que le interesa aquello en lo que pueda aportar algo. Y esa justo ha sido su bandera en la labor que ha desarrollado durante más de tres lustros al frente de la Fiscalía Provincial de Cádiz de la que ahora se despide. ... La 'jefa' se jubila, pero atrás deja un buen legado de trabajo, de metas conseguidas, de retos logrados, de problemas resueltos y, sobre todo, se lleva consigo una maleta cargada de mucha, mucha experiencia.
Se marcha tras 16 años dirigiendo el trabajo, la realidad y el destino de la Fiscalía de Cádiz, ¿cómo se siente?, ¿le ha sido difícil encarar este adiós?
Mi jubilación voluntaria se contradice con lo mucho que me gusta trabajar en esta Fiscalía. En ese sentido, sí ha sido una decisión difícil de tomar.
Es momento de hacer balance, ¿cuál es el suyo?
Ha sido una experiencia profesional muy intensa. El balance personal es muy satisfactorio. El balance de mi gestión lo harán los demás, y mejor que nadie mis compañeros.
¿Cuál cree que va a ser el mejor recuerdo que se lleve? En el terreno personal y en el profesional.
El mejor recuerdo en el plano personal y profesional es el mismo, la buena relación con los compañeros de Cádiz, y de sus tres fiscalías de área de Algeciras, Ceuta y Jerez de la Frontera. He sido respaldada por ellos y he procurado también respaldarlos. De otro modo mi trabajo me habría resultado mucho más gravoso. La relación con jueces y magistrados, letrados de la Administración de Justicia, abogados y demás profesionales públicos y privados del Derecho, ha sido buena, y con frecuencia cordial. Con el presidente de la Audiencia Provincial Manuel Estrella compartí la preparación de las oposiciones, así que nuestra relación ha sido profesional y de amigos. Al inicio de mi ejercicio como fiscal jefe el anterior presidente, Lorenzo del Río, me facilitó mucho mi labor. En el Colegio de Abogados me siento en casa, como letrada suya que fui. Y no recuerdo ninguna disensión o tensión con otros profesionales jurídicos.
¿Tiene alguna espina que se le quede pendiente?, ¿algo que hubiera gustado lograr y que no ha sido posible?
No he conseguido que se nos dotara de suficientes plazas de fiscales. Hemos pasado de ser cincuenta y seis fiscales a ser noventa y uno más algunos interinos de refuerzo. No es suficiente para equipararnos a otras fiscalías con similar carga de trabajo. A estos efectos, se aplican unos criterios de estimación de las necesidades de las fiscalías que sólo miran números de asuntos y no otro tipo de dificultades que encaramos.
En cuanto a sus compañeros fiscales y de otros órganos como los jueces, ¿qué le están trasladando en su marcha?
Lo natural en estos casos, muy buenos deseos, que acepto con mucho gusto porque sé que son sinceros. Y cuando los compañeros fiscales me dicen «hemos estado muy bien contigo», me llega al corazón.
Sensibilidad social
Tras tantos años de oficio, ¿qué queda de esa Ángeles Ayuso abogada de los orígenes?, ¿cuál diría que ha sido su principal enseñanza?
De quien yo era cuando empecé en esta carrera, creo que queda que aún soy una persona con sensibilidad social, especialmente hacia lo cercano. Me interesa aquello en que pueda aportar algo. Creo que deben ser atendidas debidamente las personas que son víctimas de delito, el presunto culpable y el condenado que cumple su condena, y en ocasiones sus familiares; los menores, ancianos y enfermos mentales en situación de desprotección. Ese enfoque he intentado no perderlo en el ejercicio de mis funciones. Y esa orientación la he encontrado en muchos compañeros, lo que ha reforzado mi orientación.
Fue la primera mujer en ostentar un cargo de tanta responsabilidad en la provincia y siempre ha sido un referente en ese sentido, de un feminismo real. Cuando tomó posesión dijo que en España se necesitaba «una cultura de prevención y respeto a la mujer», ¿lo sigue pensando o ha visto algún avance?
Supongo que al referirme a la cultura de la prevención y de respeto a la mujer pensaba en algo obvio para muchos ciudadanos. El Estado puede imponernos por ley ciertas conductas y prohibirnos otras, incluso bajo riesgo de una condena penal, pero eso tiene muy poco efecto preventivo. De hecho, el primer argumento contra la pena de muerte es que su vigencia no ha disuadido a muchas personas de cometer homicidio.
Es necesario establecer una sólida cultura de la prevención, ya sea en la lucha contra la violencia de género, la siniestralidad laboral y otros males, no sólo por ley sino también por otras actuaciones que hagan nuestra sociedad más activa. Le pongo un ejemplo. A mí me chirría que España sufra una sangría de gasto en la lucha contra el tráfico de droga, y que se hagan en televisión campañas de prevención del consumo de drogas básicamente dirigidos a los jóvenes, y a la par un personaje cómico de una serie o una película sea un «colgado» o un «tocado» de la droga. Me indigna que se haga humor a costa de una persona tan desgraciada, aunque sea una persona de ficción.
Es necesario establecer una sólida cultura de la prevención, ya sea en la lucha contra la violencia de género, la siniestralidad laboral o las drogas
Siempre dijo que era fiscal porque prefería deberse a la sociedad, a la Ley y al Estado, santo y seña del Ministerio Público, ¿cree que los ciudadanos han entendido con su labor y la de sus compañeros estos años este papel?
Recuerdo decir que como fiscal me debo a la sociedad, a la Ley y al Estado. Si también dije que quise ser fiscal por ese motivo, no lo dije en detrimento de una profesión hermana a la mía, la abogacía. Estoy segura de que la pátina de profesionalidad que pude adquirir en mis cinco años como letrado en ejercicio me ha hecho mejor fiscal. Con aquella frase quería decir que la función primordial del fiscal es esencialmente servir a la sociedad y no al Estado; para eso están los Abogados del Estado y otros profesionales. Que estamos obligados a respetar la ley en todas nuestras actuaciones, sin perjuicio de proponer a los tribunales interpretaciones novedosas e incluso atrevidas. Y en cuanto al Estado, se trata de no olvidar que, en la organización de los poderes del Estado, la Constitución define el Ministerio Fiscal y sus principios fundamentales en su titulo llamado del Poder Judicial.
Cádiz se ha convertido en un lugar de referencia bajo su mandato en cuanto a la labor de los fiscales, una plaza donde muchos profesionales de su ramo quieren estar para aprender y desempeñar sus funciones, ¿qué responsabilidad cree que ha tenido usted en este logro y qué tiene esta provincia para que resulta tan atractiva siendo tan complicada?
No sé si para algo somos referencia, lo que sí podemos asegurar es que esta fiscalía, que hasta 2007 era una Fiscalía de paso, a la que llegaban fiscales en primer destino para marcharse lo antes posible como regla general, se ha convertido en un destino bien apreciado por los jóvenes fiscales que ingresan en la profesión. Que ver llegar a Cádiz un número uno de la oposición o fiscales con excelente puesto en el escalafón de ingreso, ya no es una sorpresa. Y también puedo asegurar que en calidad de trabajo y en la imprescindible especialización por campos jurídicos, no vamos a la zaga de otras fiscalías provinciales. Esto es trabajo de todos los miembros de esta Fiscalía Provincial. Un equipo no se sostiene en primera línea si no están a la altura todos sus componentes.
Ha llevado o coordinado muchos procedimientos muy difíciles y comprometidos incluso políticamente, ¿alguna vez se ha sentido presionada?
No quiero ser petulante, pero tengo que decirle que no me he sentido nunca presionada, por nadie ni por ninguna situación política o social. Siempre he procurado no tratar de asuntos en curso fuera del ámbito de la Fiscalía. En todo caso, los jueces y los fiscales por oficio son insensibles a la presión. Ésa es la regla.
Tanto en sus memorias anuales enviadas a la Fiscalía General como en su gestión diaria ha reclamado de manera constante más medios para una provincia tan amplia y dispar como es Cádiz, ¿cree que la deja más cubierta o todavía ese reclamo sigue siendo necesario?
Ha habido que luchar a brazo partido hasta lograr sucesivos incrementos de plantilla y la contratación de fiscales sustitutos de refuerzo. Aún así, sigo creyendo que en la Fiscalía General del Estado no se ha comprendido aún que esta provincia es pequeña en el mapa pero sobrecargada en trabajo, no sólo por el tráfico de drogas. También es una sobrecarga para los fiscales que no estén la mayoría de los juzgados de primera instancia e instrucción en la capital, sino en pueblos. A veces, para participar en un sólo acto procesal hay que echar la mañana en trasladarse a Barbate o Chiclana; o los fiscales de Jerez a Ubrique o Arcos. Hasta no hace tanto incluso teníamos que ir a celebrar juicios en Ceuta. La política en esta materia es errática.
En 2020 se anunció a bombo y platillo la ampliación de plazas para la provincia en el llamado Plan de choque Campo Gibraltar. Tuvimos un incremento señalado ese año, pero ninguna plaza nueva se ha creado en 2021 y la ampliación en fase de borrador sólo prevé la creación de una plaza para esta provincia. Parece que el plan de choque para la Fiscalía ya no existe. Un verdadero disparate, porque la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad contra el narcotráfico genera cada día causas más complejas, mezcladas normalmente con el delito de blanqueo de capitales y otros, a los juzgados de la provincia.
En la Fiscalía General del Estado no se ha comprendido aún que esta provincia es pequeña pero está sobrecargada de trabajo
Hay muchas materias y secciones pero el narcotráfico es sin duda una de los caballos de batalla más duros de esta provincia... Ahora ha logrado por su especial implicación y la de sus fiscales delegados la designación de un tercer fiscal delegado Antidroga –única provincia en España en tenerlo– pero, al margen de esto, ¿qué más se necesita?
En lo que atañe a esta Fiscalía Provincial, insisto en lo mismo, nos faltan fiscales. Una Fiscalía no es más que un grupo de fiscales. Los medios auxiliares que necesita son los de cualquier negociado público, y a veces resulta apabullante comparar nuestro volumen de personal de secretaria y medios técnicos de trabajo con los que cuentan ciertos servicios públicos.
En Anticorrupción también han sido años muy intensos con condenas de cárcel e inhabilitaciones para numerosos alcaldes...
El contar la provincia con un fiscal delegado de la Fiscalía Especial Anticorrupción, primero Virginia Alonso y actualmente Manuel Luis Arjona, y haberse dispuesto un equipo de trabajo con fiscales de las tres áreas, está dando buenos frutos. Es verdad que suele ser el fiscal el único acusador. Luego está el anecdotario, como la alcaldesa que en un proceso donde no ha sido parte acusadora el Ayuntamiento, pide a la Audiencia Provincial que se suspenda la pena de un exalcalde condenado por corrupción.
Se va y todavía no ha visto la Ciudad de la Justicia de Cádiz... ¿cree que su sucesor/a la verá?
La Fiscalía Provincial sería el único órgano que quedaría dividido entre las dos sedes de que se habla. La idea no es funcional. La Ciudad de la Justicia la he visto, en planos, en tres distintas presentaciones, y hubo una cuarta presentación a la que no pude acudir. Ya no quiero opinar más, porque no jugaré ese partido.
¿Qué le diría a quien le sustituya, qué consejo o qué es fundamental que tenga claro?
Prudencia. Es lo único que le aconsejaría al compañero que me pidiera consejo. Prudencia y sentir como cosa suya la Fiscalía le sería de mucha utilidad.
Ahora que se marcha después de tantos años dedicada a trabajar y trabajar, ¿qué hará?, ¿lo llevará bien o algo lo echará de menos?
Por como veo a mis hermanos mayores, creo que me integraré perfectamente en mi nuevo estado, y recordaré con cariño lo vivido, valorando además ese recuerdo en mis compañeros.