El Apunte
El amable abrazo a Picardo
En su afán por atacar a una cierta idea de España, el PSOE y el alcalde de Cádiz abren las puertas a una colonia que se burla de gaditanos a diario
Los socialistas tienen un problema con su concepto de nación, de patria, de España. Los nuevos y emergentes dirigentes de Podemos lo padecen aún en mayor grado. Llega a patología, a complejo, a indigestión. No saben lo que son ni lo que quieren ser. Los conflictos frívolos, inventados, con banderas o representantes militares son los símbolos de una relación que son incapaces de normalizar. Ayer, esa dificultad volvió a mostrarse de forma aún más grave. El alcalde de Cádiz y diputado provincial, José María González Santos, junto a la presidenta de la Diputación, Irene García, abrieron las puertas de sus instituciones a uno de los mayores oponentes que pueda tener cualquier idea de España (la social, la económica, la histórica...). En su afán por meter el dedo en el ojo, abrieron sus brazos para recibir al ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo. Nada les importó a la socialista y al podemista las campañas de acoso contra pesqueros, la tolerancia con el contrabando, con las inciertas prácticas fiscales, la competencia desleal en muchos sectores comerciales, los conflictos con la Guardia Civil o los minúsculos desaires diplomáticos. Se trata de fastidiar la idea de España y si para eso es preciso abrazar la de Gibraltar, se abraza. El encuentro de ayer supone el «acercamiento natural de buena vecindad» dijo la presidenta socialista a sabiendas de la irritación que causarán sus palabras en miles de campogibraltareños que padecen los trucos de la colonia de forma constante. Porque Irene García y José María González, en su afán por el revanchismo político, olvidan que los bloques de hormigón, el tabaco ilegal, las cuentas opacas y los desplantes en seguridad perjudican directamente a paisanos de su provincia. Los primeros que sufren esa serie de incidentes crónicos son gaditanos. Cuando creen utilizar la figura de Gibraltar para dañar a España o para burlarse de ella, lo están haciendo de muchos gaditanos.